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04 de diciembre de 2018

Hora Política Hoy N° 1746

A preparar el acto de los 50 años del PCR

Macri puso al país de remate, con el FMI y el G20. El pueblo, en las calles repudió a los jerarcas imperialistas, el 27 en Atlanta y el 30 en la CABA y en todo el país.

1. G20: Una pulseada entre buitres imperialistas

De espaldas a las necesidades de los pueblos y naciones oprimidas, los países imperialistas mostraron su disputa por la hegemonía mundial.

La Ciudad de Buenos Aires fue vaciada y sitiada durante el fin de semana largo. El gobierno creó un clima de terror y abrió las puertas a fuerzas extranjeras imperialistas: militares de aire, mar y tierra, y 54 agencias de seguridad y espionaje, dirigidas desde Montevideo por los jefes de esas fuerzas.

El G20 no ocultó lo que es: una reunión de jerarcas imperialistas que disputan la hegemonía del mundo. Con dos bandos. Uno encabezado por el fascista Trump (Estados Unidos), que busca recuperar su supremacía mundial; y el otro, encabezado por los fascistas Xi Jinping (China) aliado con Putin (Rusia), que aspiran a convertirse en los nuevos amos del mundo.

De espaldas a los reclamos de las naciones y pueblos oprimidos, el G20 giró alrededor de la pulseada entre Trump, con su consigna: “Primero Estados Unidos”, imponiendo impuestos a las importaciones chinas, desató una guerra comercial con ese país; y Xi Jinping, defendiendo el “libre comercio” y “la globalización”, base de su expansión económica.

El resultado de la pulseada fue que, por primera vez en sus 20 años de vida, el G20 no condenó “el proteccionismo”. Estados Unidos firmó un acuerdo comercial con Canadá y México que prohíbe a sus miembros negociar con países “que no sean de mercado” (léase China). También, Trump bajó del 25% al 10% los impuestos a 200.000 millones de dólares de importaciones chinas, por 90 días, en los que China se compromete a “un aumento sustancial” de las importaciones “de productos agrícolas, energía e industriales” de Estados Unidos, y a la protección de la propiedad de adelantos tecnológicos, es decir, que no siga robando patentes. Una pulseada entre ladrones.

 

2. G20: Macri remata a la Argentina

Macri: campeón de la entrega. Los imperialistas se reparten nuestras riquezas. Y se pelean para sacar la mayor tajada.

Macri usó la cumbre del G20 para firmar acuerdos que profundizan la dependencia nacional.

Los acuerdos con Estados Unidos fueron la llave para que Macri pudiera acceder al pacto reaccionario con el FMI, que está hundiendo a la Argentina en una brutal crisis económica y social. Ese acuerdo financiero fue la clave para que la Argentina no entrara en cesación de pagos, pero bastaría que Trump le baje el pulgar a ese acuerdo para provocar una crisis financiera. La garantía de ese acuerdo es la entrega, por 20 años, del yacimiento de gas y petróleo de Vaca Muerta, también del litio. En el G20, Trump le advirtió a Macri que no puede estar en los dos bandos: con Estados Unidos y con China.

Macri firmó 37 acuerdos con China que van del 2019 al 2023, que abarcan política, economía, comercio, energía, infraestructura, agricultura, minería, finanzas, transporte, turismo, cultura, educación, ciencia y tecnología, etc. Amplía a 8.000 millones de dólares, en moneda china, para las compras a ese país. Nos compraría de 2 a 3 millones de toneladas de poroto de soja y de 300 y 400 mil toneladas de aceite. Quiere construir otra base militar en San Juan para el monitoreo del Atlántico Sur.

China quiere construir 4 centrales nucleares y Rusia una central; y Estados Unidos presiona para que la Argentina no acuerde con China y Rusia en el terreno nuclear. Por su parte, Rusia construirá un puerto en el río Paraná y quiere construir un ferrocarril a Vaca Muerta.

Macri dijo que “venimos colaborando” con Inglaterra y se negocian convenios con los colonialistas de nuestras islas y aguas.

Alemania, Japón, Francia e Italia también firmaron convenios.

 

3. La “cumbre” la hace el pueblo en las calles

El endeudamiento es un negociado de bancos, usureros y funcionarios, y el intento de “salvataje” de la reelección de Macri, pero lo paga el pueblo.

“Este es el camino, no hay otro: trabajo y paciencia”, repite Macri como un lorito. ¿Dónde hay trabajo? Si la política macrista, de rodillas ante los poderosos del mundo, es una fábrica de hambre y pobreza, destrucción de la industria nacional, y la salud y la educación públicas.

Fue extraordinaria la Marcha Multisectorial: El Chaco dice: ¡Basta!, donde miles de campesinos pobres y originarios, acompañados por el pueblo, caminaron 170 kilómetros hasta Resistencia, para denunciar el hambre que enferma y mata, la falta de condiciones para producir, y el robo y la extranjerización de sus tierras y territorios. Y desde esa Argentina profunda repudiaron el pacto de Macri con el FMI y el G20. La marcha chaqueña mostró un camino.

Mientras el Banco Central planifica una inflación galopante del 47%, el retraso salarial de los trabajadores estatales, docentes y de la salud, se comió tres meses de su sueldo en el año: se movilizan y repudian el presupuesto. Hubo asambleas y paros en los trabajadores del transporte: aeronáuticos, portuarios, camioneros, ferroviarios, y paro en 7 líneas de micros en Buenos Aires por el asesinato de otro conductor. Los docentes bonaerenses van a un nuevo paro.

El prolongado plan de lucha de los Cayetanos logró conquistas parciales, pero siguen peleando porque cada día son más los que van a los comedores, y hay más despedidos en las fábricas.

Los jubilados, a los que Macri ya les robó $100.000 millones, en lugar de actualizarles sus jubilaciones por el 47% de carestía, solo recibirán el 29%: otro robo. El gobierno macrista es el que peor trata a los jubilados en el mundo. Por eso se movilizan.

Mientras el presidente Macron paseaba por Buenos Aires, estalló el pueblo francés contra el aumento de los combustibles, y parte de la policía cambió de bando. Tomará nota Macri.

 

4. La gran tarea del acto de los 50 años del PCR

Fortalecer al PCR, herramienta fundamental de la clase obrera y el pueblo para acumular fuerzas hacia una revolución de liberación nacional y social.

El macrismo pelea su reelección. Para ese objetivo no alcanza con dividir a la oposición. Por eso aprovecha el G20, armando un brutal aparato represivo contra el pueblo. Reglamentó que las fuerzas “de seguridad” pueden matar a cualquier persona que no cometió ningún delito, sin siquiera dar la orden de alto. Usa los medios y las redes para demonizar a los que luchan. “Como en Inglaterra”, dijo Macri: “14 años de cárcel por tirar una piedra”.

Macri y el G20 no tuvieron ningún apoyo popular. Solo el de los funcionarios macristas y extranjeros en el teatro Colón. Mientras que en todo el país hubo pronunciamientos, actos y movilizaciones contra el G20 y el FMI.

Fue masivo el acto en Atlanta en repudio del pacto reaccionario de Macri con el FMI y el G20. Lo impulsaron las fuerzas que integraron En marcha, los Cayetanos y otras organizaciones políticas y sociales. Desbordó la cancha y plantó la bandera de la lucha antiimperialista por la soberanía nacional.

Fue muy importante, en medio del despliegue represivo macrista que militarizó la CABA, la movilización popular y antiimperialista de las organizaciones de derechos humanos, fuerzas políticas como el PTP y el PCR y los Cayetanos.

El PTP lucha por las personerías, y se dan pasos hacia frentes electorales en las provincias con comicios anticipados. Además, las fuerzas convocantes a Atlanta dan pasos para retomar el camino iniciado por En marcha.

En la pulseada entre las mayorías populares y el macrismo, el PCR, encabezando las luchas, marcha al gran acto por su 50 aniversario. Trabajamos para este acto, con el objetivo de dar un salto en la afiliación y la creación de nuevos organismos de base, acumulando fuerzas para fortalecer al PCR como un instrumento fundamental de la clase obrera y el pueblo para avanzar en el camino de la revolución de liberación nacional y social.

 

Escribe Ricardo Fierro

Foto: Juan Carlos Alderete habla en el acto en Atlanta. La presencia del PCR, el PTP y la CCC.