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05 de diciembre de 2018

Un informe desde la provincia de Santa Fe

Crisis en la industria automotriz

En los últimos tiempos los ritmos de producción se van volviendo cada vez más insostenibles. Cada vez menos compañeros y más producción. Nos agregan tareas todo el tiempo. Por ejemplo la limpieza que era tarea de una tercerizada ahora la hacemos nosotros. Llegamos muy exigidos y con el cuerpo muy cansado. Estamos unos pocos años y renuevan el personal.

Despidos en concesionarias y talleres, suspensiones con el 70% del salario. Tenemos que refinanciar la tarjeta de crédito, se corta la cadena de pagos. El retiro voluntario aparece como la salvación para saldar las deudas que nos tienen hasta el cuello. Ni hablar de las tercerizadas, laburantes que han sido despedidos y no tienen ni voz. Estos trabajadores rodean a las terminales. Servicios de limpieza, recolectores de residuos, contención de calidad.

¿Cómo es la situación de la industria?
Este año en las terminales automotrices se vienen dando 6.900 suspensiones entre, Renault, Iveco, Ford, Volkswagen. En octubre se sumaron 2.000 suspensiones rotativas en la planta de General Motors de Alvear en la provincia de Santa Fe, con autopartes incluidas. Las terminales presionan al gobierno con la baja de impuestos a la exportación, con la promesa de invertir centenares de millones de dólares para fabricar un nuevo modelo. Se exporta a Brasil más del 80% de la producción, quedando el resto en el mercado interno. Se estima una pérdida de 19.000 puestos de trabajo para el sector si se continúa con esta situación.

Desde ACRA (asociación de concesionarias) se expresa que en julio de este año se patentaron 17,5% menos autos 0KM que en igual período del año pasado y se ha reducido notablemente la venta de motos. Tal es la situación de los compañeros de Honda Guerrero, suspendidos en su totalidad.

Cabe destacar otra cara de la crisis. Toyota creció de la mano del kirchnerismo. Hoy continúa creciendo en producción y tecnología. Mano de obra más joven y escalas salariales reducidas a un 50%. Una exportación diversificada en distintos países. Hoy las terminales apuestan a la exportación ya que venden en dólares, pagando los salarios en pesos y a la mitad.

El “frente sindical para el modelo nacional” con Pignanelli, Moyano y Palazzo, vienen de una convocatoria de 800.000 trabajadores, en la Basílica de Luján, con el apoyo del Papa, con la consigna Paz, Pan y Trabajo. Juegan a mantener la gobernabilidad, acomodando filas en la oposición al gobierno para las elecciones del 2019.

¿Como es la cuestión de fondo?
Nuestra industria automotriz, teniendo todos los recursos humanos y técnicos para ser nacional, es hoy una industria de ensamble. Nuestro país que supo producir unidades 100% Industria Nacional, desde el primer gobierno peronista, hasta el golpe de 1976, hoy no fabrica ni siquiera un block de motor. El Producto Bruto Fundidor (PBIF) de Argentina (cantidad de hierro fundido por habitante) es siete veces menor que el de Brasil, hace 40 años era 8 veces mayor.

No se respeta la ley de autopartes aprobada en el 2015, que exige la integración del 30% de componentes nacionales. Se produjo estos últimos años el cierre de fundiciones de autopartes en nuestra zona: Armetal (fabricante de frenos) 2008. Malhe fabricante de aros cerró en el 2009. Paraná Metal, fabricante de block, tapas y camisas de motor. Mefro Wells, único fabricante de llantas de la argentina.

Nuestra propuesta para la industria automotriz
1. Impulsar desde la provincia autos de menor gama, como fue en su momento el Corsa, destinado al mercado interno, incluso se utilizó para servicios públicos. El Cruze, modelo que se fabrica hoy, cuesta $800.000 en su modelo base.
2. Exigir que se respete en su totalidad la ley de autopartes, apuntando al incremento paulatino de su porcentaje.
3. Fabricación de componentes pequeños y misceláneos de industria nacional. Se eliminaría la red de contenciones de calidad.
4. Fabricación de un vehículo (auto, moto, utilitario, etc.) 100% nacional.
5. Recomposición salarial para llegar a $36.000. Defender el salario para defender el consumo.
6. Créditos a bajas tasas de interés para fomento y crecimiento de las Pymes.
7. Basta de beneficiar impositivamente a los monopolios. Que paguen más los que más tienen.
Sabemos y lo comprobamos diariamente, que el gobierno de Macri es enemigo de los trabajadores y el pueblo, y con la misma certeza sabemos que no es posible un país independiente sin industria nacional.

Corresponsal

Hoy N° 1746 05/12/2018