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02 de octubre de 2010

En la 9º Conferencia realizada en septiembre de 2007, participaron 27 partidos de Asia, Africa, América y Europa.

El mundo actual

9ª Conferencia de Partidos y Organizaciones Marxistas-Leninistas (Nota 1 de 2)

La Conferencia es un foro de discusión, integrado por partidos que adhieren al marxismo-leninismo y al pensamiento Mao Tsetung, integrándolo a la realidad de sus respectivos países. Publicamos aquí, en dos partes, la Resolución Nº 1, dedicada a la situación económica y política internacional y las luchas de los pueblos

1.    El proletariado sufrió una derrota con el proceso de restauración capitalista comenzado en la URSS en 1956 y posteriormente en China, por los revisionistas modernos. La URSS se convirtió en una potencia social-imperialista controlando los países del bloque del Este, hasta su colapso a fines de la década del 80 e inicios del 90. Este colapso se ubica dentro de una crisis del capitalismo, aunque quiso ser presentado como un colapso del socialismo. Esto permitió una gran expansión del mercado capitalista único.

2.    Se ha intensificado la internacionalización de la producción y la concentración monopolista. Más de 500 grandes monopolios imperialistas controlan gran parte de la producción mundial. La ofensiva del imperialismo que siguió a la restauración capitalista en los países socialistas implicó una liquidación de conquistas obreras en todo el mundo, y un aumento de la explotación de los países oprimidos.
Bajo la influencia de la internacionalización de la producción colapsaron los proyectos de independencia nacional de la burguesía en los países neo-coloniales y dependientes. Se atacaron los sistemas de protección social y creció el desempleo y subempleo. Cayeron las políticas proteccionistas y de sustitución de importaciones. Los países imperialistas promueven la caída de las barreras al ingreso de sus inversiones y aceleran el retorno de sus ganancias y capitales. Las grandes potencias mantienen sus barreras proteccionistas mientras tratan de derribarlas en los países oprimidos. En esto juegan un papel importante los tratados de libre comercio multi o bilaterales.
En muchos países de Asia, Africa y América Latina hay grandes inversiones extranjeras en el campo. Millones de campesinos en todo el mundo han sido económica y físicamente desarraigados. El Grupo de los 8 (G8) impulsa que se acepten sus inversiones en los países de Asia, Africa y América Latina que aún tienen algunas medidas de control sobre el capital extranjero.
Debido al afán insaciable de lucro de los monopolios, la crisis ecológica amenaza con transformarse rápidamente en una catástrofe ecológica global. Las propuestas del G8 respecto a la protección del medio ambiente son mera propaganda, o constituyen un intento de cargar sus consecuencias sobre las espaldas de los países dependientes y oprimidos por el imperialismo.
El capital financiero se ha volcado hacia inversiones en China, India y muchos países oprimidos para hacer más ganancias por los salarios más bajos o en operaciones especulativas con materias primas y en las Bolsas.
Algunos ven este proceso como globalización imperialista. El rol de los Estados nacionales está lejos de haber disminuido. Los Estados nacionales son socavados en sus funciones y al mismo tiempo orientados como servidores de los monopolios internacionales. Los Estados nacionales siguen siendo irrenunciables bases del poder y formas de organización del capitalismo. Cada país imperialista defiende a sus monopolios y requiere de su aparato burocrático, militar y represivo para esto.

3.    El conjunto del sistema capitalista-imperialista mundial se encuentra, en los últimos años, en un ciclo de crecimiento. Desde el 2003 la producción mundial está creciendo a un promedio anual del 4,8%. Los PBI de la mayoría de los países han aumentado. Esto no implica de ninguna manera una mejora para la clase obrera y los pueblos. La propaganda imperialista de que con el crecimiento económico y el aumento de las inversiones todos ganan se ha demostrado como una total mentira, ya que este crecimiento económico se realiza a expensas de la superexplotación de la mano de obra. Las condiciones de vida de la clase obrera y de los pueblos se han agravado en su conjunto.
El crecimiento coyuntural no lleva a la estabilidad del sistema porque está ligado a una crisis estructural internacional en el proceso de producción que tiene la dimensión de una verdadera guerra de exterminio.
Como ocurre siempre en la economía capitalista ya aparecen signos que muestran una desaceleración de este crecimiento y pueden anunciar una nueva crisis, tales como el achicamiento de la burbuja inmobiliaria en EEUU y la caída de la bolsa de Shanghai con efectos en todos los mercados financieros del mundo.

4.    En los últimos tres años Estados Unidos está afectado económicamente por su creciente emisión de dólares para cubrir su déficit fiscal y el haberse convertido en un país deudor. Esto implica la posibilidad del colapso del dólar como moneda de intercambio en el mundo. Rusia se ha recuperado de su gran crisis económica a partir del aumento de los precios del petróleo, el oro y los diamantes. En 2006, China ha crecido al 10,5% anual. Es la potencia imperialista de mayor crecimiento en los últimos años. La Unión Europea ha crecido en el mismo año un 3,5% y es un competidor económico importante de los norteamericanos.

5.    Estamos en la época del imperialismo y la revolución proletaria. Las contradicciones que se desarrollan en el mundo actual son: a) La contradicción entre el imperialismo y los países y pueblos oprimidos; b) la contradicción entre el proletariado y la burguesía; c) las contradicciones interimperialistas. Todas las contradicciones se influencian recíprocamente, y la primera es la más aguda e influye más sobre las otras dos.

6.    Todas esas contradicciones agravan la crisis general del capitalismo que continuará en diferentes fases hasta su fin. Esta es una crisis del sistema social capitalista, una expresión de su descomposición, y socava sus fuerzas económicas, políticas e ideológicas. De manera objetiva, se completa la preparación material del socialismo.
En este tema hubo una posición diferente, que sostiene que Lenin definió el concepto de crisis general del capitalismo, y Stalin lo desarrolló posteriormente, en el contexto de la existencia de un campo socialista. Hoy, después de restaurado el capitalismo ya no se puede seguir sosteniendo este concepto. Hay que referirse a las crisis cíclicas de superproducción del sistema capitalista imperialista mundial y que determinan su inestabilidad.
Hay coincidencia en que la contradicción entre el carácter social de la producción y el carácter privado de la apropiación está en el trasfondo de las crisis del sistema.