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14 de agosto de 2018

Guerra comercial y ajuste

La columna económica de Carlos Aramayo en el programa radial En Calle Viva, del viernes 10 de agosto

Muy importante es que ubiquemos como está en este momento la tensión o la guerra comercial entre los EE. UU. y China, porque ese es el marco imprescindible para analizar lo que está pasando también en nuestro país.

Habíamos anticipado que el presidente de EE. UU. había empezado gravando con un 25% importaciones de productos provenientes de China y que en ese momento el valor aproximado era de 34 mil millones de dólares gravados con ese 25%, y al mismo tiempo anticipaba que en los próximos meses iba a gravar con igual porcentaje un monto de negocios de empresas chinas en Estados Unidos por 200 mil millones de dólares. Lo están cumpliendo. Y ahora con un argumento de tipo estratégico y de interés nacional, porque están obligando a vender acciones de capital chino en empresas tecnológicas, de informática, de robótica y de todo lo que tiene que ver con la industria aérea.

La situación se tensa cada vez más y ha llevado al presidente de China a recurrir a una metáfora de origen cristiano, dijo textualmente: “en Occidente existe la noción de recibir un golpe y poner la otra mejilla, nosotros en cambio lo devolvemos”, y lo está cumpliendo. Xi Jinping anunció gravar a empresas norteamericanas que operan en territorio chino por 300 mil millones de dólares. Esto también explica muchas de las cosas que están pasando en Europa, porque Trump había amenazado, después dio marcha atrás, con gravar importaciones de Alemania. En Inglaterra hay una situación bastante complicada donde afecta la suba de tasas de interés de EE. UU. y también elevaron las tasas de interés. Este es el mundo que está pendiente de todas las consecuencias que va a tener en el mundo capitalista esta guerra comercial que no se detiene y no hay perspectiva que por ahora se revierta esta tendencia.

Parte de esto es que Trump está logrando el objetivo que se había propuesto desde el inicio de su gobierno que es tratar de repatriar, es decir, volver a Estados Unidos activos financieros para el objetivo de reactivar la industria norteamericana; ya ha logrado que vuelvan 2 billones quinientos mil millones de dólares y se calcula que en los próximos 3 años la cifra puede llegar a 7 billones de dólares, es casi la mitad del PBI de Estados Unidos. Están apostando a que esto se fortalezca, pero hay una contradicción entre lo que es el objetivo de Trump de elevar la tasa de interés, que es una decisión de la Reserva Federal, y la decisión de política tributaria de bajar la alícuota del impuesto a las ganancias para hacer más atractivas las inversiones en Norteamérica de los capitales que estaban afuera.

Todo esto tiene que ver particularmente con lo que está pasando en América Latina donde  los capitales chinos avanzan cada vez más. En este contexto analizamos la política de ajuste con el FMI que lleva aquí el gobierno macrista y cómo se están posicionando en el seno del bloque de las clases dominantes, pasan hechos como la aparición de los “cuadernos” que tiene gran difusión y en definitiva es una disputa entre sectores de poder. Desde el gobierno de Norteamérica se sigue atentamente el avance de los capitales chinos en la Argentina y resulta que ahora tienen que declarar por la corrupción los principales referentes de una empresa muy importante vinculada al capital chino como es Electroingienería. Este es el panorama que tenemos que seguir semana a semana porque seguramente tendremos novedades en ese sentido.

El otro tema es que no se para la inflación, en julio fue del 3 % y proyectada llega al 35% para el año 2018 y puede ser mayor. Las cifras oficiales muestran que por la inflación aumenta la recaudación tributaria pero ha caído el consumo, esto se refleja en la recaudación del mes de julio comparado con la recaudación del mes de junio, lo principal es que ha caído un 5,2 % la recaudación del IVA que es el impuesto al consumo, se consume cada vez menos. En el caso de la nafta se aumentó dos veces en esta semana, por lo tanto está claro que el gobierno quiere recaudar porque necesita recursos para poder solventar el gasto y no le interesa que esto repercuta no solamente sobre el consumo de combustible que también está en caída, sino también en el costo del flete que traslada las mercancías del centro del país al resto del territorio donde se consume y esto es un problema que encarece aún más la canasta básica alimentaria y la canasta total. También el aumento de los servicios, en estos meses de fríos intensos que pasamos, ya es muy común encontrar boletas entre los vecinos de 5 mil pesos de gas y vienen boletas de consumo de energía eléctrica con 30 % de aumento en el mes de julio, por ello se ha generalizado decir “no se aguanta más, así no se puede seguir”.

En relación al plan de ajuste el ministro Frigerio ha comprometido a los gobernadores para reducir el gasto por 150 mil millones de pesos en el año; y ya está pautado cuánto tiene que ajustar cada provincia, lo que significa reducir servicios en salud, educación, menos obras publicas imprescindibles como viviendas y muy poco aumento de salarios. Otro tema   importante de los datos de junio es que ha caído la industria manufacturera en un  8,1% y  se han perdido 53.393 puestos de trabajo en lo que va del año en este sector, principalmente en Pymes. Por ello el malestar ya incluye a sectores importantes de la burguesía industrial, hasta hay sectores monopólicos con serias dificultades, por ejemplo, suspensiones en la Renault por caída de ventas de autos nuevos.

Es decir, una situación complicada desde donde se mire, pero el gobierno se propone llevar adelante la política de ajuste  en relación a los planes que le ha propuesto y ha acordado con el FMI, que monitorea día por día si se están cumpliendo o no  para hacer los desembolsos de ese crédito multimillonario que, como dijimos en un programa  anterior, son 50 mil millones de dólares, lo que  significa once veces más la cuota que le corresponde a la Argentina por el capital que tiene en el FMI , esto indica que el capital financiero internacional está impulsando que el ajuste se haga “a fondo”  y lo hacen para evitar que el gobierno de Macri fracase en lo inmediato. Aumenta el riesgo país y la imposibilidad de cumplir cuando haya que pagar los intereses de la deuda. Como dijimos hace un tiempo, esto es una bomba que va a explotar  porque la mayor parte del déficit fiscal de la Argentina será el pago de intereses de la deuda, esto es  lo que estamos viendo y preocupados porque se sigue agravando la situación económica de cada vez más amplios sectores sociales que  disminuyen el consumo  y se  aumentan las penurias de los sectores  más desfavorecidos por esta política económica,  en tanto aumentan las ganancias en sectores muy puntuales vinculados a la especulación financiera.

Por último, hay que reiterar que el gobierno no logra sacar de la calle a los sectores populares, se hizo una nueva marcha de los “Cayetanos”, las mujeres movilizadas por la despenalización y legalización del aborto y así se va dando la respuesta popular. También estuvo el reclamo de los campesinos pobres y medios porque la situación de ellos es insostenible.