Rosas asumió la gobernación de la provincia de Buenos Aires en diciembre de 1829, nombrado por la Legislatura, integrada entre otros por Nicolás y Tomás Manuel de Anchorena, Segurola, Escalada y otros terratenientes y comerciantes. Rosas no los defraudó. La concentración de la tierra creció con Rosas. En 1830 existían quinientos treinta y ocho propietarios y diez años más tarde la cifra se había reducido aproximadamente a la mitad.
Rosas asumió la gobernación de la provincia de Buenos Aires en diciembre de 1829, nombrado por la Legislatura, integrada entre otros por Nicolás y Tomás Manuel de Anchorena, Segurola, Escalada y otros terratenientes y comerciantes. Rosas no los defraudó. La concentración de la tierra creció con Rosas. En 1830 existían quinientos treinta y ocho propietarios y diez años más tarde la cifra se había reducido aproximadamente a la mitad.
Rosas llegó a poseer personalmente más de 700.000 hectáreas.
En su testamento afirmó: “Entré y seguí por ellos, y por servirlos en la vida pública. Durante ella los serví, con notoria preferencia, en todo cuanto me pidieron. Esas tierras que tienen en tan grande escala por mí se hicieron de ellas comprándolas a precios muy moderados. Hoy valen muchos millones las que entonces compraron por miles” (Antonio Dellepiane: El testamento de Rosas).
