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14 de septiembre de 2012


Miguel Rubinich, un comunista integral

Política y Teoría N° 75 (108) / Septiembre - Diciembre de 2012

Este número de la Revista Política y Teoría, será el primero (en  su segunda etapa), que saldrá al público con la ausencia de Miguel Rubinich (Marelli) en su Consejo de Redacción.


Su muerte en marzo del presente año, nos priva de un cuadro de los que garantizaron el contenido y la periodicidad del instrumento teórico principal de Partido Comunista Revolucionario.

Este número de la Revista Política y Teoría, será el primero (en  su segunda etapa), que saldrá al público con la ausencia de Miguel Rubinich (Marelli) en su Consejo de Redacción.


Su muerte en marzo del presente año, nos priva de un cuadro de los que garantizaron el contenido y la periodicidad del instrumento teórico principal de Partido Comunista Revolucionario.


Antes de morir, quiso dejarnos un breve libro: “Apuntes”, donde pasa revista objetiva de su incorporación a las filas de la clase obrera, su paso por el peronismo, su adhesión al comunismo y su militancia en la Federación Juvenil Comunista y el gremio metalúrgico.


Su rebelión contra el reformismo y el revisionismo para formar parte muy  importante en las decisiones del Comité Ejecutivo de la FJC de romper en 1967 con un Partido que había enterrado las banderas del comunismo y la revolución. Así se incorpora desde el inicio a la constitución del Partido Comunista (Comité Nacional de Recuperación Revolucionaria)  luego  Partido Comunista Revolucionario.


Su tarea se concentró en el Regional Santa Fe del PCR y como se escribe en el Prólogo a su libro: “su experiencia obrera y sindical, fue clave para ayudar a definir el rumbo: la construcción de un Partido de la clase obrera en la provincia, luchando contra la presión de convertirnos en un grupo guerrillero, o de “propaganda armada” o de “partido de los dos brazos” a lo que nos empujaban activamente rusos y cubanos.


También fue muy importante su lucha por la unidad, contra los infiltrados y provocadores que aprovechando su prisión coparon la dirección del Partido y lo llevaron casi hasta la desaparición en el 70-71.


Y  su tarea  como Secretario de Organización, para mantener al Partido en medio del terror de la dictadura. Y el papel de él y de Teresita en la lucha por desenmascarar a Videla durante el Mundial del 78, cuando nos llevaban a la guerra con Chile, por el fallo del Beagle.


En Malvinas. En el PTP, en la campaña electoral de diputados nacionales Rubinich-Paillole, con 14.000 votos en la Provincia.


Con la cabeza siempre en el Swift, y  en las luchas del proletariado ferroviario, donde nos retemplamos  muchas veces, en los períodos mas oscuros de la dictadura”.


Con su salud debilitada tomó la responsabilidad central de Educación del Partido. Unió a su gran experiencia práctica, la convicción de que “sin teoría revolucionaria, no hay partido revolucionario y sin partido revolucionario no hay revolución”.


Luchó con fuerza para aprehender el marxismo, leninismo, maoísmo; y con mayor fuerza aún para que los compañeros y compañeras, particularmente los que estaban en la primera fila del combate obrero y popular se hicieran dueños de esa teoría para integrarla a la práctica revolucionaria. Como dice en su libro “La educación no es un tema de especialistas, es una cuestión de Partido, de todos los cuadros del Partido”.


Con  una convicción y entusiasmo muy grande, abordó una labor no siempre jerarquizada.. Y logró transmitir esa convicción y entusiasmo a los que participaban en las actividades educativas y escuelas.


Hasta el último momento de su vida luchó por cumplir esa tarea, junto con la  dirección general del Partido desde su Comité Central y otras tareas especiales que se le encargaron.


Nos deja un comunista. Seguiremos su ejemplo.


Hasta la victoria, Miguel.

Luis Molinas