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02 de octubre de 2010

Mujeres en la revolución

Un libro de Berta Wexler

Partiendo de su investigación sobre Juana Azurduy, aquí y en Bolivia, la historiadora argentina Berta Wexler analiza su papel no como una individualidad excepcional como se la suele presentar –incluso masculinizándola–, sino como expresión de un colectivo de mujeres, descollante en todo caso pero no ajeno a un protagonismo político y militar de las mujeres en general, que fue muy importante para el triunfo de la causa liberadora.
A través de las páginas de este libro vamos a encontrar los nombres conocidos de algunas de esas mujeres, desde Micaela Bastidas y Bartolina Sisa hasta Juana, hilvanados en el accionar de cientos de mujeres como parte de los procesos que van desde los levantamientos de Tupac Amaru y Tupac Catari hasta la llamada por Bartolomé Mitre “guerra de republiquetas”, en realidad una guerra de guerrillas llevada a cabo por formaciones irregulares de miles de mestizos y originarios, integradas por hombres, mujeres y niños, desde Salta y Jujuy a Cuzco y Puno, que tuvieron en jaque a los ejércitos realistas entre 1814 y 1824. Algo que no llegó a plasmarse en un poderoso ejército liberador por quienes conducían la guerra, como lo temía uno de los personeros de las potencias europeas presente en Tucumán por aquellos días de julio de 1816, el enviado de la dinastía de Suecia, Jean Adam Graaner, quien escribía: “Los indios están como electrizados con este nuevo proyecto y se juntan en grupos bajo la bandera del sol. Están armándose y se cree que pronto se formará un ejército en el Alto Perú de Quito a Potosí, Lima y Cuzco. Doña Inés [Juana] de Azurdui y Padilla, una hermosa señora de veintiséis años, que manda un grupo de mil cuatrocientos indios en la comarca de Chuquisaca, ganó el mes pasado una victoria sobre los realistas, tomando una bandera y cuatrocientos prisioneros” (Jean Adam Graaner, Las provincias del Río de la Plata en 1816, Buenos Aires, 1949).
Esta es una historia de mujeres que estuvieron en el combate y que se jugaron la vida como la primera heroína y mártir de la lucha contra los conquistadores españoles, la india Juliana, que encabezó la sublevación de las guaraníes en Paraguay, a apenas dos años de la fundación de Asunción, en 1539. Indias, mestizas y criollas, ya en una lucha común, como esposas o hermanas de los insurrectos, compartiendo la dirección en algunos casos, siendo parte de las tropas o como enlaces, van a ser registradas por Berta Wexler desde los levantamientos de Tupac Amaru y los hermanos Catari en 1780-82, aunque el estudio se centra principalmente en el movimiento independentista. Y, dentro de él, en tres grupos de mujeres: “las primeras identificadas como paceñas, fueron las mujeres de la elite de La Paz lideradas por Vicenta Eguino, a quienes se sumaron mestizas que participaron en la Revolución de 1809 desplazando temporalmente del poder a los españoles. Otro grupo en 1812, denominado cochabambinas, mestizas e indias sin líderes identificadas, tomaron las armas para colaborar con el ejército revolucionario. Juana Azurduy, mestiza de la región de Chuquisaca, lideró el tercer grupo del ejército, llamado de las Amazonas, también mestizas e indias”.
En fin, una historia apasionante que “rescata aquello que la ‘historia oficial’ tenía oculto”, al decir de la licenciada Marta Noya Laguna en el prólogo a la edición boliviana de este libro, que va por la tercera edición en nuestro país realizada conjuntamente por la revista Historia regional, de la sección Historia del Instituto Superior del Profesorado N° 3 “Eduardo Lafferriere” de Villa Constitución, y el Centro de Estudios Interdisciplinarios sobre las Mujeres de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario.