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05 de julio de 2017

Vencida la paritaria hace cuatro meses, los docentes universitarios nucleados en Conadu Histórica decidieron no tomar exámenes en julio ni comenzar las clases en el segundo cuatrimestre. Conversamos con Luis Tiscornia, secretario general de la ConaduH.

No inicio de clases en las Universidades

Paritaria docente: cuatro meses sin acuerdo

 El martes 4, al cierre de esta edición los docentes discutían con el gobierno nacional el ajuste del salario. Luis Tiscornia explicó a este semanario que el Congreso de la Conadu Histórica –que sesionó el viernes 23– resolvió profundizar las medidas de lucha. “Esto significa que hemos decidido no tomar exámenes en el mes de julio, y no iniciar el segundo cuatrimestre. Lógicamente surgió ante la falta de respuesta del gobierno. Cuatro meses, la paritaria venció en febrero, ya van ocho reuniones, el gobierno ofrece un 22% en cuotas, la última cuota a cobrar en enero de 2018. Esto fue rechazado. No sólo por la Conadu Histórica sino por todos los gremios universitarios. Y ante esta dilación desmesurada de apostar al desgaste, la falta de respuesta, decidimos que hay que agudizar la medida de fuerza”. 
“La conclusión –continúa Tiscornia– es que lo que hemos hecho hasta ahora todavía no es suficiente para arrancarle al gobierno una respuesta mínimamente satisfactoria. Hemos hecho paros, hemos hecho movilizaciones muy importantes pero es necesario más. 
“A los pocos días de resolver esto, hemos tenido una muy importante repercusión. La no toma de exámenes y el anuncio de no inicio que también lo decidió la otra Conadu, ha tenido un impacto muy grande, de hecho ha conmocionado a la Universidad. La no toma de exámenes es una medida que desde el año 2005 no la decidíamos. Lógicamente los que reaccionan mucho son los estudiantes, porque los afecta de forma importante, y por suerte la reacción fue movilizarse para exigirle al gobierno. Digo esto porque se inició una campaña muy fuerte del gobierno y de algunos rectorados para estimular el reclamo de los estudiantes hacia los gremios. Fundamentalmente poniendo a los gremios como responsables de su perjuicio. Esto se impulsó mucho en la Universidad del Litoral, donde el rector es el secretario de Políticas Universitarias, Albor Cantard. 
“Pero el miércoles, justamente hubo una movilización en la Universidad del Litoral con una participación muy importante de estudiantes y docentes ante el Rectorado, reclamándole al rector -en su carácter de secretario de Políticas Universitarias- que dé respuestas a la paritaria. Hubo movilizaciones de los estudiantes universitarios, en distintas provincias, en el mismo sentido. Este lunes hay una gran movilización en Mendoza, en Uncuyo, de estudiantes y docentes… O sea, esto que el gobierno pretendió usar en contra nuestro se dio vuelta porque demuestra una gran madurez política de los jóvenes, en particular de los estudiantes, que han entendido cuál es el responsable de esta situación.” 
 
Nueva reunión paritaria
El miércoles hubo una reunión en el Nacional Buenos Aires de los rectores de los colegios preuniversitarios. Se reunieron el Nacional Buenos Aires, el Monserrat y el Belgrano de Córdoba, los siete colegios de la Universidad Nacional de Tucumán, para exigirle al Ministerio que dé respuestas a la paritaria docente. Los resultados, explica Tiscornia, fueron que “el mismo miércoles, a última hora el gobierno convocó a una nueva reunión paritaria para el martes 4 a las 17 hs. Así que nosotros mantenemos la medida de fuerza con mucha firmeza, veremos los resultados del martes, si hay una propuesta mínimamente satisfactoria la llevaremos a las asambleas, y en un congreso nacional resolveremos qué hacer”. 
 
El 22% es rebaja salarial
Respecto a cómo el gobierno justifica la oferta del 22% en cuotas, Tiscornia opinaba: “Ellos lo justifican con la progresión de la inflación en los distintos momentos del año. No tienen argumentos por qué ofrecen el 22%. Claramente es una rebaja salarial. Nosotros estamos pidiendo un 35%, que tiene que ver con la progresión inflacionaria del año y con lo perdido el año pasado. Como toda negociación, uno podría decir, es una negociación, hay puntos intermedios, aproximación de ambas partes… entre el 18% inicial que ofrecieron y el 35% que reclamamos, el 22% no es un punto intermedio. 
“El otro gran tema es que tanto el ministro de Educación como el secretario de Políticas Universitarias, los dos funcionarios más importantes del Ministerio de Educación, renuncian. Bullrich va de candidato a senador en la provincia de Buenos Aires, Cantard va de candidato a diputado nacional por Santa Fe. Entonces, están de campaña y no se ocupan de lo que se tienen que ocupar que es la educación”.
 
Una ofensiva en política educativa
Tiscornia, explicaba que hay elementos para decir que hay una ofensiva en política educativa, a la que caracteriza de “reaccionaria, elitista, que va a la mercantilización de la educación de la universidad pública” y a continuación explica: “Eso se expresa en el llamado Plan Maestro que habla de todos los niveles educativos. En el caso de las universidades, se trata de reconocimiento de trayectos educativos o trayectos académicos, que es el transformar todas las asignaturas en créditos, de tal manera que se puedan intercambiar automáticamente entre una universidad y otra, y entre las públicas y las privadas. Que es el modelo europeo, que está demostrado que fracasó, llamado Plan Boloña. Un estudiante hace materias de matemática en una facultad de una universidad privada, se cambia a la universidad pública y automáticamente se le reconocen los créditos. Por lo tanto van a un plan de estudios que pasa a ser una acumulación de créditos. Es totalmente mercantilista, pero además implica homogeneizar y estandarizar todas las asignaturas en todo el país, con lo cual se elimina la libertad de cátedra y la autonomía universitaria. Entonces desdibuja el plan de estudio como un trayecto, un recorrido con coherencia, y se va a la idea de que cada uno se arma su propio plan de estudios juntando créditos. Esto es muy profundo y muy grave. Ya no estamos hablando de derechos laborales violados como el salario, sino de política educativa”, finaliza Tiscornia.