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15 de agosto de 2018

Propuestas del PTP y el PCR en la emergencia

Para una salida popular, nacional y democrática

Una nueva política y un nuevo gobierno que la aplique

Argentina es un país rico con una economía y un pueblo empobrecidos.
Nuestra clase obrera centenaria es numerosa y con especialización en distintas ramas: tenemos técnicos, profesionales, organismos científicos como el INTI, INTA, CNEA y universidades de primer nivel. Sin embargo, hay desocupación y precarización laboral y más de la mitad de los obreros están en la pobreza. Hay tierra cultivable a lo largo y ancho del país y una de las llanuras más prodigas del planeta mientras chacareros y campesinos con sabiduría y experiencia no tienen tierra y hay hambre. Tenemos gran riqueza marítima y larga tradición marinera, pero las Malvinas siguen ocupadas por los ingleses y nuestros pequeños pesqueros se hunden mientras flotas foráneas depredan nuestro mar.
Estamos como estamos por culpa de quienes manejan nuestras riquezas: los terratenientes y la burguesía intermediaria asociados a diferentes imperialismos: estadounidenses, ingleses, europeos, rusos o chinos.
Es posible resolver esta situación tomando medidas en beneficio de los intereses populares y nacionales, con otra política que proponemos y otro gobierno que la pueda llevar adelante.

Terminar con la inflación
La inflación se descarga dramáticamente sobre el pueblo y frena la economía. No es una maldición argentina. Dicen que la inflación es hija del déficit y la emisión monetaria. Falso. En muchos países soberanos la emisión va a la producción y el déficit es por inversión en obras que la facilitan, creando más productos equivalentes a la moneda emitida y los precios no suben. Dicen que si suben los salarios deben subir los precios. Falso. Si suben los salarios baja la parte que se lleva el empleador y su ganancia, los precios no tienen por qué subir.
Hay inflación porque el Banco Central emite pesos para pagar los intereses de las Lebac. Hay inflación porque nuestra industria está dominada por capitales imperialistas que la hacen depender de sus insumos importados de casas matrices, y estos son los que manejan los precios junto a los exportadores, a los que el gobierno de Macri los habilitó a que liquiden los dólares cuando ellos lo decidan. Hay inflación porque la obra pública está orientada a extraer nuestras riquezas primarias y no a la autonomía industrial. Hay inflación porque el gobierno facilitó que los capitales golondrinas entren para comprar Lebac; cuando la faltante de dólares se hizo evidente se retiraron comprando 15.000 millones de dólares al BCRA a un precio regalado en una corrida que llevó el dólar a $28. Así se liquida el peso. Hay inflación porque tenemos un gobierno invertebrado incapaz de defender nuestra moneda.
Es posible frenar de cuajo la inflación si se sacan los pesos de la especulación y nacionalizamos la banca obligando a la circulación del peso como única moneda de curso legal. Si nacionalizamos el comercio exterior y el mercado de cambios, establecemos con Juntas nacionales de granos y carnes el precio sostén de los productos agropecuarios, garantizando así el crecimiento de las chacras y las quintas abastecedoras del mercado interno y productos primarios baratos para la industria. Florecerían así los mil productos y la diversidad agropecuaria de la que somos capaces en vez de la soja-dependencia.

Plata hay sin tener que recurrir al FMI
Para dar una idea, en el año 2017 se recaudaron dos billones (Millones de millones) 400 mil millones de pesos. Este año se recaudará aún más. Es plata que sale de la producción nacional y del pueblo. Poco es lo que se saca a los terratenientes y las empresas imperialistas radicadas en el país. El Estado federal se queda con el 67% de lo recaudado y sólo el 33% va a las provincias.
De lo que se queda el Estado nacional, el 54% va para jubilaciones, planes sociales y sueldos del Estado. Es la parte mejor gastada, ya que inmediatamente el pueblo la consume y permite motorizar la economía. Pero mucha plata se tira. Se saca de la producción o es improductiva: ¡$224.000 millones van al pago de intereses!; $180.000 millones, van a subsidios de empresas de servicios amigas del gobierno que embolsan ganancias fabulosas y sólo invierten en pequeña medida; $200.000 millones fueron a obras públicas, con superbeneficios a sus amigos, o como el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento hecho por una empresa italiana.
Si suspendemos el pago de los servicios (amortizaciones e intereses) de la deuda pública hasta determinar su parte legítima y si obligamos a pagar a los que la generaron, trasfiriendo su deuda privada al Estado durante la dictadura, como el propio grupo Macri. Si en vez de subsidiar las empresas de servicios privatizadas las reestatizamos y destinamos esos fondos a su recapitalización en base a insumos nacionales. Volcando estos fondos en un solo ejercicio lograríamos inyectar el equivalente a decenas de miles de dólares en la producción, podríamos restablecer nuestros ferrocarriles, nuestra flota y fabricas mecánicas del estado. No necesitamos el empréstito del FMI. Debemos rechazarlo y rechazar el presupuesto esclavizante que se deriva de él.

Es posible terminar con el déficit
Es posible sostener este presupuesto y aún bajar los impuestos al pueblo sin déficit. Según la AFIP hay 20 argentinos con un patrimonio de más de mil millones de dólares; 1.000 argentinos que tienen un patrimonio neto de más de 30 millones de dólares. A ellos hay que cobrarles más impuestos. También hay 114.000 que tienen un patrimonio de más de 15 millones de dólares, estos deben pagar más por bienes personales. Y bajar la carga impositiva del pueblo y de las 700 mil pymes que son las que generan más del 70% de las fuentes de trabajo.

Es posible desarrollar el mercado interno y la producción
Es posible dar crédito para las 700.000 pymes y para las decenas de miles de chacras que aún subsisten y las centenares de miles que se pueden crear, habiendo nacionalizado la banca y el comercio exterior, recuperando el BCRA de manos del FMI y los fondos de inversión que lo manejan, En vez de pagar Lebac al 40 o 50% volcar los fondos y los encajes bancarios para préstamos productivos a bajas tasas.

Salario, tierra y techo
Resolver un salario básico igual a la canasta familiar y equivalente el salario social complementario y AUH. La lucha por el salario es parte de la defensa del mercado interno y de la soberanía nacional Hay 4.000 sociedades terratenientes, argentinas y extranjeras, que poseen más de 70 millones de hectáreas. Disponiendo de estas tierras se pueden promover la política de un millón de nuevas chacras mixtas y techo para millones, dando prioridad a la restitución de las tierras a los originarios y a la juventud y para todos los que quieran trabajarla.

Esta es la manera para pararle la mano a Macri y torcerle el brazo a su política de ajuste y entrega nacional, que favorece a un puñado de especuladores, a los bancos, a los grandes monopolios exportadores y grandes terratenientes y pules y al capital monopolista que domina la producción industrial en nuestro país. Cada conquista en esta dirección frena esta política y acumula fuerzas para conquistar otra política que aplique estos puntos a favor del pueblo y la patria, para lo que se hace necesario otro gobierno. 

 

Partido del Trabajo y el Pueblo (PTP)
Partido Comunista Revolucionario (PCR)

Hoy N° 1730 15/08/2018