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02 de octubre de 2010

Se acerca la fecha y somos miles las mujeres que nos preparamos para compartir nuevamente un Encuentro, nuestro Encuentro. Esta vez en la provincia de Córdoba.

¡Se viene el Encuentro!

Faltan 20 días

Por qué nos vuelve a entusiasmar ir al Encuentro? Porque lo sentimos nuestro, porque no dejamos que nadie lo utilice, porque allí nos encontramos con mujeres de todo el país que sufren lo que sufrimos cotidianamente, porque nos encontramos con mujeres que luchan por vivir dignamente, porque nos encontramos con mujeres que se organizan, porque nos encontramos con mujeres que se unen, porque nos encontramos con mujeres que no se resignan… Porque en el Encuentro debatimos y conocemos más la realidad, analizamos cada problema en particular y avanzamos en el camino para romper con la doble opresión. Porque durante tres días nos podemos concentrar en cómo vivimos y qué necesitamos, sin que la tarea cotidiana (de madre, de esposa, de trabajadora) nos interrumpa. Porque podemos elegir ser parte del taller que más nos interesa y somos parte de esa democracia que hace que todas nuestras ideas queden en las conclusiones, sin la necesidad de votar para ganarle a nadie sino con la convicción de que el debate franco puede generar consenso. Porque cada forma, cada método que venimos usando en los encuentros hace 22 años nos aporta y garantiza que se puedan seguir haciendo, que no los perdamos. Porque somos todas iguales y nadie nos viene a dar cátedra sobre lo que debemos hacer. Porque volvemos a nuestros lugares enriquecidas, con la “mochila” cargada de experiencias diferentes, con nuevos argumentos para seguir la pelea, más unidas que antes.

Las mujeres y la Argentina K
Realizamos el Encuentro luego de un año en donde se multiplicaron las luchas en todo el país. Un año en donde la política de Kirchner se mostró al desnudo con hechos, más allá de que intente seguir mintiendo y mostrándose como lo nuevo y lo progresista.
La bandera de los derechos humanos que tanto levantaba el gobierno, fue salpicada por la sangre del maestro Fuentealba; se llenó de casos de represión y cárcel a luchadores; se ensució con la aprobación de la Ley Antiterrorista para poder llevarse preso a todo opositor, a todo el que lucha (si se salva de ser pisado por alguna camioneta 4×4 como la de Varizat).
La bandera de la estabilidad se llenó de números falsos, pero vivimos en carne propia los números verdaderos, que son el precio de la papa a $3, los zapallitos a $8 y los tomates a $ 9. Nunca más pudimos cocinar con cebollita de verdeo… Ya no sabemos qué hacerle de comer a nuestras familias. Nos engañan con precios mínimos y acuerdos con supermercadistas. Cuando vamos a comprar los productos “con el precio más bajo” son incomibles, nos lo quieren vender barato y podrido. Hay segundas marcas que ya no se consiguen, la leche y la carne nunca bajaron su precio. ¡Ni hablar de lo que sale la ropa y los útiles escolares!. En la calle se escucha: la plata no alcanza…¡No alcanza!  Y si bien hubo algunos aumentos de salarios, siempre fue mayor la inflación. ¿Cómo hace una madre desocupada para alimentar a sus hijos con los miserables $150 que recibe por un plan Jefes y Jefas?
La bandera de la justicia está mojada por las lágrimas de Romina Tejerina presa hace más de 4 años, mientras su violador se nos ríe en la cara. Una justicia para unos y otra para otros. La impunidad reina en el país, en donde no se apresa a los violadores, coimeros, funcionarios que se dedican a la política de la muerte (como en la masacre de Cromañón). Pero Romina sí está presa.
La bandera de la salud muestra las fotos de todos los muertos originarios del Chaco, los muertos por desnutrición y otras causas totalmente evitables. Muestra la foto de nuestros hospitales, con quirófanos que no pueden funcionar, con salas repletas de gente que necesita ser atendida.
La bandera de la educación tiene frases escritas por los chicos: “se me cae el techo de mi escuela”, “no tengo maestra”, “a mi escuela le falta luz”, “no puedo aprender porque me duele la panza”, “no tengo clase porque mi maestra sale a luchar porque el salario no le alcanza”. La lucha de los docentes y el pueblo de Santa Cruz (la tierra del pingüino) son ejemplo para mostrarle a todo el país cómo es la verdadera política K.
 
En plena campaña electoral
Este Encuentro se va a realizar días antes de las elecciones nacionales de octubre, en una provincia escandalizada por el fraude alevoso de los amigos de K., cuyo pueblo salió a la calle, demostrando que las brasas del Argentinazo siguen bien encendidas, a decir: ¡no al fraude! ¡Abran las urnas!
En Córdoba se vio descaradamente lo que los comunistas revolucionaros decimos con “farsa electoral”. Si le pudieron hacer semejante trampa a Juez, amigo hasta entonces del gobierno e intendente de la ciudad de Córdoba…¡qué no nos harán a las fuerzas populares!. Las clases dominantes, en este terreno y en otros, muestran lo que son capaces de hacer por no perder ni una migaja de su poder. Atadas a uno u otro imperialismo, o terrateniente, a uno u otro sector, se muestran como garantía para que se sigan haciendo buenos negocios con el patrimonio nacional, y esto es más hambre para el pueblo.
El Encuentro estará teñido del debate electoral. Nuestra posición electoral, la de votar en blanco, anular o no ir, no debe dividirnos a las mujeres en los talleres. Nos encontraremos con miles de mujeres asqueadas por el fraude, asqueadas de las mentiras, hartas de esperar promesas que nunca se cumplen y de políticas que agudizan sus problemas en vez de solucionarlos, que pueden salir convencidas de que apostando a la calle, a la organización, al reagrupamiento de fuerzas populares, a la lucha, tenemos muchas más posibilidades de avanzar en el camino para cambiar nuestra realidad. Tenemos que salir más unidas que nunca, decididas a pelear por un Argentinazo que imponga una salida a favor del pueblo, un gobierno de unidad patriótica y democrática.
Durante los días del Encuentro se desplegará la agitación y la propaganda con nuestra posición.
 
Lo que aporta la masividad
La única garantía de que el Encuentro sea un verdadero éxito, que los talleres sean verdaderas asambleas de debate, que podamos darle continuidad y respetar las formas que hacen que los Encuentros perduren, es que vayan miles y miles de mujeres. Solo la masividad hará que todas seamos protagonistas. Esta es nuestra tarea hoy, garantizar que seamos miles, inundar Córdoba de mujeres, llenar cada uno de los talleres…

Para vos, María
Este Encuentro será muy especial para todas las “encuentreras” que compartieron viajes, charlas y mates con nuestra querida camarada María, nuestra Josefina. Será muy difícil no verla por las escuelas preguntando cómo va cada taller, preocupada por resolver cada uno de los problemas que surgen, buscando que esté bien cada delegación, aportando los últimos datos sobre la lucha por la libertad de Romina…increíble su ausencia.
Por eso, en cada micro repleto que llegue a Córdoba, en cada escuela conseguida, en cada taller abierto, en cada debate franco, en cada canto y grito en la marcha, en el éxito del Encuentro, va a estar nuestro más sincero y entrañable homenaje a María.
Córdoba: ¡allí estaremos!