Noticias

21 de enero de 2016

Se nos fue el Chino, cargo la sube, pero nos dejo su testimonio de vida militante y revolucionaria.

Un médico comunista integrado con su pueblo

El doctor Chino, Nestor Olivieri

Había hecho el secundario en Mar del Plata, donde fue compañero de curso de Hugo Garelik, uno de los  militantes de nuestro partido desaparecidos durante la dictadura militar.
En el secundario, practicó Boxeo deportivo, y viajo a Carolina del Norte, en un intercambio estudiantil, para hacer quinto año.

Había hecho el secundario en Mar del Plata, donde fue compañero de curso de Hugo Garelik, uno de los  militantes de nuestro partido desaparecidos durante la dictadura militar.
En el secundario, practicó Boxeo deportivo, y viajo a Carolina del Norte, en un intercambio estudiantil, para hacer quinto año.
De este viaje, dan testimonio en el periódico Hoy, sus compañeros del secundario, que lo localizaron nuevamente, luego de 40 años sin verlo,  gracias a la película, La salud es un cuento chino, clasista y combativa.
Hasta ver esta película, pensaban que era uno de los desaparecidos durante la dictadura militar, luego llamaron por teléfono a la sala de Salud del Barrio Elena, preguntaron por el en inglés, y con la sorpresa del caso, se pudieron reencontrar,  algunos viajaron posteriormente y trajeron una contribución.
De ese curso del  secundario en Mar del Plata, fueron a estudiar medicina en La Plata, dos militantes de la Federación Juvenil Comunista, Rolo y Moni, el Chino en La Plata se reencontró con ellos, se afilió a la fede y pasó a integrar el núcleo más joven de los militantes comunistas de medicina.
La izquierda dirigía el centro de estudiantes, con un líder político que era Raúl Salvarredy, que había logrado nuclear en la agrupación AREM Agrupación reformista estudiantes de medicina, a cuadros muy importantes, como el Flaco S., Tilo S., Carpio, Silvia H. Santa Rosa S. El gordo E. etc. a este núcleo de cuadros políticos, se sumaron  los marplatenses, junto a otros que ingresaron ese año y que venían desde otros lugares del interior, el Topo,  la Negra,  la Flaca, etc.
 
Casi todos los cuadros políticos que dirigían AREM, eran del interior de la provincia de Buenos Aires, oriundos de la ciudad de La Plata eran Yiyo  Andreani, uno de los mártires de nuestro partido, y Luisito M. Esto es tema para otra meditación, pero es cierto que venían de Bragado, de Chivilcoy, de Junín, de Mar del Plata y en las pensiones estudiantiles, se incorporaban a la política, y desde el centro de estudiantes, dirigían a las masas de medicina.
Cuando nos expulsaron del PC, y fundamos el PCR, Rolo y Moni, siguieron militando con los revisionistas, pero todo el resto, se integró a nuestro partido.
La primera prueba de fuego del naciente PCR de La Plata, fue la gran huelga petrolera de YPF Ensenada, contra la dictadura de Ongania, los cuadros obreros de nuestro partido, dirigieron esa huelga, que conmovió toda la argentina, y fue uno de los antecedentes más importantes del Cordobazo.
Esta huelga está poco estudiada, en sus múltiples aspectos, y uno de ellos, es la solidaridad médica que se organizó desde el centro de estudiantes de medicina, El Chino, fue uno de los jóvenes estudiantes, que se vinculó con los huelguistas y sus familias durante toda la huelga petrolera.
 
Con los obreros rurales
 
Recibido de médico, por tareas revolucionarias, compartió durante muchos años, la vida y organización de los obreros rurales en todo el país, viajaba, durante la dictadura militar, vendiendo productos veterinarios, y compartiendo la vida cotidiana de este sector superexplotado de nuestra clase obrera.
Sobre el balance político de esta tarea y las ideas que estaban en debate  en ese momento histórico, solamente queremos decir, que en cierto sentido, la polémica todavía sigue vigente, porque se trata de un sector del proletariado muy importante, muy explotado, que trabaja en el campo, donde se verifica un inmenso mar de lucha de clases, donde es necesario diferenciar las distintas clases, distinguir bien el enemigo, a quienes neutralizar y quienes son nuestros aliados.
 Ello requiere mucho estudio y mucha práctica política en el seno de esas masas oprimidas, en el marco de una realidad que cambia constantemente,  nos cuesta mucho estudiar y comprender los cambios operados. Fundamentalmente por la debilidad que tenemos en el estudio, pero también, por las dificultades que muchas veces tenemos para debatir objetivamente y con franqueza.
Mirando a la distancia esta polémica, lo que se nota, es que El Chino, tuvo una lectura equivocada de la realidad objetiva, al sostener que no existían campesinos pobres en la Pampa Húmeda.
Esta afirmación motivó un estudio de nuestro Secretario General, Otto Vargas, que investigó a posteriori y produjo Los ignorados.
La polémica se resolvió con estudio y debate. No se etiqueto a ninguno, se investigó la realidad objetiva, y el programa de nuestro partido, se vio enriquecido.
Ninguno se murió por discutir, el Chino planteo su visión con toda  franqueza y la investigación posterior determino que por el contrario los campesinos pobres existían también en la Pampa Húmeda.
 Al mismo tiempo esta verificación de la existencia de los campesinos pobres en la Pampa Húmeda, se realizó en el marco de cierto retraso que todos tuvimos en comprender el desarrollo comprimido y deformado del capitalismo en el campo durante la segunda mitad del siglo XX y sobre todo las dificultades que tuvimos  y todavía tenemos, para entender la expresión política de ese campesinado pobre.
Para Sarmiento, la Argentina, era exclu-sivamente La Pampa Húmeda. Para nosotros no es así, ello no quiere decir que no verifiquemos que sin construir en los más de cien partidos del interior de la provincia de Bs As, y sus más de quinientos pueblos rurales, fuertes comités de pueblo, multisectoriales y la corriente clasista entre los obreros rurales, no será posible arrancar a los pobres del campo, de la dirección política de los campesinos ricos.
Los cambios operados en el campo, particularmente en La Pampa Húmeda, desde aquel momento, son muy grandes y necesitan un  estudio de actualización, pero no es tema de esta nota, simplemente queríamos destacar, que el Chino, acertaba y erraba como cualquiera de nosotros y que la polémica no es mala, si está precedida por militancia y buena fe.
 
Médico nuevamente
 
Cuando retoma su profesión de médico, Raúl Salvarredy, le dejó una guardia en un centro de salud del Gran Buenos Aires,  el Chino siempre contaba, que minutos después de tomar su nuevo trabajo, le cayó un parto, la enfermera, una mujer experimentada, lo ayudó mucho, le comentó, que había asistido a centenares de partos, que se tuviera confianza.
 Sin embargo, lo llamó por teléfono a Salvarredy, y este le dijo: ”Chino… El parto es un proceso… Tenés que tener cuidado de no saltar las etapas…“.
 
 El Chino en el Barrio María Elena
 
Este barrio, registra una de las experiencias más ricas, que pudo desarrollar y todavía desarrolla nuestro partido.
Luego de la ocupación de las tierras, los vecinos se organizaron en un cuerpo de delegados por manzana, una junta vecinal, una comisión de mujeres,  la vida cotidiana pasó a tener solidaridad y lucha en todos los aspectos, en primer lugar la lucha por la tierra, contra el hambre, y también por la salud.
Las formas de democracia directa y semi directa que los vecinos fueron encontrando durante este proceso, tuvieron su expresión en los cuerpos de delegados, asambleas y experiencias de coordinación  multisectoriales con otros barrios por temas comunes.
Experiencias como esta son claves, en la perspectiva de alcanzar un poder popular revolucionario y patriótico.
Constituyen caminos de acumulación de fuerzas revolucionarias, en el seno de las masas oprimidas.
Juan Carlos Alderete, Fredy Mariño, Ramón Aranda, Gladis Roldán, Mary, Nuria, Jorge Cardozo, el Cordobés, el negro Páez, Miguelina Gómez y muchos otros vecinos, se pusieron al frente de este proceso, con una relación profunda e integral con la problemática del barrio.
Sin este núcleo, y sin la línea política que presidio el trabajo de este núcleo no hubiera sido posible, la experiencia especifica que el Chino pudo desarrollar en la salud Barrial.
Sobre la historia especifica de la lucha por la tierra, los lectores pueden consultar nuestro trabajo Veinte años de lucha, las experiencias de la expropiación en el barrio Elena en el número 58 del año 2005, de esta revista.
A este proceso vivo, creador y pujante, se integró el Chino como médico del Barrio.
Muchos repiten que puso su profesión al servicio del  pueblo, es cierto, pero es una verdad parcial, unilateral. El fenómeno más profundo es la integración con este proceso, logro ser uno de ellos, vivir sus dramas, sufrir sus carencias, participar de sus luchas, dirigir y ser dirigido en la lucha cotidiana durante décadas.
 
Acertar y errar como un militante más del barrio
 
Esto lo reflejaron con claridad Miguelina y otros compañeros en sus discursos del sepelio, cuando contaron  las veces que fueron atacados por patotas y el Chino luchaba junto con los vecinos,  para defender lo conquistado.
 
Su primer gran aporte, fue organizar los Cursos de Agente Sanitario
 
Comprendió, que así como no podíamos delegar la política, la salud, también debía ser tomada por las masas, que podían desarrollar las técnicas de prevención dentro de su propio seno, con delegados agentes de salud, que hacían de nexos con la salita, pero estaban capacitados para temas que no requieren ser médico.
Durante décadas, los cursos, crearon una red de contención y ayuda, para prevenir y educar en materia de salud.
También tomo el tema de la droga, realizando una experiencia de recuperación de adictos, con los jóvenes del barrio, que se encuentra reflejada en la película citada y en su intervención en las jornadas realizadas por el instituto Marxista-Leninista-Maoísta de la argentina.
Esto en el marco de la atención diaria de los pacientes, de la construcción física y organizativa de la salita, participando de las luchas barriales y de los desocupados, tanto en las asambleas, como en los cortes de ruta y las marchas.
La ambulancia de la salita, con el Chino arriba, era parte de cada uno de estos jalones de la lucha.-
Cuando explicaba la necesidad de luchar y organizarse contra el hambre, repetía una frase… No hay mejor remedio que la comida… lógicamente, no se debe entender esta expresión en un sentido literal, refiere, a que sin comer bien, el cuerpo no tiene defensas, ergo el hambre enferma.
Las masas pueden y deben protagonizar su derecho a la salud, por eso la consigna, Lucha por la salud y salud para la lucha. En definitiva, sin lucha, en un país oprimido y dependiente, la clase obrera y el pueblo no consigue nada, pero esta verdad, necesita un proceso de integración con cada problemática específica y de esto se trata cuando reconstruimos la historia de la salita y el Chino, uno de sus médicos.
No cualquier proceso, dura tantos años y sigue vigente a pesar de la muerte del Chino, motiva películas realizadas por intelectuales que no son del partido, monografías, estudios y cosecha comentarios respetuosos de importantes personalidades como el arquitecto Livinsgton, o el observatorio de deuda social de la UCA.  Además de ganarse el corazón de los vecinos.
 
La contaminación del Riachuelo y del Rio Reconquista, se metieron en el Barrio
 
A principios del año 2007, la contaminación de la cuenca de Riachuelo, cobraba sus víctimas en los barrios carenciados.
Sufríamos el basural de los ríos Reconquista, del Riachuelo y del SEAMSE de Gonzáles Catán, que acumulaba montañas de basura.
La resistencia a la contaminación existía, se había logrado cortar la ruta para sacar a luz el basural de Catán, se comenzaron a reunir los vecinos auto convocados de Catán y sobre todo la resistencia en Entre Ríos, marcaba un camino.
Juan Carlos Alderete y los desocupados, nos pidieron colaboración para enfrentar el problema.
Constituimos un equipo en el partido, con El Chino, Mendizabal, el compañero Pedro, secretario de San Martin y el que escribe esta nota, en ese momento abogado que colaboraba con los desocupados.
Nos presentamos en la causa Mendoza, ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación con una línea independiente, señalando que nuestros barrios eran los más afectados, que se necesitaban obras, que los desocupados necesitaban trabajo, y que el problema era político, o sea  que se consideraba la salud de la población como un gasto, en lugar de considerarla como una inversión.
Fuimos parte de ese juicio histórico, que se encuentra reflejado en los diarios de la época, y en nuestro periódico Hoy durante todo el 2007.
Tuvimos mucha ayuda técnica y conceptual del laboratorio de deuda Social de la Universidad Católica Argentina, que en general compartía nuestra visión de la solución necesaria.
Pasamos a integrar, la multisectorial contra la contaminación que se reunía en Bomberos Voluntarios de La Boca, que llegó a nuclear a más de 400 entidades.
En las reuniones de la multisectorial, mientras las organizaciones ecologistas, planteaban cosas justas sobre la contaminación, nosotros que en general coincidíamos con el diagnóstico, luego planteábamos que la solución era política, y que era necesario repetir en la medida de lo posible el ejemplo que nos estaba dando el pueblo entrerriano.
Ello nos valió el mote, de clasistas de la ecología, pero nuestra palabra era respetada, y realizamos tareas de frente único para la lucha, dentro de  la multisectorial, durante meses.
El gobierno K comprendió el peligro, nombro a Romina Picolotti, que venía de ser la asesora de los luchadores de Entre Ríos, secretaria de Medio Ambiente, creo un ente tripartito ACUMAR con la provincia de Buenos, la ciudad de Buenos Aires y La Nación, para sanear el Riachuelo, y la Corte avalo la maniobra K pasando las actuaciones al juez federal de Quilmes para que controle como se limpiaba el basural acuático.
Esto se completó con la división de la multisectorial, donde muchas instituciones influenciadas por el PC, como la coordinadora de recursos hídricos de Lomas, pasaron a colaborar con el nuevo esquema, mientras otros organismos particularmente de la ciudad de Buenos Aires, y su organismo más poderoso los bomberos voluntarios de La Boca,  se desmovilizaron, pensando que la lucha había triunfado.
En pocos meses, el ACUMAR se convirtió en una cueva de ladrones, hoy totalmente copado por La Cámpora, con un presupuesto monstruoso, que usan indiscriminadamente, el juez federal de Quilmes organizo su propio negocio, contratando a familiares para obras que nunca se realizaron, pero se pagaron. Romina y este juez, hoy se encuentran procesados por defraudación, pero la contaminación sigue vigente.
El gobierno K como parte de su acumulación empresaria, de nuevo grupo de Burguesía intermediaria aplico una receta, que es interesante para conocer en concreto como manejan el estado para hacer negocios y al mismo tiempo desarmar posibles focos de resistencia popular.
Crean un ente por afuera de la ley de ministerios, por eso lo hacen Tripartito, ello permite dotarlo de recursos propios, luego con la ley de emergencia, que constantemente prorrogan, reasignan partidas, y manejan el ente y sus negocios, sin licitaciones etc.- En este caso para avanzar, tuvieron que dividir y subordinar el campo popular. Lógicamente tuvieron amigos para facilitarles la tarea.
De este periodo, son los dos artículos que en recuadro reproducimos, elaborados junto con El Chino, y publicados por el Hoy – Números 1165 del 9 de mayo del 2007 y en el número 1177 del 1 de agosto del 2007.
Recomendamos a nuestros lectores, leer estos artículos que están en los recuadros, porque son más importantes que esta nota por el análisis concreto de un tema concreto que pudimos elaborar en el medio de la lucha, al mismo tiempo reflejan que teníamos debilidades para entender cómo eran los K y que maniobra de largo alcance estaban pariendo.
Los reproducimos en forma integral, porque con las actuales inundaciones, vale la pena volver a lo que ya tiene elaborado nuestro partido con el estudio de temas que siguen vigentes, y por otro lado es un homenaje al Chino, porque demuestra, que mientras enfrentaba las enfermedades de sus pacientes y recetaba como cualquier médico, como comunista, contribuía a organizar la resistencia contra la contaminación, elaboraba junto a sus camaradas, participaba de la multisectorial. etc.
La experiencia que protagonizó El Chino, es una experiencia valiosa y digna de ser estudiada.
Existen otras experiencias de profesionales e intelectuales que también valoramos mucho, en el convencimiento de que nuestra clase obrera y su partido, necesita  del concurso de científicos respetados, de profesionales que sirvan al pueblo, de intelectuales y artistas creadores, y sobre todo que cada experiencia es distinta, concreta, creadora, y que no existen modelos para copiar, solo experiencias para analizar y aprender.
 
La Multisectorial del Río Reconquista denuncia causas y complicidades en la contaminación de la cuenca que afecta a más de cinco millones de personas.
Durante las jornadas del encuentro ínter cuencas, realizado en el Tigre el domingo 22 de julio, los compañeros de la Multisectorial del Río Reconquista nos acercaron esta investigación.
Los datos sobre la salud que aportan son muy parecidos a los que arroja la investigación realizada por el equipo de salud en el Barrio María Elena en La Matanza.
El saqueo ambiental mata, y es mucho más duro en las barriadas más pobres. Nuestro carácter de país oprimido se manifiesta en el saqueo ambiental, mediante la corrupción de su Estado, la tolerancia y el acuerdo con los contaminadores, y sobre todo con la postergación de obras elementales para la salud de la población, como el agua corriente y las cloacas, en un momento en que las reservas acumulan miles de millones de dólares, que se guardan para pagar deuda externa, en lugar de destinarlos a la salud de la población.
 
Río Reconquista, un basural acuático
 
La cuenca del Río Reconquista es, junto a la del Matanza-Riachuelo, el cauce fluvial más contaminado del país. Desde su nacimiento en el Dique Roggero atraviesa un total de 18 partidos del oeste y norte del conurbano bonaerense (Tigre, San Fernando, San Isidro, Vicente López, General San Martín, San Miguel, Malvinas Argentinas, José C. Paz, Tres de Febrero, Hurlingham, Ituzaingó, Morón, Moreno, Merlo, General Rodríguez, Luján, Marcos Paz y General Las Heras), donde hay instaladas alrededor de 14.000 industrias y habitan cinco millones de personas, de las cuales más de un millón (el 32% no tiene agua de red y el 61% no cuenta con cloacas) se ven afectadas por la contaminación.
Cuando el río nace en el Dique Roggero registra una baja polución y un nivel normal de oxígeno disuelto en el agua. Esta tendencia es común en todo lo que se denomina “el primer tramo” que llega hasta el Puente Cascallares. A partir de allí comienza el “segundo tramo” que sigue hasta Bancalari.
En este tramo el río recibe directamente o a través de los arroyos y otros cursos de agua desechos cloacales de domicilios particulares mediante vertederos clandestinos o empresas de desechos (camiones atmosféricos). También en esta zona se ve claramente la presencia de basurales clandestinos en la ribera del río y el vertido de sustancias contaminantes con escaso o nulo tratamiento previo por parte de diversas industrias: frigoríficos, laboratorios que producen pesticidas, papeleras, la tabacalera Massalin Particulares (parte de la multinacional Phillip Morris) cuyas vertientes de su planta en Merlo son visibles desde las vías del Ferrocarril Sarmiento, textiles y petroquímicas entre otros. Estas características se redoblan cuando el Arroyo Morón, uno de los principales cursos de agua menores de la cuenca, desemboca en el río.
También entre la desembocadura del Arroyo Morón y Bancalari comienza la zona en que una gran parte de los terrenos adyacentes al río es utilizada por el Ceamse para descargar desechos domiciliarios. En este tipo de rellenos sanitarios se genera el lixiviado (líquido ácido con altas concentraciones de iones metálicos, contaminantes orgánicos, nitrógeno amoniacal y otros tóxicos) que contamina las napas subterráneas y al río mismo.
Desde Bancalari hasta el Río Luján se encuentra el llamado “tercer tramo” del río. Este es el más afectado donde el nivel de contaminación es altísimo, el oxígeno disuelto en agua es escaso o nulo, los barros son tóxicos y en marea baja el río huele a sulfuros. En esta zona también hay gran concentración de industrias metalúrgicas y químicas. Al llegar a la zona de Tigre el río se divide en el Canal Aliviador (Pista Nacional de Remo) y los dos cursos naturales: Río Tigre y Río Reconquista Chico, separados por una compuerta del canal aliviador.
 
Contaminación por varias generaciones
 
Los análisis químicos realizados el año pasado a las aguas del Reconquista dieron como resultado que: el nivel de oxígeno disminuye 20 veces desde el nacimiento a la desembocadura. Los fenoles (indicadores del volcado de aguas servidas y descargas industriales sin tratar) presentan valores de 500 a 1.000 veces superiores a lo establecido en las normas. Las concentraciones de metales pesados en el agua son hasta 160 veces mayores a los de la guía. Los casos extremos corresponden al cromo, en Bancalari, y al cobre en Cascallares. Se detectaron pesticidas organoclorados en valores entre 40 y 400 veces superiores a lo tolerado para la protección de la vida acuática. Algunos de los pesticidas hallados fueron prohibidos en 1970. La presencia de bacterias coniformes (indicadores de contaminación cloacal) es muy elevada, en especial en la confluencia del Arroyo Morón.
Las sustancias encontradas en el Río Reconquista poseen efectos carcinogénicos, mutagénicos y embriotóxicos (atraviesan la placenta y afectan al feto), que son persistentes en el ambiente y pueden ser absorbidas por el cuerpo, por inhalación, ingesta o contacto. El efecto acumulativo de estos tóxicos se ejerce por lo tanto no solo sobre la población actual, si no también en las siguiente generaciones.
Uno de los casos más analizados es el barrio El Arco, ubicado en la localidad de Benavídez, que cuenta con cerca de 30 manzanas y es atravesado por un arroyo perteneciente a la cuenca.
Según una investigación realizada por la “Fundación Pro-Tigre” en febrero del 2006 se habían detectado 14 casos de cáncer y se habían registrado 37 muertos por esta enfermedad en dicho barrio.
 
El plan de saneamiento ambiental de Duhalde que contaminó todo el Delta
En 1998, durante el gobierno provincial de Eduardo Duhalde, se creó la Unirec (Unidad de coordinación del proyecto Río Reconquista) con el objetivo de sanear y controlar las inundaciones en la cuenca.
Contenía tres proyectos: El primero, de obras para el control de inundaciones por lluvias y sudestadas; el segundo, de obras y planes para el control de la contaminación doméstica e industrial; y el tercero, que consistía en planes y acciones institucionales.
El plan fue financiado por la Provincia de Buenos Aires ($ 150 millones), el Banco Interamericano de Desarrollo ($ 150 millones) y The Overseas Economic Cooperation Fund del gobierno de Japón ($ 71 millones).
El 5 de agosto del 2000 los vecinos del Delta veían que el agua de los ríos estaba más turbia, que arrastraba basuras y que, dependiendo del viento, el olor a podrido era insoportable ya que la corriente les llevaba la contaminación del Reconquista. Esto coincidía con la fecha de finalización de las obras de “Adecuación del Canal Aliviador y Obra de Admisión Canal Aliviador”.
Las empresas Dragados y Obras Portuarias SA y Pagliettini SA llevaron a cabo, por un monto de $ 34.439.188, la obra que en parte se basaba en la construcción de un terraplén para desviar el cauce contaminado del Reconquista al Canal Aliviador.
Esto, sumado a la disposición de lodos contaminados del río en dicho canal, causó que el desvío contaminara al Río Luján y a través del cauce de éste contaminara diferentes ríos del Delta. Este impacto fue tan grande que llegó a la justicia y fue tomado por los medios comerciales, tales como Clarín (en su edición del 16/09/2000) y La Razón (en su edición del 07/09/2000).
 
Datos estadísticos: Fundación Pro-Tigre y Cuenca del Plata.
 
 
Hoy 1428 / Reportaje a Néstor Olivieri, el “Dr. Chino” –  18/07/2012 
“Un 25% de los niños pesa menos de lo normal”

 
El “Dr. Chino”, Néstor Olivieri, director de la Sala de Salud 7 de Mayo, nos cuenta la real situación sanitaria de los matanceros.
“Dr. ¿cuál llevamos?”, dice un trabajador de la Sala mostrándole dos frasquitos a Néstor Olivieri, más conocido como el Dr. Chino, quien dirige la Sala de Salud 7 de Mayo, creada hace 25 años en el Barrio María Elena, en el corazón de La Matanza. “La lenta”, dice Olivieri, y agrega, para nosotros: “Es insulina para un paciente internado en el Paroissien, y se la tenemos que mandar nosotros, porque no tienen”. 
Un ejemplo contundente de que “La situación de la salud y de los servicios de salud en La Matanza es realmente grave. El gobierno no tiene intención de mejorar esto. Se ha inaugurado el hospital Alberto Balestrini, en Camino de Cintura y ruta 21, que es grande ediliciamente. Es famoso porque lo inauguraron cinco veces. Lo único que está en funcionamiento es la guardia, con un pequeño servicio de rayos y un laboratorio. Es una cáscara vacía. El hospital de agudos del km 32 funciona por la mitad. El único que funciona a pleno es el Paroissien. O sea, un hospital y medio para 2 millones de personas, mientras en la Capital Federal hay 33 hospitales para 3 millones de habitantes”. 
Olivieri agrega que los hospitalitos municipales, y el de niños de San Justo, tienen dificultades para cubrir las guardias. “Esto se da en medio de una crisis social cada vez mayor. Nosotros hemos llegado a la conclusión de que el principal problema de salud de los niños de La Matanza es el nutricional, el de los jóvenes las adicciones, y en los adultos las enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión”.
El Dr. Chino ejemplifica las condiciones de vida de los matanceros, contando que el comedor que abrieron en la sala en el 2001, “nunca lo pudimos cerrar, y nunca dimos menos de 200 viandas por día. Hoy se cocina para 230 personas”. 
“25% de los chicos tienen bajo peso”
 
“En algún momento se dijo que con este gobierno había disminuido la desnutrición y que el problema principal era la obesidad infantil. Nosotros hemos comprobado que no es así, porque hemos hecho un censo nutricional”, relata Olivieri. Este censo significó pesar y medir a todos los niños de 0 a 12 años del Barrio Elena: 1.000 chicos. Un inmenso trabajo de cerca de 150 personas, entre profesionales, agentes de salud y delegados de las 57 manzanas del barrio, y que duró tres meses, poniendo en práctica la consigna escrita en el mural exterior de la Sala, de que “el pueblo debe tomar en sus manos la lucha por la salud”. “No esperamos que vinieran a la Sala, fuimos a cada una de las manzanas. Avisábamos previamente que tal día a tal hora llevábamos las balanzas a una casa, y en tres horas pesábamos y medíamos a todos los chicos de esa manzana”. 
Luego vino la etapa de procesar las mediciones, lo que llevó a un debate sobre cómo medir el estado nutricional, “porque las últimas tablas son distintas a las que usábamos, y hacen que la desnutrición sea menor”. El resultado de esta tarea son seis gruesos volúmenes de tablas estadísticas y análisis de todos los niños censados. “Del 100% de los niños censados, el 35% tiene problemas nutricionales. Un 10% de los niños pesa más de lo normal, pero un 25% de los niños pesa menos de lo normal. No es el porcentaje del 2001, que llegaba a 35% de desnutrición, pero es el 25%. Sobre la base del censo, vamos viendo cómo podemos ayudar a cada chico. Porque la realidad es un poquito mejor que el 2001, pero nosotros queremos cambiar esa realidad”.
Sobre la base del censo redoblaron la pelea con las autoridades municipales para conseguir nombramientos en la Sala: “Conseguimos cinco. Una pediatra. Una trabajadora social, dos enfermeros, dos agentes de salud, uno para estadísticas y otro para mantenimiento”.
 
El trabajo en la Sala
 
Recorremos la Sala, y una compañera nos va presentando con orgullo a las cocineras, los que reparten la leche, las que arman las vendas, los que atienden la farmacia, en medio de los vecinos que se agolpan esperando ser atendidos, muchos con sus criaturas. 
Cuando Olivieri se pone a enumerar el trabajo en la Sala, las cifras son impactantes. La sala es la que más vecinos atiende de todas las salas, pues a las consultas médicas hay que sumarle las 230 viandas que elabora el comedor, los 5.000 kilos de leche que se reparten por mes. La sala tiene una farmacia, con remedios del Plan Remediar: “importante al margen de donde salen los fondos, porque es a base de un préstamo que engrosa la deuda externa. Nosotros recibimos 17 botiquines. El resto de las salas como la nuestra recibe uno o dos. También conseguimos algo de provincia. Con esto llegamos a un 70, 80% de las necesidades de medicamentos”. Inmediatamente Olivieri aclara “De las necesidades que vemos, que es una parte, adónde podemos llegar. No es a todos”.
La Sala tiene hoy pediatra, médicos, ginecólogo, dentista, enfermería, y una enfermera de vacunación “que pagan los vecinos”. “Asistimos a mil personas por día. Es un número mayor al de todas las otras salas juntas”. A esto, la Sala suma el trabajo de los agentes sanitarios, vecinos que hacen cursos en la Sala. “Este año, el 4 de abril, empezamos el curso número 25. Queremos hacer una reunión para juntar a los más de 600 agentes formados en estos años. Así que desde un punto de vista estamos conformes con nuestro trabajo, y al mismo tiempo tenemos muchas necesidades, como elementos para enfermería, odontología, sillas, bancos. Vamos a un plan de lucha un poco mayor”. 
 
“El trajín de los pacientes”
 
Sobre las afirmaciones del gobierno nacional sobre inversiones en salud, que han dado trabajo a los jóvenes, y sobre el Plan Progresar, Olivieri ejemplifica: “Todos los días tenemos un caso para internar. Ahí empieza la lucha y el trajín de los pacientes. Si el paciente se tiene que hacer un ecodoppler de alguna vena obstruida, hay un aparato en el Paroissien, solamente. Tuvimos un paciente con un ACV, 22 de presión, y había que hacer una tomografía. Lo llevamos en la ambulancia. En el Hospital del 32 no tenían placas, en el Paroissien, estaba enferma la persona que operaba el tomógrafo. Terminamos en el Posadas, y el paciente se murió. Esta es la realidad en salud. Con los niños, sabemos que en mayo-junio va a haber una epidemia de bronquiolitis, como todos los años, para chicos de 0 a 3 años. En el hospital de Niños hay 100 camas y va a haber 20 internados. Un director de Salud dijo “no importa, la cama es grande y entran dos chicos por cama”.
Sobre el Plan Progresar, Olivieri dice: “estamos haciendo todo lo posible para que los jóvenes ingresen a este plan. Son 600 pesos, que para algo sirve. Es poco. Pero de 10 jóvenes, tendrá 1. No es para todos. La Asignación Universal fue más importante. El gobierno tapa agujeros, porque su objetivo es otro”.
 
Contaminación
 
“Hay una epidemia impresionante de forúnculos”, cuenta Olivieri. “Al enfermero lo tuvieron que operar, y tiene peligro de perder el brazo, porque tiene una infección muy importante, resistente a los antibióticos. ¿Por qué? No hay otra respuesta que la contaminación. Agua mala, no hay cloacas, por todos lados hay zanjas con aguas servidas, basura por todos lados, basurales a cielo abierto, el Ceamse a pocos kilómetros. La contaminación es cada vez peor. Con las lluvias cada vez se desbordan más los arroyos. Tuvimos 40 evacuados en la última inundación. Tuvimos que usar por primera vez la Sala como centro de evacuados. El arroyo lo tenemos a una cuadra. 
“Yo cuento que mi primer guardia en La Matanza, hace 25 años, fue con los evacuados del Río Matanza. Y el otro día lo mismo. No cambió nada en 25 años. Habiendo organismos específicos sobre el Matanza-Riachuelo con todo un plan, presupuesto, resoluciones de la Corte Suprema, y la mar en coche, y seguimos igual. Hay gente que evacuaron de las orillas de ríos y riachos, y la trajeron a un barrio acá cerquita. Son lindas casas, pero no tienen cloacas. Los desechos del barrio van al arroyo, que va al Matanza, que desagua en el Riachuelo. No tiene nombre lo que están haciendo. Desde el punto de vista sanitario el tema de la contaminación no está resuelto ni por las tapas.” 
En el fin de la entrevista, el Dr. Chino afirma: “Vamos a tener un año movido. Y estamos contentos de poder estar y participar de la lucha por una salud mejor, que contemple al menos una parte de las necesidades de las personas”.
 

NO a la DROGA
 
“Se ha agravado el tema de la adicción a las drogas”, el principal problema de salud de los jóvenes, introduce Olivieri. “Hay un importante porcentaje de la población que consume alcohol y drogas llamadas prohibidas. Esto trae gravísimos problemas en los jóvenes de los barrios humildes. Esto en una situación de escaso trabajo, con jóvenes con pocas posibilidades de progresar. No pueden estudiar, no pueden trabajar. Si forman un hogar no tienen donde vivir. Hay un gran esfuerzo en los jóvenes pero la situación los agobia”. Nos cuenta nuestro entrevistado que desde hace siete años realizan en la Sala tratamiento de las adicciones “que ha ayudado a algunos jóvenes, y aprendimos en estos años. Estamos tratando de profundizar no sólo en el tratamiento, sino en el problema de la droga. Tenemos una consigna, en medio de la polémica de cómo avanzar en -por lo menos es lo que queremos nosotros- la erradicación de la droga. Decimos no a la droga. No estamos de acuerdo con la legalización ni con lo que llaman disminución de los daños, nosotros no repartiríamos jeringas para que no se contagien del SIDA. Sí acordamos con repartir profilácticos. No queremos que nuestros jóvenes se droguen”.
El Dr. Chino cuenta que han discutido que “No podemos estar solos en esto”. Fueron a un debate con la Secretaría de Salud del Municipio, para que defina su posición frente a la droga. “Lo único que hicieron es darnos una cama en el Hospital del Km 32 para internar algún adicto”. Están haciendo tratativas con la Iglesia: “depende con qué sector hables, están más dispuestos o no”. Y dice que están reuniéndose con la CCC de La Matanza, “porque la CCC ha decidido tomar el tema de las adicciones”, para ver un plan concreto en los barrios. “Es una pelea global, no solo el tratamiento y la prevención”.
“Desde la consigna No a la Droga vamos al debate con los agentes de salud, con los vecinos, con los propios jóvenes, de quiénes son los responsables de que haya droga. La línea oficial de la Secretaría de Salud responsabiliza a la familia ‘los padres que no se ocupan, o los pibes que entraron en el vicio’. Nosotros sabemos que no es así. Hace falta tierra para las plantaciones, laboratorios, camiones, aviones y barcos para el transporte para este inmundo negocio. Decimos que las drogas son una lacra del capitalismo, que este sistema utiliza para tratar de desviar el espíritu revolucionario y de cambio de los jóvenes, y por eso impulsamos que esta línea gane en todos los movimientos que luchan por cambios en nuestro país, para luchar a fondo contra la droga. Si no, es muy difícil que tengamos éxito inclusive en los tratamientos”.
 
Hoy 1428 / Reportaje a Néstor Olivieri, el “Dr. Chino” –  18/07/2012 
“La salud depende de las condiciones de vida y trabajo”
 

Los logros y las luchas de la Sala de Salud de la Junta Vecinal “7 de Mayo” del Barrio María Elena, La Matanza, contados por su director.
 
Ya desde afuera de la Sala uno se da cuenta que no es una más. Un bello mural en una de las paredes anuncia “El pueblo debe tomar en sus manos la lucha por la salud”. Al frente, la ambulancia de la Sala, con las siglas CCC pintadas en su carrocería. Nos recibe Néstor Olivieri, director de la Sala, conocido por todos como el “Dr. Chino”, y nos muestra las novedades en este centro de salud que atiende a una población de 50.000 personas de los barrios María Elena, El Porvenir, Latinoamérica y La Juanita, en la localidad de Laferrere del municipio de La Matanza.
 
La Sala, que creció desde hace 25 años levantada por los vecinos, hoy tiene dos plantas, y un plantel de médicos, ginecólogo, enfermera, dos profesionales en salud mental, cocineras, una mesa de atención, farmacia, y varios agentes de salud, formados en la misma sala y que conforman una red sanitaria invalorable, junto a las personas que cubren mil y un tareas. “Ahora no tenemos pediatría, porque se fueron por la gran demanda y el poco sueldo”, dice el Dr. Chino, mientras agrega, como dato de que “nos cuentan que está todo bien, pero la realidad es otra”, que en la sala funciona un comedor, que abrió en el 2002, y da de comer a 200 personas todos los días.
 
“Repartimos 5.000 kilos leche por mes, en plata son casi 200 mil pesos, el valor de una casa”, comenta Olivieri, y nos dice que hace poco hicieron una reunión de los trabajadores de la Sala, donde realizaron un balance de estos 25 años de lucha, y que viendo los logros pudieron afirmar “hemos triunfado”, y a la vez se plantearon “tenemos que seguir luchando”, trazándose objetivos inmediatos en esta pelea colectiva contra las consecuencias de políticas que no solucionan los problemas de la gente, ni mucho menos.
 
El Dr. Chino se saca una foto con las cocineras, y muestra la montaña de kilos de leche, en medio de un salón donde vecinas hacen una feria americana con la que juntan unos pesitos para la Sala, que ha multiplicado sus actividades, en una muestra práctica de cómo se entiende la lucha por la salud en este rincón matancero. “Nos hemos especializado en la diabetes, tenemos trabajo con la tuberculosis. Tenemos apoyo escolar los sábados para 50 chicos, a los que damos desayuno. Tenemos profesor de guitarra. Un grupo de estudiantes universitarios de medicina y de arquitectura viene a aprender y a enseñar. Hemos ampliado odontología; al dentista que tenemos sumamos gente del grupo Odontólogos Solidarios Argentinos, que vienen una vez por semana y hacemos trabajo de campo en las escuelas, en las iglesias”.
 
La salud desde Belgrano a hoy
Olivieri afirma: “¿De qué nos hablan cuando nos dicen que está todo bien? Nos quieren engañar, pero no somos tontos, nos damos cuenta que lo que nos cuentan es mentira, por lo menos en una gran parte”. Y cuenta que en el Hospital Italiano le hicieron una historia clínica a Manuel Belgrano: “un gran patriota, un gran luchador, y un gran enfermo. Tuvo sífilis, tripanosomiasis (mal de Chagas). Murió hace casi 200 años, y esas enfermedades siguen estando. Hay tuberculosis, hay sífilis, hay tripanosomiasis, hay desnutrición. No está resuelto el tema”.
 
El Dr. Chino va describiendo la situación en la salud popular “que está en crisis. Y la salud pública está más en crisis. Las infecciones, las bronquiolitis, enfermedades respiratorias importantes, a la orden del día, lo mismo que enfermedades crónicas como hipertensión arterial, diabetes. Ahora hay mucha gente con forúnculos, y es por la contaminación. El tema de la basura no está resuelto, y no hay cloacas. El Ceamse entierra la basura y contamina el agua. La mitad de la población no tiene ni agua potable ni cloacas.
 
“Hay epidemias de bronquiolitis como todos los años. El hospital de niños de La Matanza tiene 100 camas y hay 200 internados. Es irrisorio que un partido de 2 millones de habitantes tenga 100 camas pediátricas, el 15% de lo que tiene que tener. Para 30.000 nuevos nacimientos por año, las camas obstétricas alcanzan a 7 u 8 mil partos. Los demás se tienen que ir a otros distritos, o a la casa. Hay un hospital nuevo, en el Km 32, un edificio impresionante, que está funcionando menos de la mitad, porque la otra mitad está vacía, sin profesionales, ni insumos, ni camas, ni nada. El hospital materno infantil de Laferrere está cuatro días a la semana sin guardia pediátrica, porque no hay pediatras. No tiene neonatólogos ¿quién atiende a los chiquitos que nacen con problemas? Ni hablemos de la salud mental. No hay psiquiatras”.
 
Sobre esto agrega el Lic. Hugo Pollola, psicólogo social que trabaja hace años en la Sala: “No debe haber más de 8 o 9 psiquiatras, y menos de 40 trabajadores de salud mental en toda La Matanza. 60.000 personas cada uno”, ironiza, y describe la grave situación de violencia que atraviesan los barrios, con cuatro muertos sólo el fin de semana en El Porvenir, peleas entre transas, con la policía pegando terribles palizas a los pibes, “Y te pasan en los medios la inseguridad para las capas medias. Esto es un polvorín”. Olivieri aprovecha para describir el trabajo que se hace con los jóvenes y la droga. “Seguimos con los grupos, desde hace años, todos los viernes. Ahí están más metidos los de salud mental”.
 
La relación entre desnutrición y desarrollo mental, en esta sala tiene nombre: Cali. “Un pibe que está con nosotros en la sala. Tuvo desnutrición entre los 4 y los 8 meses. Con la leche lo logramos sacar, y dejó de ser desnutrido físicamente. Pero a los dos años le preguntabas como te llamás, y te decía “Cali”, por Carlitos. A los cinco te decía Cali, y a los 12 te decía Cali. Hasta ahí llegó. Ese fue el primer desnutrido que tratamos, y con él aprendimos que la desnutrición es física y psíquica. Ahora vamos a un nuevo relevamiento del estado nutricional en el barrio”.
 
Una lucha en varios frentes
Trabajadores, pacientes y vecinos toman en serio la consigna del mural, y dan la pelea en dos frentes. “Participamos de las movilizaciones, como sala. Estuvimos el 2 de abril, en el corte de la Richieri con la CTA, en la marcha a Plaza de Mayo con la CGT, y además tenemos nuestras reivindicaciones específicas con la Municipalidad, como Sala de Salud. A veces pedimos la colaboración de la CCC para alguna marcha”, dice Olivieri, y describe la complejidad de una sala que es municipal, pero donde “La leche viene a través de provincia y los insumos del comedor vienen de nación. Los últimos nombramientos son nacionales. Acá yo tengo una beca provincial de $3.000 por mes. Aparte soy médico municipal”.
 
El Dr. Chino enumera los objetivos inmediatos, y los pedidos que han hecho al municipio recientemente: “Algunos ya los conseguimos, como el aumento de 3.000 a 5.000 kilos de leche por mes. Pedimos un pediatra, una trabajadora social, dos personas de servicio, personal administrativo. Si hasta determinada fecha no se resuelven los pedidos, saldremos a la lucha.”
 
Medicina social
Olivieri dice que “Hay un debate sobre qué es la medicina social. Para nosotros es luchar para conseguir que la salud sea pública, gratuita, accesible e igualitaria para todos. Eso sólo se puede conseguir con la participación del conjunto de la población, por eso es la consigna que tenemos en la pared que ‘el pueblo debe tomar la lucha por la salud en sus manos’. Nosotros pensamos que eso es el corazón de la medicina social: construir una salud pública gratuita, y que todos nosotros, los pacientes, los vecinos, el equipo de salud, luchemos por esto, y que la gente se haga protagonista. Es una lucha dura y difícil”.
 
Polemiza con la definición de salud de la Organización Mundial de la Salud, que dice que “es el bienestar físico y síquico de las personas”. “Ahí no está claro de qué depende ese bienestar. Nosotros con el mismo énfasis decimos que la salud depende de las condiciones de vida y trabajo de las personas. Si una persona con su trabajo gana para comer, para vestirse, para educarse, para recrearse, va a tener salud. Si no, va a triunfar la enfermedad. Nosotros decimos que con esa definición de salud nos tenemos que introducir en la lucha social, porque si no es imposible resolver el problema de la salud”.
 
“Peleamos por la medicina social ahora, porque es la mejor forma de impulsarla para un futuro. Esto está en debate en todos lados. Nosotros nos estamos preparando para resolver los problemas de fondo de la Argentina. Esto es una semillita muy pequeña de lo que podría ser un país con salud para la mayoría del pueblo. Porque entre el 70 y el 80% de las enfermedades en nuestro país son evitables, como las infecciones, los problemas nutricionales, etc.”.
 
 
Quince días sin agujas
 
El largo brazo del secretario de Comercio Moreno, como ejecutor de la política del gobierno de cerrar importaciones, sin sustitutos en la industria nacional, se siente en la Sala. Olivieri cuenta que “Estuvimos 15 días sin agujas porque acá no hay nadie que las fabrique, y no hay importación… Dicen que van a estimular la industria argentina, pero mientras tanto, ¿con qué ponemos inyecciones, con escarbadientes?”