Fue una histórica militante de Abuelas de Plaza 25 de Mayo, Darwinia Gallichio. Durante más de 30 años, luchó por encontrar a su hija Stella Maris y su pareja Juan Carlos Vicario, y la hija Ximena de un año.
Darwinia encontró a su nieta cuando tenía ocho años, pero debió esperar cinco años para recuperarla. Fue muy difícil y también trabajoso lograr que le restituyeran a la niña su verdadera identidad. La Justicia equiparó sus derechos como abuela biológica con los de la apropiadora. Contra esa Justicia y muchos medios de comunicación luchó como una leona. En los últimos años hablaba del cariño que había sabido construir con su nieta. Y de la fortaleza que había adquirido en la pelea contra los poderosos de todo tipo.
En una entrevista realizada en el año 2004, planteó: “Cuando nosotros no estemos, la esperanza que tenemos es que la juventud tome nuestras banderas y las siga defendiendo”.
Este año, el 25 de Mayo, Darwinia participó del acto de la Comisión de Enlace en el Monumento a la Bandera. Esa actitud digna y valiente, que asumió públicamente con una carta dirigida a Eduardo Buzzi, de la Federación Agraria, le valió un distanciamiento con algunos históricos compañeros de ruta.
03 de October de 2010