Que la crisis la paguen las patronales, los banqueros y terratenientes
Prohibición de despidos y suspensiones. Aumento salarial
No al plan de los Kirchner que hace pagar la crisis al pueblo
No al FMI. No al pago de la deuda externa. Ni un dólar al exterior
Viva la ocupación de General Motors. Por el triunfo de todas las luchas.
Se cumplen siete años de la gran rebelión popular del 19 y 20 de diciembre. En ese diciembre caliente, el pueblo ganó las calles contra el gobierno de De la Rúa y Cavallo que en el marco de una profunda crisis capitalista dejó a los trabajadores sin sus puestos de trabajo, a los ahorristas sin sus depósitos, a los deudores hipotecarios sin sus viviendas, sumiendo a la mayoría del pueblo en la miseria. Esa rebelión popular volteó al gobierno y enfrentó maniobras continuistas, enfrentó al aparato represivo oficial derrotando el estado de sitio, profundizando el auge de las luchas que hasta hoy no han podido cerrar. El 19 y 20 nos dejó grandes enseñanzas y abrió un nuevo periodo de luchas, así como también ha dejado inconclusas grandes tareas. No hemos resuelto las terribles condiciones de vida de los trabajadores, la independencia nacional ni hemos logrado deshacernos de las fuerzas de represión asesinas del Estado que han actuado contra la lucha obrera y popular, sin que hoy haya un solo preso de los responsables de los 38 compañeros asesinados.
La actual crisis capitalista mundial abre un período de rebelión obrera y popular incluyendo los principales países imperialistas. La crisis del imperialismo no es solo económica, es también política y militar fruto de de las heroicas resistencias de Irak, Palestina y demás luchas mundiales. Esta nueva crisis que se cierne hoy sobre el mundo entero, plantea un grave peligro para todos los explotados y pueblos oprimidos, pero a la vez enfrenta nuevamente de forma aguda al capital y los trabajadores, al imperialismo y los pueblos y países oprimidos dando una nueva oportunidad de terminar el trabajo que nos ha quedado pendiente de aquellas jornadas revolucionarias que vivimos en la Argentina hace 7 años.
La crisis golpea en todos los países. Varios millones de trabajadores ya han sido despedidos en Estados Unidos y en todo el mundo. Lejos del desacople prometido por Cristina Kirchner, nuestro país está involucrado hasta el cuello en la crisis mundial. Más de 200.000 compañeros soportan despidos, retiros forzados, vacaciones adelantadas, suspensiones o reducciones salariales.
En 2001, un gobierno capitalista -el de la Alianza- fogoneaba la crisis con los planes de ajuste del FMI. Hoy, el gobierno que tenemos dice todo el tiempo que "enfrentará activamente la crisis", que defenderá "el trabajo nacional y la producción", pero financia la fuga de capitales, que ya se llevó 28.000 millones de dólares en poco más de un año, y también la devaluación del peso y de los salarios. Los Kirchner aseguran que la estatización previsional servirá para "reactivar la economía", pero destinan esos fondos a pagar la deuda externa y a subsidiar a los pulpos industriales, agrarios y mineros y las privatizadas. Medidas urgentes son: un aumento real de los salarios y las jubilaciones y los subsidios a los desocupados para recuperar lo perdido por la inflación. Importes miserables por única vez como los 200 pesos otorgados a los jubilados solo convalidan esta política de despojo.
Mientras tanto, las patronales continúan despidiendo y suspendiendo, lo que agrava la desocupación, la caída del consumo popular y la propia recesión. En vez de prohibir los despidos a las empresas, que no han parado de llenarse los bolsillos todos estos años, el gobierno y las direcciones sindicales propatronales impulsan el esquema que impusieron en petroleros e intentaron en General Motors, el canje de retener el trabajo a cambio de reducciones salariales ilegales o mediante el despido de contratados, suspensiones y rebaja salarial, incluidas claúsulas de “paz social” como en el caso de la UOM.
La deuda externa, lejos de estar cancelada, trepa a ritmos exponenciales por la indexación al CER y las provincias entran todas en rojo, incapaces de enfrentar su déficit fiscal. El gobierno intenta incluso tomar nueva deuda con el Club de París o los fondos buitres sin renunciar al FMI. La sucesión de impuestazos de los gobernadores, tanto oficalistas como de la oposición, son la herramienta elegida para hacernos pagar la crisis.
Sectores de las cámaras empresariales y la oposición de otros sectores de las clases dominantes como los Carrió, los Macri, los Morales, Cobos, los Duhalde, los Solá y los Lavagna además de avalar los pagos de la deuda, las privatizaciones y la jubilación privada promueven una devaluación mayor, al servicio de los monopolios exportadores y los terratenientes. Impulsan la variante de un ajuste fiscal más severo que muestre un país “serio” y con “seguridad jurídica” para poder contraer nueva deuda con el FMI. Este plan sólo agravaría las penurias populares.
Los gobiernos inyectan billones de dólares para salvar a los bancos y a los especuladores, pero no pueden impedir que la economía se encuentre en una profunda recesión con su secuela de desocupación y crecimiento de la miseria.
No se puede defender el consumo popular sin nacionalizar el comercio exterior, sin nacionalizar sin indemnización a la banca para recomponer el crédito a favor de las mayorías populares y no de los monopolios, sin desconocer toda la deuda externa ilegitima fraudulenta y usuraria y lanzar a partir de ahí un plan de reactivación basado en el aumento de los salarios y los gastos sociales, sin la reestatización y reconstrucción del sistema ferroviario y de todas las privatizadas bajo control de los trabajadores, sin un plan de obras públicas y viviendas también bajo control de los trabajadores.
Apoyamos la lucha de los obreros rurales por salarios y la liquidación del régimen de trabajo agrario de la dictadura; a la lucha de los pueblos originarios por la tierra; luchamos contra la expulsión de las tierras a los campesinos; por la expropiación sin pago de la propiedad terrateniente nacional y extranjera y de los pooles de siembra, por impuestos progresivos a las grandes fortunas.
El plan de las patronales, el gobierno y la complicidad de las dirigencias de las centrales sindicales, consistió en despedir en una primera fase a todos los compañeros y compañeras que trabajan bajo la modalidad de contratos basura. El gobierno intenta legalizar los despidos mediante los recursos preventivos de crisis. Y a esa política se sumó Moyano diciendo que no hay problemas en la flota de trabajadores efectivos, lo cual, además no es verdad. Hoy los despidos, suspensiones y falsos retiros voluntarios abarcan a miles de compañeros efectivos. Nuestra política es la unidad de efectivos y contratados, trabajadores en negro y desocupados, la unidad de la clase obrera.
Este acto apoya y llama a seguir el camino las luchas que se dan por salario y contra los despidos, empezando por la emblemática lucha de General Motors que ha ido a la huelga, la movilización y la ocupación de fábrica por el reparto de las horas de trabajo, a partir de la soberanía de su cuerpo de delegados y sus asambleas de fábrica que enfrentaron una y otra vez las maniobras del gigante automotriz, del gobierno de Kirchner y el de Binner y de la burocracia del Smata para hacer pasar despidos y suspensiones disfrazadas de despidos. Igualmente la lucha de Paraná Metal y Acindar que protagonizaron ayer una movilización multitudinaria en Villa Constitución con gran apoyo popular y en ese camino las automotrices cordobesas VW, Iveco y Gestamp que se movilizaron uniendo efectivos y contratados enfrentando la traición de la dirección de SMATA Córdoba; la ocupación de la gráfica Indugraf, la lucha de Ecotermo contra el despidos de activistas, la ocupación de Mahle en la UOM Rosario, la huelga de Oleosur en Santa Cruz, el combate de la cerámica Tandil, de los petroleros de Skanka, Kay y Pride, los de la pesca de Barilari y Conarpesa que desembocaron en la huelga de 48 hs de todo el puerto de Mar del Plata. La de lso bancarios en una lucha que combinó la pelea contra los despidos con el reclamo de salarios. Se trata de una primera gran reacción obrera frente a la crisis capitalista y su ola de despidos.
Rechazamos la política de los Moyano y de los Yasky de postergar el reclamo salarial para preservar los puestos de trabajo porque es al revés: la caída de nuestros ingresos agrava la recesión. Destacamos todas las luchas salariales, en especial de estatales, docentes, municipales, y trabajadores de la salud. De los docentes bonaerenses donde encabezados por las Seccionales opositoras de los SUTEBA se rebelaron contra acuerdos firmados a sus espaldas por Baradel; con ellos las luchas docentes de 17 provincias incluidas las universidades con sus trece paros que constituyen en conjunto el mayor contingente nacional contra los topes salariales del gobierno kirchnerista. En esa línea se inscribe la gran lucha del neumático traicionada por la burocracia sindical de Watsiejko de la CTA que defeccionó de la defensa del pliego salarial y de centenares de activistas represaliados.
Los trabajadores del Hospital Francés han marcado también un camino, logrando el pase al PAMI de la mayoría del personal y la estabilidad laboral de la Comisión Interna y decenas de activistas, tras varios años de lucha por la estatización. Otra gran batalla victoriosa contra los despidos fue la de los mil choferes de Ecotrans que lograron la reincorporación de 103 trabajadores luego de huelgas y movilizaciones, aunque al igual que los obreros mecánicos fueron castigados con interrupción de contratos.
Los trabajadores del INDEC vienen siendo un ejemplo, repudiando a las patotas kirchneristas de Guillermo Moreno, los traslados, contra los índices truchos y por estadísticas confiables al servicio de los trabajadores, logrando el reconocimiento de su Junta Interna.
El parazo del subte al que asistimos los otros días para defender su cuerpo de delegados y sus asambleas, como herramienta de lucha contra la patronal de Metrovías, frente a las patotas burocráticas de la UTA, es una batalla estratégica para toda la clase obrera argentina. Este acto se solidariza con el cuerpo de delegados del subte y plantea la necesidad de impulsar la elección de cuerpos de delegados democráticos, independientes y combativos en todas las fábricas, empresas y establecimientos.
Las empresas recuperadas y gestionadas por sus trabajadores como Zanon, Bauen, Renacer, entre otras, son una muestra viva de cómo los trabajadores podemos somos los únicos que podemos implementar un plan anticrisis en defensa de nuestros intereses y los del pueblo ante la crisis capitalista que nos amenaza. Desde este acto planteamos: Ocupación, expropiación y puesta en producción bajo gestión obrera de toda fábrica que cierre. Apertura de libros al control obrero, la expropiación inmediata sin pago de Zanon y todas las empresas recuperadas.
El falso plan anticrisis le otorga moratoria a los empresarios que evadieron durante la reactivación, blanquea capitales ilegales que emigraron y siguen emigrando impunemente, subsidia a los patrones para tomar empleados cuando los están echando, abre un negociado bancario y automotriz con los fondos de los jubilados, con intereses por debajo de la inflación que luego duplican los bancos: un robo descarado que también subsidia a las petroleras con los planes “plus”, propone a las familias endeudarse sin dar aumento salarial pagando tasas de interés que no podrán afrontar, insisten en subsidios al capital que ha financiado los negociados de las privatizadas y mediante las reservas del Banco Central proveen las divisas para la fuga de capitales.
Vamos por la prohibición de los despidos y las suspensiones, jugados a la victoria de cada una de las luchas en curso. Por los aumentos de salario y el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario. Contra la falsa movilidad jubilatoria de la ley K, por la recuperación del 82% móvil. La batalla es ahora en cada empresa, fábrica y gremio, en cada zona rural de las masas trabajadoras del campo, en los hospitales y en las aulas, para pararle la chata a la ofensiva patronal y al falso plan anticrisis K. Como dijeron los manifestantes en Wall-Street “Despidan a los banqueros, reincorporen a los trabajadores”.
Sobre la base de este programa es más necesario que nunca un paro activo y plan de lucha nacional contra los despidos y por el salario y las jubilaciones, que la CGT y la CTA se niegan a convocar. Esto hace imprescindible la organización y la exigencia desde abajo, impulsando asambleas en los lugares de trabajo, apoyando y coordinando las luchas en curso, de miras a lograr una respuesta nacional de la clase obrera.
Al mismo tiempo nos planteamos la tarea de recuperar y organizar cuerpos de delegados en todos los lugares de trabajo, sean compañeros sindicalizados o no, estén en blanco o en negro, correcta o incorrectamente encuadrados, para ponerse al frente de todas las reivindicaciones y tareas que nos plantea la crisis. Impulsamos también listas unitarias combativas que expresen la unidad de clase para desalojar a las direcciones propatronales de todos los sindicatos.
Las patotas sindicales en acción, inspiradas y amparadas por Moyano y Kirchner, que concitan enorme repudio en los lugares de trabajo buscan regimentar al movimiento obrero a esta política y a la cerrada oposición kirchnerista a la reapertura de las paritarias.
Desde este acto repudiamos el ataque a Atilra Rosario y a los trabajadores de Sancor por parte de una patota de Atilra nacional que responde a la CGT que actuó con zona liberada de la policía de Binner, repudiamos la intervención de la seccional, y nos solidarizamos con su autodefensa, problema que queda planteado para el conjunto del movimiento obrero combativo, con los métodos de organización propios de los trabajadores. Patotas y pactos sociales en acuerdo con las patronales y el gobierno que demuestran un modelo sindical perimido que llamamos a combatir, apoyando a la vez al nuevo sindicalismo democrático, combativo y de clase que está surgiendo.
En esa línea repudiamos el accionar de Roberto Fernández y la patota de la UTA en el subte, embistiendo una y otra vez contra el cuerpo de delegados, expresión genuina de las conquistas de las 6 horas, el salario y la puesta bajo convenio de las mercerizadas. El accionar de Daer la patronal y el kirchnerismo con los juicios contra el cuerpo de delegados de Terrabussi-Kraft. Los grupos Plaza y MONSA, con la UTA contra los cuerpos de delegados de Ecotrans y la línea 60. Las poderosas patronales del neumático contra el cuerpo de delegados de Fate. La patronal de TBA y Pedraza contra el Cuerpo de Delegados recientemente electo de los ferroviarios del Sarmiento y activistas del gremio, que tuvieron un primer triunfo contra el juicio, trasladando una audiencia para el año que viene, entre otros muchos ataques contra activistas y luchadores de otros lugares de trabajo.
El movimiento popular ha sufrido un golpe con la resolución de libertad de Astiz, Acosta, entre otros genocidas, por parte de la Cámara de Casación Penal. Esta sentencia viene a consolidar el segundo plan de impunidad a favor de los genocidas, que entrarán libres al juicio, si es que algún día se realiza, y muchos morirán sin condena antes de que el fallo sea confirmado por la Cámara de Casación. El gobierno se pone en víctima, pero después de cinco años en el poder muestra su enorme responsabilidad en el continuismo de la dictadura en la justicia, los aparatos represivos y la impunidad. A más de cuatro de años anuladas las leyes de impunidad hay solo 28 genocidas condenados.
No podemos pretender garantizar la lucha por estos derechos sin la defensa de nuestra libertad de organización y movilización. Esto implica en primer lugar, el desmantelamiento de las fuerzas represivas que secuestraron a Julio López, asesinaron a los compañeros el 20 de Diciembre y la Masacre del Puente Pueyrredón, a Fuentealba y Lazaro Duarte. Implica también la lucha por la cárcel a los responsables políticos y materiales de sus asesinatos, y por terminar con la persecución jurídica y policial a los luchadores. Luchamos por amnistía o desprocesamiento para todos los luchadores como los mencionados de la clase obrera en lucha, del movimiento piquetero de las organizaciones de DD HH y populares y de los diez dirigentes de la FUBA y de todo el movimiento estudiantil. Estamos por cárcel a Ibarra, Chabán y todos los responsables de la masacre de Cromañón llamando a participar de la marcha del próximo 30 de diciembre. Estamos por el refugio a los compañeros que piden asilo político. No a la extradición. Libertad inmediata a todos los presos políticos.
Rechazamos la campaña cínica de Scioli y Macri por militarizar los barrios populares y meter presos a los jóvenes. Frente a la inseguridad que genera la Bonaerense, la Federal, la justicia y la mafia oficialista y empresaria, metidos todos hasta el cuello en el narcotráfico, la prostitución, el robo de coches y la trata de personas, la salida no está en más patrulleros y cartuchos, ni en bajar la edad de la imputabilidad sino en terminar con las instituciones corruptas y asesinas del Estado y con la miseria social.
La clase obrera de todo el mundo se enfrenta al desafío de defender sus condiciones de vida y sus conquistas. Es necesario que se coloque en el centro de la escena política en el camino de enfrentar y derrotar al quebrado sistema capitalista, con una salida revolucionaria.
Hoy, estamos a dos semanas del levantamiento en Grecia, donde una inmensa movilización juvenil contra el atropello policial se ha convertido en una rebelión social generalizada, que ha incluido una huelga general. Esto plantea una perspectiva insurreccional de los trabajadores y los pueblos de Europa y el mundo frente a la crisis capitalista. En esta perspectiva nos colocamos junto a los trabajadores estadounidenses que se animaron a tomar una fabrica en el corazón del imperialismo, a los trabajadores chinos que se levantan en huelgas contra los despidos, a los trabajadores venezolanos lucharon por la nacionalización de Sidor y que salen a las calles para repudiar los asesinatos de dirigentes clasistas de la UNT de Aragua, Gallardo, Hernandez y Requena y a la huelga general de Italia, en una única pelea mundial. Nos colocamos junto a los pueblos de Irak y Afganistán contra la invasión imperialista norteamericana.
Los Kirchner no tienen condiciones de superar esta crisis a favor de los intereses obreros y populares porque son un gobierno de las camarillas empresariales, subordinados al imperialismo.
Vamos a luchar para que la crisis la paguen los capitalistas y no los trabajadores y el pueblo. No al salvataje al capital. No existe capitalismo con rostro humano. Vamos por la revitalización social y económica de la clase obrera, por más salud, más educación, mejores salarios y jubilaciones, más viviendas, mejores transportes, por un trabajo libre de explotación, por un futuro para juventud.
En este nuevo aniversario de la rebelión popular, la gran responsabilidad de los luchadores obreros y populares es plantear una salida a la crisis del sistema capitalista en función de los intereses y del futuro de las mayorías explotadas y oprimidas.
Que se vayan todos. ¡Viva la lucha de los trabajadores y el pueblo!
1. Que la crisis la paguen las patronales, los banqueros y los terratenientes.
2. Prohibición de despidos y suspensiones. Reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario. Eliminación del IVA a los productos de consumo popular. Apertura de los libros contables para garantizar la rebaja de los precios y control de precios y abastecimiento por las organizaciones obreras y populares.
3. Ocupación, expropiación y puesta en producción bajo gestión obrera de toda fábrica que cierre. Apertura de libros al control obrero. Elección de delegados en todos los lugares de trabajo.
4. Salario mínimo equivalente a la canasta familiar. 82% móvil para las jubilaciones. Reapertura de paritarias. Doble aguinaldo. Universalización y equiparación a la canasta básica alimentaria de los planes sociales.
5. No al plan anticrisis kirchnerista basado en el subsidio a los banqueros y capitalistas, los tarifazos, la devaluación monetaria y el congelamiento salarial.
6. No al FMI. No al Club de París, no al canje con los fondos buitres, no al pago de toda la deuda externa ilegítima, fraudulenta y usuraria. Nacionalización de la banca y control de cambios para terminar con la fuga de capitales.
7. Apoyo a la lucha de los obreros rurales por salarios y la liquidación del régimen de trabajo agrario de la dictadura; a la lucha de los pueblos aborígenes por la tierra; contra la expulsión de las tierras a los campesinos; por la expropiación sin pago de la propiedad terrateniente nacional y extranjera y de los pooles de siembra, por impuestos progresivos a las grandes fortunas.
8. Triplicación de los presupuestos de salud y educación.
9. Aparición con vida de Jorge Julio López. Juicio y castigo a los represores de ayer y de hoy. Libertad a los presos políticos y desprocesamiento o amnistía de todos los luchadores populares. Derogación de la fascista ley antiterrorista. Cárcel a los responsables políticos y materiales de los caídos el 20 de diciembre y de todos los luchadores populares.
10. Monopolio estatal del comercio exterior. Reestatización sin pago de YPF y de todas las privatizadas, bajo control de los trabajadores.
11. Fuera las tropas argentinas, uruguayas, brasileñas y chilenas de Haití. Fuera el imperialismo de América Latina. Juicio y castigo a los asesinos de Richard Gallardo, Luis Hernández, Carlos Requena, dirigentes obreros e impulsores de la lucha antiimperialista venezolana. Repudio a la masacre contra la movilización campesina de Pando en Bolivia. Saludamos la victoria de la huelga general estatal contra el gobierno de Bachelet. Solidaridad activa con la rebelión de los trabajadores y jóvenes griegos.
12. Paro activo nacional y plan de lucha contra los despidos y por el salario.
13. Por la defensa del cuerpo de delegados de los subterráneos y de todas las direcciones sindicales combativas atacadas por las patronales, el gobierno y la burocracia sindical. Por la coordinación de todas las luchas.
14. Que se vayan todos.