Noticias

02 de October de 2010

Un ejemplo clasista. Las condiciones de producción hoy en Kraft. Respuesta a las declaraciones de Hermosilla.

“Los trabajadores de Terrabusi no quieren retroceder”

Hoy 1293 / Entrevista a María Rosario

María Rosario es una de las dirigentes de la extraordinaria lucha que protagonizaron las trabajadoras y trabajadores de Terrabusi Kraft. Delegada durante 14 años, hoy, en un ejemplo clasista, ha vuelto a la producción, al igual que los compañeros Bogado, Penayo y Alfonso, luego de perder por apenas 16 votos las elecciones de Comisión Interna, plagadas de irregularidades que favorecieron este resultado.
“¿Y ahora María, qué va a pasar con los Encuentros de Mujeres?”, fue lo primero que le dijeron sus compañeras en la sección Envasamiento. ‘No va a pasar nada. Los vamos a seguir organizando’. ‘Vamos, María, eso era lo que queríamos escuchar’. “Hay que continuar, no está muerto quien pelea, me dijo una vez mi abuela”, cuenta María que les dijo a las “chicas”, como habla cariñosamente de sus compañeras.
“Está claro que el resultado de las elecciones es un golpe, y te da mucha bronca porque fue sólo por 16 votos. Si hubiera sido por 200 o 300, bueno, sería un resultado más claro. Pero así se abre un panorama complicado en la fábrica, ya que nosotros ganamos los turnos mañana y tarde”, dice María.
Y se pone a contar de las condiciones de trabajo en la sección de Envasamiento, donde está ahora. “Me tuve que presentar en la parte de cookies. Yo salí de ese sector. Era colocadora. Y volví a esa línea. El primer día estuve en un sector más aislado, porque la línea ya estaba llena. Igual era un ir y venir de gente todo el día, cuando se enteraron que estaba allí. Me saludaban, me cargaban, las compañeras decían ‘ahora tenemos alguien famoso’. Ya al segundo día estuve en la línea. Es un trabajo muy pesado. Tenemos que cortar guías, unos chorizos de galletitas, y acomodarlos. Te duele el cuello, la espalda, las manos te sangran… Somos un equipo de compañeras que rotamos las tareas cada dos horas”.
Se emociona recordando que en el primer turno que tuvo para ir al baño, había un montón de compañeras esperándola, que la aplaudieron, mientras le decían “Vamos María, fuerza, no aflojés”, “vos vas a ser siempre nuestra delegada”.
Consultada por las declaraciones de Hermosilla aparecidas en Clarín sobre que “la mayoría de la gente está de acuerdo en no hacer medidas de fuerza dentro de la fábrica, la gente está muy golpeada por el conflicto”, se indigna y afirma: “Lo de Hermosilla se interpreta que está a la defensiva con esas declaraciones, o es muy patronal. Hay una situación de los compañeros que hay que atender, después de tremendo conflicto. Pero yo no veo que los trabajadores de Terrabusi quieran retroceder. Lo que ha vivido esa gente no se lo olvida jamás. No hay que olvidarse que fueron 38 días de paro y asambleas generales.
“Como son las charlas en el trabajo, se acordaban que en medio del conflicto me la agarré con una encargada que trataba mal a las compañeras, y le dije que era una zorra. No van estos y al otro día le hacen una capa, con la zeta de zorra, y se la dieron”. ‘Gracias a esos días muchos nos curamos la tendinitis’, decían, ‘como estuvimos tanto tiempo sin producir, se nos curaron las ñañas’. Por eso te digo, estas compañeras y compañeros no quieren retroceder”.
Sobre la situación de los compañeros despedidos, dice María que es muy importante mantener la iniciativa de la carpa frente a la empresa, que permite nuclear a los despedidos y mantenerlos en contacto con los trabajadores de adentro. “La empresa está dura. Despidió a los 8 que estaban suspendidos, y a lo sumo está ofreciendo algunos arreglos económicos. Pero no quiere reincorporar. En las audiencias en el Ministerio de Trabajo han llamado sólo a cuatro compañeros. A los que estaban suspendidos y ahora despiden les arman causas involucrándolos en el conflicto”.
Este es un frente, el de los juicios, que va a tomar relevancia en los próximos días. Han comenzado a llegar las primeras citaciones para los juicios de despido a los compañeros de la mayoría de la Interna, que fueron los que encabezaron la lucha.
Sobre las perspectivas inmediatas, reflexiona finalmente María Rosario, que “con los despedidos hay un sentimiento solidario adentro, que busca cómo expresarse. Nosotros vamos a acompañar las iniciativas, en relación a los despedidos, que tengan en cuenta al conjunto de los trabajadores, como hemos hecho siempre”.