1. Solidaridad con la clase obrera griega
Una multitud rodeó el Congreso en Atenas gritando: ¡Ladrones, ladrones! ¡A quemar el Parlamento!, (La Nación, 10/5). El Congreso estaba aprobando el brutal ajuste impuesto por el FMI y la Unión Europea, para cargarle al pueblo griego el pago de la crisis y el endeudamiento provocados por la política que le impusieron a Grecia los países imperialistas que comandan Europa, y los gobiernos lacayos.
La crisis griega provocó temblores en Europa y la caída de las bolsas en el mundo. Mostró la fragilidad de España, Portugal y otros países. Forzó a la Unión Europea a lanzar un salvataje de 720.000 millones de euros. Conclusión: el mundo no está saliendo de la crisis como pregonaban los publicistas del sistema, sino que ésta será prolongada, con idas y vueltas, con países más golpeados que otros, y seguirá trayendo sufrimientos terribles para las masas.
Pero también, la lucha obrera y popular en Grecia muestra el camino para enfrentar las políticas de los imperialistas y sus lacayos, de descargar su crisis sobre los de abajo: masivas puebladas que desenmascararon al gobierno lacayo y que van uniendo fuerzas con un programa popular anticrisis. La cuestión central del poder se irá abriendo paso: o los de arriba imponen su plan de hambre, sudor y lágrimas, o los de abajo dan vuelta la tortilla y le hacen pagar la crisis a sus responsables.
Hoy todos somos griegos. Saludamos ese combate heroico y el esfuerzo de la Organización Comunista de Grecia por unir fuerzas para llevar las luchas al triunfo. Llamamos a las organizaciones obreras, populares y antiimperialistas a movilizarnos en apoyo a la clase obrera y el pueblo de Grecia. ¡Viva la lucha del proletariado y el pueblo griegos!
2. Y acá ¿cómo andamos?
El gobierno kirchnerista alardea con haber “derrotado” la crisis con la reactivación de sectores de la industria, y especialmente la gran cosecha de soja (antes era “el yuyito”). Ocultan que esa reactivación es relativa porque otras ramas de la industria y el agro siguen enclenques, o mal; y que esa reactivación se logró con un brutal aumento de la desocupación, la superexplotación, y la baja de salarios.
Además, el gobierno, con el enorme aumento de la carestía está garantizando el ajuste inflacionario que multiplica el hambre y la pobreza en las masas. Tomando la canasta familiar real, la “Argentina K” deja “afuera” a 25 millones de personas, y gran parte del resto “llega” trabajando hasta 12 o más horas.
La política K, brutalmente unitaria, aplasta el federalismo, golpeando la salud y la educación de las masas que Estado nacional le tiró a las provincias, achica el salario de los estatales, y castiga las economías regionales. Fue repugnante ver a gobernadores K pisoteando el federalismo con su rechazo al aumento de la coparticipación del impuesto al cheque.
Ahora, cuando el país se asomaba a una nueva rebelión federal, el gobierno sacó de la galera un “plan de desendeudamiento”, frenando algo de su voracidad usurera con las provincias para garantizarse el uso de la plata del impuesto al cheque, y el apoyo en el Congreso para la ley de uso de las reservas para pagar deuda.
Y el gobierno oculta, además, que la política kirchnerista de profundizar la dependencia nos ha atado a la suerte que corren otros países, como Brasil con los automotores, o China con la soja. Lo demuestra el chantaje del imperialismo chino con el bloqueo a la compra de aceite de soja, exigiendo la eliminación de los aranceles a sus productos, lo que amenaza la producción de numerosas ramas de la industria nacional.
Pagadores y cómplices
El gobierno K reconoció la deuda con los bonistas que el Congreso había establecido por ley que no iba a pagar. Logró la autorización de ese canje por ley, con el apoyo de PRO y la UCR. Así, a esa deuda sin valor, acaparada por el Barclays y otros bancos imperialistas y de “amigos K”, ahora le reconoce un valor de más de 10.000 millones de dólares. Un negociado K, al que le llama “desendeudamiento”. ¡Se llenan los bolsillos los usureros y los K!
El gobierno K ganó algunos puntos (y plata) con el manejo de las reservas, derrotando a la oposición dentro del sistema, que discrepaba en quién decidía esa cuestión, si el gobierno o el Congreso, pero acuerda en pagar la deuda ilegítima, como lo mostraron los senadores de esa oposición que votaron a favor de la ley, como la chubutense Di Perna (por orden de Das Neves), o se abstuvieron como Chiche Duhalde.
Otro de los opositores dentro del sistema, Mauricio Macri, quedó al borde del procesamiento judicial por el espionaje telefónico de sus policías: “papá” Franco Macri, puede reconocer que lo hizo escuchar a su yerno, pero solo al “niño bien” Mauricio se le pudo ocurrir “pinchar” el teléfono de su ex mujer.
3. El camino de las puebladas
El kirchnerismo cree que maniatando a los intendentes del Conurbano Bonaerense, y su sociedad con Moyano y Yasky, le garantizan el control del país. No conoce la historia. El nacimiento de la nación arrancó con la rebelión de Túpac Amaru, seguida de las puebladas y las milicias frente a las invasiones inglesas, hasta desembocar en la Revolución que estalló el 25 de Mayo. En los 70, a partir del Correntinazo, el polvorín fue estallando en las provincias hasta que “reventó” Buenos Aires al regreso de Perón. Desde el Santiagueñazo, en 1993, hubo muchas puebladas hasta el Argentinazo del 2001. Esas puebladas han dejado brasas que hacen que -ante el descrédito de las instituciones del sistema oligárquico imperialista- vuelven a arder, reapareciendo en la lucha cotidiana de las masas populares, tanto frente a un caso de “gatillo fácil” como a los atropellos de Kraft o Botnia; frente a los Menem como a los K.
La clase obrera se ha puesto en el centro de la escena política con sus luchas. Los obreros de Arcor desconocieron la conciliación obligatoria, hicieron retroceder el aumento de los ritmos de trabajo, y pelean por salarios. Los mecánicos de Ford también enfrentan ritmos infernales. Los petroleros despedidos de las contratistas de Pan American cortan la ruta en Comodoro Rivadavia, reclaman por su trabajo. Los desocupados de Rosario se unieron en un combativo corte del puente Rosario-Victoria.
Los productores de la Federación Nacional Campesina del Chaco están a la cabeza, junto a los desocupados de la CCC, luchan por el cumplimiento de los compromisos arrancados con la marcha y el acampe en Resistencia. Se ha formado la Multisectorial de Crisis de la provincia, un amplio frente provincial en respaldo de las luchas, ante la creciente crisis política y el ahorque financiero del gobierno unitario K. La lucha y la unidad multisectorial chaqueñas muestran cómo es posible que las fuerzas obreras y campesinas, patrióticas y democráticas, tercien, con un programa que responde a sus urgencias y sus necesidades.
En una realidad compleja por las diferencias entre ramas de la economía, y entre zonas del país, la política K va creando polvorines, que se asientan en la bronca popular y el creciente odio a la política del gobierno que descarga la crisis sobre los trabajadores, los campesinos y el pueblo, con hambre, ajuste inflacionario, unitarismo antifederal, manotazos represivos como recientemente Misiones, judicialización de la protesta funcional a monopolios como la Kraft para el despido y encarcelamiento de los dirigentes de la histórica huelga de Terrabusi.
Como en Baradero, en Andalgalá, en Gualeguaychú, como ha ocurrido en las huelgas obreras rodeadas de apoyo popular, las puebladas van siendo la forma de lucha de las masas frente a la prepotencia de los de arriba, y la sordera y la represión K. Las multisectoriales se van multiplicando y ampliando, y se afianzan con programas que expresan las luchas por las urgencias y las necesidades de los de abajo. Cambiar la correlación de fuerzas en los grandes centros de concentración obrera, en sus cuerpos de delegados y comisiones internas, y fortalecer el PCR, es la gran tarea para que la clase obrera pueda jugar su rol como columna vertebral de la unidad obrera, campesina y popular, patriótica y democrática.
Así es el camino de terciar. Así es el camino de las puebladas. Así se construye un Argentinazo capaz de imponer un gobierno de unidad popular, patriótico y democrático, que abra el camino de la revolución de la segunda independencia capaz de refundar una nueva Argentina. Por eso, vamos a recibir el Bicentenario de la Revolución de Mayo con vigilias en las rutas, y actos en todo el país.