Las asambleas y los piquetes se multiplican en el campo, al costado de las rutas, desde el viernes 2 al cierre de esta edición de hoy.
Las asambleas tienen una masiva presencia de chacareros, junto a trabajadores y población de la zona, tanto en Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires, La Pampa, Chaco y otras provincias. En muchos lugares, luego de las asambleas se establecen piquetes que continúan al borde de las rutas, repartiendo propaganda sobre los motivos de la protesta. Tal es el caso del sur de Santa Fe, donde en 50 kilómetros se realizaron y se mantienen 4 piquetes: Firmat, Villada, Chabás y Casilda.
Mucha bronca con el gobierno K
Hay mucha bronca por la pérdida de un mes dilatando las negociaciones, firmando acuerdos que no se cumplieron, jugando a las escondidas con reuniones "secretas", con provocaciones, con matonaje como el de la patota de Moyano, etc. Junto a esta mala fe, el gobierno ha hecho trascender la voluntad del ex presidente Néstor Kirchner de "dividir, confrontar, y humillar" a la protesta agraria.
Hay muy pocas expectativas en que esto cambie. Se sabe que han habido negociaciones para "corregir el error", como dijo en su momento el ex ministro Lousteau, sobre el carácter móvil de las retenciones, con mínimos cambios como para que se restaure el "mercado a futuro", satisfaciendo el reclamo de los monopolios exportadores, las Bolsas de Cereales, los importadores chinos, y un puñado de grandes pooles y terratenientes. En lo demás, para los pequeños y medianos productores, sólo serían migajas reiterando los ya mencionados "subsidios" llenos de trabas burocráticas e impositivas, que jamás llegan al chacarero.
Muchas de las asambleas ya han tomado la decisión de que si no hay vuelta atrás en el aumento de las retenciones, junto a otras medidas que se reclaman, el 7 de mayo vuelven los cortes de ruta. La decisión es bloquear el paso de los camiones con granos y vacas en pie, permitiendo el paso de automóviles, colectivos, y camiones que garanticen el abastecimiento tanto de alimentos como de insumos para la industria.
El gobierno ha realizado un trabajo minucioso contra la protesta agraria, y para atacar a las fuerzas que la apoyan como el PCR. Horacio Verbitsky, en Página 12 es uno de sus voceros para esa política de división y provocación. No es nuevo, ya hacía "tareas sucias" durante la dictadura como "escriba" del "cadete" Güiraldes, un oficial de la Aeronáutica de trayectoria lanusista.
Ajuste K: inflación e impuestazo
El fracaso del "modelo" kirchnerista está a la vista con la inflación galopante, la crisis energética, el aumento del hambre y la pobreza, el retroceso salarial durante el año 2007, el aumento de la deuda pública que ya superó la que había en el año 2001, etc. El kirchnerismo no está dispuesto a "soltar" lo que ya considera "embolsado" por el aumento de las retenciones.
El gobierno trata de emparchar su "modelo" mediante un ajuste con el impuestazo al campo y el retroceso salarial que provoca la inflación K.
Pero además, después del fracaso de los intentos de armar un partido del sistema "transversal", seguido del fracaso de "la concertación plural", el paro activo agrario de 21 días debilitó aún más al gobierno y descuajeringó el armado del PJ-K. Lo que hace trascender el gobierno es que Néstor Kirchner está dispuesto a "disciplinar" al campo "como sea", para poder reencolumnar a gran parte del aparato político del sistema, que ya no confía en que haya "kirchnerismo para rato", o que tiene que optar entre "la caja K" y "los votos con mucha bronca al gobierno". Las contradicciones por arriba se han agravado, y el notorio debilitamiento del gobierno alienta la aparición o reaparición de proyectos políticos.
En esa compleja realidad política y social, las fuerzas obreras y populares, patrióticas y democráticas, debemos impulsar la más amplia solidaridad con la lucha de los pequeños y medianos chacareros y los trabajadores rurales. Es una tarea de cada uno en su lugar de trabajo, estudio o vivienda.
Y trabajar para unir la protesta agraria con la lucha de los trabajadores y el pueblo de las ciudades por salarios y paritarias, el aumento de presupuesto en la educación y la salud, los reclamos contra la contaminación como el de Gualeguaychú, y por los reclamos democráticos y patrióticos. En ese camino, impulsar el pronunciamiento de asambleas, cuerpos de delegados y demás organizaciones obreras y populares, para unir fuerzas en un paro nacional activo obrero, campesino y popular.
