—¿Por qué hicieron el proyecto de ley?
—El proyecto de ley tiene que ver con lo que está sucediendo con los militantes populares en todos los campos y con un compromiso asumido desde siempre con la militancia. Hablo de mí y de los catorce diputados que me acompañan, son todos diputados de distintos bloques y comprometidos con la militancia.
Entendemos que nuestra participación en el Congreso es circunstancial, no se van a resolver los conflictos de la Argentina en el Congreso si no hay una militancia activa que esté peleando todos los días por defender los derechos de todos.
Hay que terminar con este chantaje que significa la criminalización de cada uno de los luchadores populares de todos los ámbitos, que terminan siendo ellos los procesados cuando en realidad los verdaderos delincuentes que son los que hicieron que ellos salieran a manifestar, siguen sin inconvenientes cometiendo sus tropelías.
Lo de la ley es centralmente terminar con estos procesamientos para terminar con el chantaje para que los luchadores puedan seguir luchando. Simplemente les libera las ataduras de manos que le están tratando de imponer para amedrentarlos, para impedir que salgan y que organicen la lucha.
—¿Cuál es el contenido de la ley?
—El objetivo, mas allá del motivo, del origen de la lucha y de la filiación política del que está procesado, es terminar con todos los procesamientos que muchas veces son ridículos, absurdos, por causas banales, y que los hacen durar mucho tiempo para que esa soga al cuello siga siempre puesta y cuando conviene la tensan o la aflojan. El contenido es una amnistía para atrás de todos los procesamientos, (aunque los que están luchando no cometieron ningún delito y por lo tanto no necesitan ninguna amnistía pero desde el punto de vista legal en el único marco que lo podemos encuadrar es en amnistía), amnistía para todos los que están procesados hasta el día anterior a que la ley se apruebe y seguramente si esto sigue así dentro de unos años va a haber que hacer una ley parecida.
Lo central: limpiar para atrás los procesamientos de todos los que han luchado por los intereses populares estudiantes, obreros, productores agropecuarios, incluso funcionarios y legisladores, desocupados, jubilados, en todos los grupos y organizaciones sociales hay gente procesada lo que queremos es limpiar y despejar eso cualquiera sea el proceso.
—¿Por qué el proyecto en este momento?
—En realidad hay un proyecto muy parecido que fue presentado varios años atrás por el diputado nacional por el Justicialismo, “Lolo” Gómez, que no obtuvo ni siquiera la posibilidad de ser tratado.
Aprovecho para reivindicar a “Lolo” Gómez no sólo porque presentó el proyecto en aquel momento, sino también por lo que significó enfrentarse con muchos compañeros de él y le significó castigos muy duros por parte de los principales medios nacionales de difusión que lo tuvieron en la mira durante largo tiempo.
Nosotros lo volvimos a presentar hace dos años y lo volvemos a presentar ahora porque en la Cámara cada dos años si un proyecto no se trata se cae, pierde vigencia.
Lo que sucede ahora es que daría la sensación que estaríamos en condiciones de tratarlo, ésta es la diferencia con lo que sucedió hace dos años o lo que sucedió antes con el proyecto de Gómez.
—¿Qué posibilidad hay de que se apruebe?
—Yo creo que lo vamos a poder tratar, no me animo a decir que lo vamos a aprobar, sí vamos a hacer lo imposible por juntar la cantidad de votos necesarios para aprobarlo, primero en comisión y después mandarlo al recinto, el momento es siempre, hoy tenemos alguna chance más.
Está en la comisión de Penal, como dice el presidente de la comisión: “metés un tema que más que con la legislación penal tiene que ver con lo político”; dependemos de juntar en la comisión la mitad más uno de los votos para que se apruebe. Más allá de las argumentaciones legales y leguleyas, legislativas, a lo que voy a apelar en esa comisión es a la historia de militancia de cada uno de los miembros. La cámara de Diputados está constituida por gente que viene de muy diversos orígenes políticos pero la gran mayoría provenimos de espacios de lucha, de partidos políticos en los que propusimos la defensa de los intereses populares, la defensa de los sectores mas vulnerables; llegó la hora de demostrarlo, si esa es nuestra posición política, nuestro compromiso ideológico, mas allá que algunos provengan del peronismo, otros del radicalismo, otros del marxismo o de otra fuerza política popular. Nos ponemos del lado de nuestra propia historia y nuestra propia militancia, defendemos a los afiliados de nuestro propio partido y a los sectores populares que están luchando en la calle todos los días o nos ponemos el traje, la corbata y la galera de diputados.
Este es el momento, y yo voy a apelar políticamente a eso y espero que en mis colegas diputados prime ese sentimiento de militante, que yo creo que nunca se apaga, más allá de estar sentado en esa banca, y básicamente que respondan a su propia historia y a su propia gente. Esa es mi apuesta. Discusiones legales no estoy en condiciones de hacer, no soy abogado, mis asesores podrán defender el proyecto mejor que yo en términos legales, esto se trata fundamentalmente de una cuestión política y en ese sentido hay dos veredas, no más: nos ponemos del lado de los luchadores, los acompañamos en sus luchas, como cuando los reprimen en la puerta de una fábrica o cuando están en un proceso o un juicio, o nos ponemos del otro lado y a la hora de votar también son dos chances uno vota por sí o por no, no hay matices. Aspiro a que se termine con la hipocresía, que voten a conciencia y la mayoría provienen de partidos populares. Tengo confianza en que se pueda llegar a generar un debate, que algunos se alejen de la hipocresía y se acerquen a su propia conciencia.
Por supuesto, como para todos los temas lo que es clave es lo que pase en la calle. Si hay una militancia, una comunidad que reclama es más factible que el proyecto salga. Si esto se hace en el silencio de la cámara sin un reclamo público y popular, lo más factible es que ni siquiera llegue a tratarse en el recinto, para esto hay centenares de muestras de otros proyectos que la gente en la calles logró que se trataran y que se aprobaran. Si a mí, hace un año, me decían que se iba a aprobar el matrimonio gay yo hubiera dicho que era imposible. Hoy está aprobado por diputados y senadores con todas las contradicciones, los conflictos, las maniobras, pero si no hubiera habido una militancia en las calles que empujó hasta sus últimas consecuencias no hubiera salido. Es una cuestión de ida y vuelta si los legisladores ven la presencia en las calles es más factible que se apruebe.
Obviamente no contamos, y lo vimos la última semana, con el apoyo de ningún medio de difusión. La marcha del 23 no estuvo en ningún lado, en ningún diario, ningún canal, los medios no fueron; fue una marcha importante por la cantidad de gente, sin embargo ninguna repercusión pública, no es casualidad. También es cierto que no se han puesto los medios en contra, basta con ver el diario La Nación: hace dos o tres semanas atrás habló de los 5.000 procesados y de que hay un proyecto de ley en marcha y la verdad que diría que fue un buen artículo. A Gómez con el mismo proyecto lo ponían en la primer página tratándolo poco menos que de cómplice de todos los delincuentes de la Argentina. Me parece que hay un cambio, que tendrá que ver con las necesidades propias de los medios. Hay que ponerlo en el ámbito público para que en el “ámbito privado” que es en el Congreso tengan que tratarlo.
—¿Querés agregar algo más?
—Sí, que nos han dado una mano grandísima con este proyecto -es más de ellos que nuestro- las organizaciones y los profesionales que han trabajado en él. La gente de Liberpueblo que estuvo con nosotros permanentemente. Éste no es un proyecto mío, me honra a mí ser el que lo encabeza, éste es un proyecto de las organizaciones, de los partidos y de los luchadores, yo eternamente agradecido a que me hayan dado esta posibilidad; y uno no quiere soñar pero sueña y en una de esas lo aprobamos y sería fantástico. También sería fantástico en lo personal saber que mi presencia o mi paso por acá sirvió como un aporte importante a las luchas y no solamente como un anécdota. Vamos a empujarlo con todo y tengo alguna confianza.