Un grupo de policías dependientes de la Comisaría 2 de Bariloche, provocó, atacó y amenazó a un grupo de mapuches a minutos de habernos desconcentrado de una manifestación pacífica frente al Consulado de Chile por la libertad de los presos políticos mapuche en Gulumapu.
Un menor de 14 años fue lesionado en el hombro derecho durante el atropello cometido alrededor de las 14, en la vía pública, a la vista de numerosas personas que circulaban por las calles céntricas.
Minutos antes, efectivos de la comisaría 2 asentada en la misma manzana del Consulado, se habían apostado temporalmente bloqueando una de las esquinas donde miembros del pueblo mapuche nos manifestamos por nuestros lammgen encarcelados por el Estado chileno, especialmente por los 32 que realizan una huelga de hambre indefinida.
Este ataque es persecución política contra el pueblo mapuche, movilizado tanto por los encarcelados, como por la militarización de la ciudad de Bariloche instaurada desde la madrugada del 17 de junio hasta nuestros días. Esta represalia de la policía de Río Negro, que se niega a ser investigada por los tres crímenes de El Alto, es producto de la impunidad y cobertura política.
Alertamos a la vez, sobre el desmesurado dispositivo de seguridad que montó la policía Federal al frente del Consulado y el visible dispositivo de control y espionaje con personas de civil apostados en los edificios vecinos. Por momentos insinuaron un operativo cerrojo con personal apostado en ambas esquinas, cuando un grupo pacífico se manifestaba en la mitad de la calle.
El ataque
Luego de insistir, un sargento de la Segunda se identificó como responsable del dispositivo callejero, que se inició con la provocación de tres efectivos a cuatro peñis que simplemente caminaban por la vereda, sumándose luego hasta 13 efectivos en dos patrulleros.
Un policía apretó con fuerza el hombro derecho de un joven de 14 años. Otro efectivo reconoció y amenazó a otros de los muchachos, ya que hace dos años atrás había participado en su detención ilegal. La amenaza fue explícita también para el lammgen que sacaba las fotografías.
Los policías identificaron con nombre y apellido a nuestros lammgen, nombrándoles incluso los barrios donde viven. No tenemos dudas sobre la persecución y marca prácticamente personal contra estos jóvenes mapuches de los barrios de El Alto.
Este ataque confirma la vigencia de las prácticas terroristas instauradas en esta ciudad desde el 17 de junio.