La violencia sexual contra las mujeres recrudece día a día, avalada por un gobierno que no resuleve ni siquiera que se apliquen las leyas vigentes. En el que el doble dicurso K descansa la responsabilidad de que a cada rato muera una mujer a manos de su violador o secuestrador.
La violencia sexual contra las mujeres recrudece día a día, avalada por un gobierno que no resuleve ni siquiera que se apliquen las leyas vigentes. En el que el doble dicurso K descansa la responsabilidad de que a cada rato muera una mujer a manos de su violador o secuestrador.