La crisis económica mundial sigue castigando sin piedad a los trabajadores y los pueblos. Los Estados europeos avanzan en sus planes de ajuste. Recortan presupuestos de Salud, Educación, se congelan salarios, se pierden millones de puestos de trabajo. Están quebrados. Miles de millones de euros fueron a salvar a los monopolios y bancos. En Europa crece la resistencia ante estos planes. Por estos días, los estudiantes italianos tomaron el Coliseo y la Torre de Pisa en rechazo al proyecto de reforma universitaria. Resurge en las calles el lema del Mayo Francés, “La imaginación al poder”, y amenazan con “tomar el Vaticano”. Se solidarizaron con los estudiantes británicos que paralizaron las universidades con clases públicas, sentadas y tomas. Crece la lucha y se coordinan huelgas generales en toda Europa contra las medidas de ajuste. Estados Unidos aplica las mismas recetas. Obama (que viene de ser castigado en las urnas) congeló los salarios de estatales por dos años. Ahora salió a la luz el espionaje imperialista con cientos de miles de mails y empieza a convertirse en un escándalo para su gestión. La Reserva Federal yanqui inyectó U$S 600.000 millones para devaluar la moneda y favorecer el ingreso de sus
productos en el mundo. Esto agravó la disputa interimperialista. La jefa alemana, Angela Merkel, encabezó el pataleo europeo. China y Brasil protestaron juntos. De la guerra comercial a la guerra de monedas es la discusión por estos días.
