“Tendremos un verano caliente”, auguró Jose Rainha al liderar una ola de casi 40 ocupaciones de fazendas (latifundios) por 5.000 campesinos en más de 92.000 hectáreas en la región de Pontal de Paranapanema, al oeste del estado de San Pablo. Rainha, dirigente histórico de los Sin Tierra brasileños, se apartó en 2007 del Movimiento original (MST) y organizó otro independiente.
“Tendremos un verano caliente”, auguró Jose Rainha al liderar una ola de casi 40 ocupaciones de fazendas (latifundios) por 5.000 campesinos en más de 92.000 hectáreas en la región de Pontal de Paranapanema, al oeste del estado de San Pablo. Rainha, dirigente histórico de los Sin Tierra brasileños, se apartó en 2007 del Movimiento original (MST) y organizó otro independiente.
Los fazendeiros (terratenientes) azucareros y ganaderos de la zona, que explotaban esas tierras sin tener la tenencia legal de las mismas, reclamaron la intervención de la policía militar del Estado, al tiempo que organizan bandas armadas para ahogar nuevamente en sangre el hambre de tierra del campesinado pobre brasileño.
Aunque el gobierno del estado de San Pablo está en manos de Geraldo Alckmin, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), las tomas de tierras desafían también a la dirección del MST –que durante los últimos años prácticamente abandonó frente al gobierno de Lula, a cambio de prebendas a ciertos dirigentes, el histórico reclamo de reforma agraria y la línea de las grandes marchas y ocupaciones campesinas–, y al recientemente asumido gobierno de Dilma Rousseff, que en los hechos borró la reforma agraria del programa real del PT.
Por eso proclamó Rainha: “Nuevo gobierno, lucha nueva”.