Este paro fue decidido por una de las dos CGT de San Lorenzo, conformada recientemente con el apoyo explícito de Moyano y el gremio de Camioneros y presidida por Walter Cabrera, un hombre del Smata nacional.
Este paro fue decidido por una de las dos CGT de San Lorenzo, conformada recientemente con el apoyo explícito de Moyano y el gremio de Camioneros y presidida por Walter Cabrera, un hombre del Smata nacional.
Con piquetes constituidos mayoritariamente por socios de la Cooperativa portuaria del dirigente Hermes Juárez (presidente además del Sindicato Portuario), se garantiza la inactividad de las plantas exportadores y aceiteras desde Timbúes hasta San Lorenzo. (Juárez contrata a través de la Cooperativa, los servicios de puerto con las empresas y después señala la fuerza de trabajo con el Sindicato).
En diciembre pasado, un paro similar y muy duro, pero decretado por el Sindicato de Aceiteros cuyo secretario Reguera, encabeza la otra CGT de San Lorenzo, logró para los obreros aceiteros un salario mínimo conformado de $ 5.000 y un premio de fin de año de $4.000, lo que fue un gran éxito, rompió los techos salariales y estimuló la lucha por adelantar las paritarias y el logro de premios de fin de año en numerosos gremios y empresas de la zona y de Rosario.
Una consigna justa
Ahora el paro fue decretado por los dirigentes de los otros gremios que participan en las plantas: Portuarios (Cooperativa y SUPA), Recibidores de Granos (Urgara), Marítimos (SOMU), Uocra (con una gran cantidad de terciarizados) con una consigna absolutamente justa: equiparación salarial a $5.000 de salario mínimo conformado para todos los compañeros que cumplen tareas en aceiteras, plantas y puertos.
La justeza del pedido se acrecienta a la vista de las fabulosas ganancias que obtienen esos monopolios con exportaciones y precios en franco crecimiento, lo que realizan con la superexplotación del menor número de trabajadores posible, muchos de ellos tercerizados, contratados. Y tendría que estar unida a la de terminar con el trabajo en negro, contratado, etc., que divide a los trabajadores en la empresa y favorece las maniobras de los dirigentes sindicales entreguistas.
Más de 10 compañeros pagaron con su vida las condiciones de trabajo que imponen estos pulpos monopólicos. El penúltimo de ellos, murió alcanzado por un incendio que trataba de apagar, habiendo entrado pocos días antes, sin equipo ni preparación adecuada y cobrando un sueldo mínimo como obrero de la Uocra.
Contra los monopolios
Los puertos cerealeros privados de Nidera, Cargill, Bunge, Terminal 6, ACA, Molinos Río de la Plata, La Plata Cereal, Vicentin, etc. (de San Lorenzo y Pto. General San Martín) y Noble y Dreyfus de Timbúes, están absolutamente parados.
Si bien no es el período de mayor actividad exportadora, el paro provoca a los monopolios, en su mayoría extranjeros, pérdidas millonarias. Basta tener en cuenta que cada uno de los 30 barcos que hay en espera en los puertos y en el río, pierde 60.000 dólares por día.
El conflicto es sumamente duro, porque está en discusión junto con reivindicaciones absolutamente justas, quién controla la llave de los puertos por donde se desangra el país, donde se embarcan riquezas fabulosas producidas por los obreros y chacareros argentinos.
El Ministerio de Trabajo de la Provincia se borró, declarándose incompetente, dejando el conflicto en manos del Ministerio de Trabajo Nacional.
No se advierten posibilidades de acuerdo inmediato, lo que ha constituido un verdadero volcán para la zona e incluso para todo el país. Y hay maniobras tendientes a enfrentar las dos CGT y los sindicatos.
Esto es una nueva demostración de que fundamentalmente por sus luchas, estimuladas por una inflación desbocada y secundariamente por las contradicciones entre las clases dominantes (incluyendo al gobierno nacional), el movimiento obrero se ha colocado en el centro de la política provincial y nacional.
El triunfo de la lucha estimularía a todo el movimiento obrero, a la vez que es tarea de los clasistas en el medio de la pelea, avanzar en la acumulación de fuerzas en esas grandes empresas, para poder recuperar los cuerpos de delegados que existen en todas ellas, para evitar que sus necesidades y sus luchas queden finalmente en manos de dirigentes sindicales entreguistas y traidores, ligados a distintos sectores de las clases dominantes.
El año 2011 puede ser un año de grandes avances del movimiento obrero en general y de las fuerzas clasistas en particular.