La manifestación de más de 6 mil personas se introdujo en el carrusel antes que éste comenzara, con carteles y banderas contra la megaminería saqueante y contaminante, muñecos que representaban a la “reina de la minería”, comparsas, murgas, etc., que se hacían oír al grito de “el agua de Mendoza, no se negocia”, “Cristina no chamuyes más, terminá con las mineras y la deuda externa no la pagues más”, “Ay que quilombo que se va a armar, si hay San Jorge, hay pueblada provincial”, etc.
La columna estaba integrada por las asambleas por el agua de los distintos departamentos de Mendoza, por las asambleas de Cuyo y el Noroeste que habían venido a la provincia, por organizaciones sociales como la CTA y partidos políticos como el PCR, Proyecto Sur, etc.
El color de la protesta se reflejaba en la diversidad de sectores que la componían, estaban presentes estudiantes (como la CEPA y el MUS), productores, trabajadores estatales, vecinos, organizaciones de mujeres: “Se vienen las Mendocinas”, etc. La manifestación contó con un impresionante apoyo de las personas que esperaban el carrusel (se calcula que más de 200 mil), a medida que pasaba la columna se multiplicaban los aplausos y alientos.
La movilización se realizó en el marco de la visita de Cristina Fernández a la provincia. Enfrente del palco oficial los grupos kirchneristas habían copado el sector y amenazaban a la movilización pero la gigantesca protesta los desbordó y quedaron reducidos y aislados. Es la- mentable el papel de estos grupos como la Cámpora, el MUP, entre otros, que con tal de defender al gobierno nacional se colocan como los provocadores de oficio de las grandes empresas mineras. Por otra parte, la presencia de la presidenta en el palco, su disgusto manifiesto y el silencio cómplice, vuelven a mostrar las vinculaciones e intereses concretos que existen entre el gobierno nacional y el proyecto megaminero en el país.
La manifestación representó un escalón más en la lucha contra la instalación del Proyecto San Jorge en la provincia, que pretende instalar una empresa canadiense para extraer oro y cobre y que en los hechos tiene como fin derogar la ley que prohíbe el uso de sustancias toxicas como el cianuro en la explotación minera. A su vez, fue una demostración del rechazo popular a estos emprendimientos que saquean y contaminan y una respuesta a la campaña que los medios y el gobierno intentaron armar para desprestigiar la lucha después de la toma de la Legislatura provincial la semana pasada (ver hoy 1358). Por el contrario, este hecho de fuerza y democracia popular, despertó mayores adhesiones, tonificando y masificando la protesta.
Queda cada vez más en claro que el pueblo no permitirá este avasallamiento y que está preparado para hacer tronar el escarmiento si el gobierno continúa con este proyecto.
