1. Un 1° de Mayo en las calles
1. Un 1° de Mayo en las calles
Millones de trabajadores se movilizaron este 1° de Mayo en todo el mundo. En condiciones difíciles en muchos países, y en medio de grandes combates proletarios en otros, la clase obrera enfrenta las consecuencias de la crisis que estremece al mundo capitalista. Las burguesías imperialistas confiaban en que la derrota del socialismo les traería la consolidación de su dominio, y se encuentran hoy afrontando insurrecciones en el mundo árabe, guerras de liberación nacional, huelgas y movilizaciones, con las que la clase obrera, y los pueblos y las naciones oprimidas se van poniendo de pie, dando pasos en su camino liberador.
En la Argentina, la histórica huelga triunfante de los petroleros de Santa Cruz, y la de los docentes y estatales de esa provincia, junto a muchas otras luchas como la de los trabajadores del pescado en Mar del Plata y las de la línea 60 y los call center en Buenos Aires, fueron el marco de más de un centenar de actos y movilizaciones, en todo el país, muchos de ellos en acuerdos unitarios de la CTA y la CCC.
En el mundo, al igual que en nuestro país, las clases dominantes y sus gobiernos claman por “pactos sociales” que les permitan aplicar “ajustes” para que los trabajadores carguen sobre sus espaldas la salida de esta brutal crisis.
Pero vuelve a comprobarse la ley de la historia: donde hay opresión, hay rebelión. Y el ejército del proletariado busca curar sus heridas y retemplar sus fuerzas, preparándose para nuevas y más audaces batallas.
2. Salarios, convenios y recuperación
Rotos los topes salariales por los petroleros, la presión desde abajo fuerza a los grandes gremios a llevar a las paritarias propuestas de aumentos de salarios que van del 30% al 40%. Más aún, el reclamo de los obreros del petróleo de 8 horas de trabajo avanzó sobre otras cuestiones de fondo de los convenios colectivos: lo que viene desde abajo es no cambiar aumentos por más superexplotación, como negocian los jerarcas sindicales propatronales. A esto se le suma el ejemplo histórico de la asamblea de Cañadón Seco, imponiendo la destitución del secretario general del gremio, y avalando a su cuerpo de delegados, como también reclaman los trabajadores de la línea 60.
El gobierno de Cristina Kirchner, que es, antes que nada, un gobierno de las petroleras, lanzó su “pacto social” en Chubut, con los sindicatos y patronales petroleras. Al día siguiente de ese anuncio lo enfrentaron los trabajadores petroleros de esa provincia, que rompieron el “tope”. Le siguieron los portuarios de Santa Fe, los trabajadores del Astillero Río Santiago, y otros sectores que volvieron a romper el tope. Ahora, ante el triunfo de la huelga petrolera de Santa Cruz, el gobierno trata de reflotar el “pacto” y el “tope” del acuerdo salarial de Moyano del 24% para los camioneros.
El aumento de precios de los alimentos supera el 40% (La Nación, 30/4), pero la presidenta convocó a la CGT y a la UIA para “moderar” los reclamos salariales.Trata de que la inflación no se desboque antes de las elecciones, a costa de desvalorizar los salarios, jubilaciones, planes.
Aumentos de salarios de acuerdo al costo de la vida, convenios que pongan freno a la superexplotación y democracia sindical, son tres banderas de lucha para los nuevos combates.
3. El acto de Moyano
El acto del 29 de mayo, de Moyano, con los ministros del gobierno K, con la dirección de la Juventud Sindical abrazada a la de La Cámpora, mostró el despliegue de fuerzas de camioneros, junto a las direcciones K del SMATA y UPCN.
La lucha obrera conquistó la cárcel para Pedraza y la destitución del “Chaco” Segovia. Los negociados en las obras sociales llevaron a prisión a Zanola, y amenazan a Moyano y a muchos de los que estaban en el palco con ministros y funcionarios K como Zanini y De Vido.
¿Quién paga los millones de pesos que costó el acto? Hasta $ 30.000 por micro de larga distancia. Amenazas y presiones en las fábricas, pese a lo cual, en muchos casos, muchos micros iban semivacíos. De $ 50 a $ 100 pagaban, por persona, organizaciones como el Movimiento Evita. ¿Quién bancó la “canilla libre” de “fernet con coca”, y de “merca”?
Nada de lo que estamos diciendo es para subestimar el poder de fuego que mostró Moyano. Todo lo contrario, ratifica que la tarea fundamental que hay por delante es cambiar la correlación de fuerzas en el movimiento obrero. Pero queda en evidencia la podredumbre en la que creció el poder de fuego de Moyano, en sociedad con el gobierno K.
Moyano y el gobierno se desconfían y se necesitan mutuamente. Fue con los Kirchner que Moyano “creció”, en su poder sindical, político y económico. Con forcejeos, Moyano acompañó al gobierno K, al que hoy le reclama puestos en las listas y una “solución política” a los juicios que lo atormentan.
Al igual que el acto de Moyano, también el de Yasky, Sabatella, Filmus y Heller proclamó la reelección de Cristina K. Y no faltaron los “mimos” entre Yasky y Moyano.
4. Garantizar el éxito de la campaña del PTP
La ley electoral, pactada por el gobierno K con la dirección de la UCR, y su reglamentación por decreto de Cristina K, han montado un escenario antidemocrático, proscriptivo y fraudulento, para garantizar que solo dos fuerzas, organizadas desde los aparatos del Estado nacional y provinciales, estén en condiciones de competir por el gobierno.
El kirchnerismo arma su frente electoral con Moyano, Scioli, Rioja, Menem, Insfrán y otros.
A la hora de la verdad, la dirección de la UCR va dejando de lado los escrúpulos que decía tener para el armado de un frente opositor al gobierno K cada vez más “amplio” hacia la derecha. Ricardo Alfonsín, desde que la UCR lo proclamó candidato oficial, fue corriendo el frente con el socialismo y el GEN, para priorizar un acuerdo con De Narváez (el financista de la campaña de Menem en el 2003). El “límite”, entonces, era Macri. Pero ese límite ya se borroneó: “Por razones de gobernabilidad no nos vamos a juntar con Macri a nivel nacional. Pero en las provincias puede haber situaciones distintas…”, dijo el candidato radical.
La denuncia de la ley electoral fraudulenta y proscriptiva, es una tarea fundamental de la lucha democrática, y va unida a la lucha por la personería del PTP y por el reagrupamiento de las fuerzas populares como tareas concretas para romper esa trampa electoral del sistema.
Es una gran batalla política. Lo que exige encabezar las luchas sociales, y en cada lucha, estar con las fichas de afiliación al PTP y trabajar por la unidad popular que exprese, también en las elecciones, a las masas y las fuerzas que confluyen en la lucha.
Así se ha visto en la campaña del PTP que lleva 31.000 adhesiones y 7.000 afiliaciones. Es una lucha, enfrentando la propaganda del gobierno K, de que su política es “lo posible”. Así, mientras le niegan a los qom de La Primavera, a los originarios y campesinos, las tierras que le pertenecen o necesitan, el gobierno K de Río Negro firmó con la empresa estatal china Heilongjiang Beidahuang un acuerdo para explotar soja en 200.000 hectáreas de esa provincia, cediéndoles tierras fiscales; y el del Chaco otras 200.000 hectáreas a petroleros árabes. Mientras extranjerizan semejantes latifundios, el gobierno K presentó una ley como si fuera “campeón” de la nacionalización de esos recursos.
El PTP y el PCR, integrantes del Movimiento Proyecto Sur, trabajamos para hacer posible lo necesario. Nos une un programa con cuestiones fundamentales que son posibles y necesarias: acabar con el hambre y la desocupación, la recuperación de los recursos naturales, el ferrocarril, la energía, la tierra, etc. Lo que exige acabar la dependencia y el latifundio y el Estado oligárquico-imperialista que los sostiene.
Nos une en Proyecto Sur la seguridad de que es posible enfrentar a la política kirchnerista sin caer en las manos de las derechas opositoras. Hoy es posible un amplio frente popular, patriótico, democrático y antiimperilista.
Hemos señalado que considerábamos que la candidatura presidencial de Pino Solanas era la que mejor expresaba a la unidad programática necesaria y la continuidad de esa unidad después de las elecciones. La decisión de Pino Solanas de competir electoralmente en la Capital Federal se ha dado con el compromiso de garantizar la continuidad nacional del programa que nos une, y que se exprese en la fórmula presidencial que decidamos, en común, en el Movimiento.
En medio de las luchas trabajamos para garantizar la campaña por la personería del PTP llegando a tiempo con los plazos, y avanzando en la constitución de los frentes y las candidaturas. En esas condiciones se acumularán fuerzas para avanzar por el camino liberador.
