Han pasado dos meses desde la gloriosa revolución del 14 de enero. En este período el pueblo ha obtenido importantes logros gracias a su lucha y sacrificios.
Han pasado dos meses desde la gloriosa revolución del 14 de enero. En este período el pueblo ha obtenido importantes logros gracias a su lucha y sacrificios.
Después de derribar a los dos gobiernos de Ghanouchi, el pueblo tunecino logró imponer su reclamo de asamblea constituyente, la disolución de la “Unión Constitucional Democrática” y de la policía política. También logró grandes progresos sobre la libertad de expresión, de organización, de reunión y de manifestación. Pero pese a todo esto, la revolución sigue a medio camino, y grandes peligros se ciernen sobre ella, peligros que crecen día a día.
El Poder no lo detenta el pueblo que se levantó contra la tiranía, la explotación y la corrupción: sigue en manos de las fuerzas reaccionarias que, a través de la presidencia provisional y el gobierno de transición, tratan de hacerse con la revolución y reducirla a un simple lavado de fachada del antiguo régimen…
…Han aceptado la elección de una Asamblea Constituyente, pero han fijado la fecha de las elecciones sin tener en cuenta los intereses del pueblo. Por otra parte, la disolución del RCD no ha impedido su reconstitución bajo la cubierta de nuevos partidos y organizaciones ligadas a ellos…
La disolución de la policía política se ha limitado a una pura formalidad pues sigue existiendo, practica la represión y la tortura, la vigilancia, las escuchas telefónicas, los cortes de internet… Algunos de sus personajes más notorios ocupan altos cargos en el Ministerio del Interior. Los responsables de asesinatos y torturas no han sido molestados para nada…
La policía ha reprimido sentadas en la Casbah y en Mahdia. Se multiplican los discursos que distorsionan las aspiraciones de los ciudadanos sobre la seguridad, en detrimento de los problemas sociales y políticos, para desviar la revolución.
…Siguen vigentes las leyes liberticidas contra la prensa y las leyes sobre las asociaciones, los partidos, las reuniones y las manifestaciones. Esas leyes tenían que haber sido derogadas y remplazadas por decretos que garantizaran las libertades…
Han renovado las antiguas prácticas opresoras sobre la población, marginan los Comités de Protección de la Revolución, locales y regionales y tratan de aniquilarlos… Los responsables del saqueo al pueblo, cómplices de la banda criminal, mantienen su poder como si nada hubiera pasado. Tampoco ha cambiado la Justicia, minada por la corrupción… Los medios informativos están aún bajo el yugo de los esbirros del régimen de Ben Alí… No se ha avanzado en los planes de perseguir y condenar a los representantes de la tiranía y la corrupción, entre ellos los asesinos de los mártires de la revolución…
La mayoría de la población, particularmente en las regiones marginadas, siente que no hay ningún cambio en su situación, muy crítica. La desocupación y la carestía siguen golpeando, los servicios públicos se degradan…
El gobierno sigue aplicando el presupuesto decidido por el dictador Ben Alí en diciembre, donde se da prioridad al pago de la deuda externa contraída por el antiguo régimen, y para financiar su gigantesco aparato de seguridad. A pesar de su carácter provisional, este gobierno no ha vacilado en contraer nuevas deudas externas. No tomó medida alguna para bajar los precios de los productos y servicios que estaban controlados por los monopolios de los miembros de la banda reinante. Las familias de los mártires no han sido indemnizadas, y no se implementó ninguna medida a favor de las regiones pauperizadas…
…Es el gobierno el que frena la persecución y enjuiciamiento de la banda de saqueadores del dinero público y la confiscación de sus bienes. Además ¿qué le impide suspender el reembolso de la deuda durante algún tiempo, y aprovechar para solucionar los problemas del pueblo, como se ha hecho en otros países?…
El Partido Comunista de los Obreros de Túnez insiste sobre los peligros que amenazan la revolución… El pueblo tiene el derecho de utilizar todos los medios legales para defender su revolución y sus conquistas, para enfrentarse a los peligros que la amenazan y para luchar contra el gobierno que restringe sus libertades y que trata de reducir su actividad a debates “en las alturas”.
Este período exige profundizar el proceso revolucionario para lograr los objetivos:
1. Mantener el Consejo Nacional para la Protección de la Revolución, como herramienta de control de la presidencia provisional y velar sobre el período de transición…
4. Disolución efectiva, y transparente, de la policía política, y persecución de los torturadores, asesinos y saqueadores.
5. Sanear la administración pública y semi-pública eliminando la corrupción y a los representantes de la represión…
8. Derogar las leyes represivas y respetar el derecho del pueblo a la libertad de expresión, reunión y manifestación.
9. Detener de inmediato a los asesinos de los mártires y a los responsables de crímenes contra el pueblo, juzgar a los representantes del antiguo régimen, confiscar sus bienes y sus fortunas depositadas en el extranjero.
10. Suspender el pago de la deuda externa durante tres años, y consagrar ese dinero a la creación de empleos y al desarrollo de las regiones marginadas. No contraer nuevos préstamos que minen la independencia de nuestro país.
11. Bajar los precios de los productos básicos de consumo, del agua, la electricidad, el gas…
12. Indemnizar urgentemente a las familias de los mártires y a las víctimas de la represión y del saqueo durante la revolución y durante los sucesos de la cuenca minera de Benguerdane, etc.
