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05 de July de 2011

La mitad de los trabajadores ocupados gana menos de $ 2.200.

El invierno K: más frío y más pobres

Hoy 1376 > La hora política

1. El escenario electoral

1. El escenario electoral

A pleno se ha instalado el escenario electoral. En Misiones, el 26/6 se impuso Closs, un aliado del gobierno K. Y el 3/7, en Tierra del Fuego, fue reelecta Fabiana Ríos, también aliada del gobierno K, pero enfrentada a la candidata K, Rosana Bertone. En las dos provincias fue muy alto el porcentaje de votos en blanco, nulos y abstenciones. No hubo en esos distritos una tercera fuerza popular, por distintas razones, entre ellas las trabas impuestas por la legislación electoral reaccionaria del gobierno K apoyadas por la dirección de la UCR, lo que vuelve a resaltar la importancia de la campaña del PTP por la personería en todo el país.

Los próximos desafíos serán el 10/7 en la Capital Federal, el 24 en Santa Fe, el 31 la segunda vuelta porteña, y el 7/8 en Córdoba. En la Capital usan sus monopolios en los medios de comunicación para polarizar los comicios. En Santa Fe el gobierno K se juega con el apoyo de Reutemann, y en Córdoba quedó malparado al romper su alianza con el PJ de De la Sota y Schiaretti. En los tres distritos hay terceras fuerzas que no se subordinan a las dos derechas. Son compromisos difíciles para el gobierno K, y también para la otra derecha, ya que suman el 25% del padrón electoral, y son los últimos comicios antes del mamarracho de las elecciones internas abiertas.

 

2. El lavado de cara K

Comenzaron los problemas con las listas armadas “a dedo” por Cristina K. Se rompió la alianza con el PJ de Córdoba. Y el caudillo pampeano Verna se bajó de su candidatura a la gobernación, en respuesta a la imposición de Maria Luz Alonzo, secretaria de la novia del dirigente de La Cámpora Jose Ottavis como candidata a primera diputada del PJ: el peronismo provincial se convirtió en un hervidero.

El “Kristinismo”, con esas listas decididas a dedo por la presidenta, trata de aprovechar el buen momento de su imagen para disputar el control directo de la provincia de Buenos Aires, fortalecer su fuerza propia en cada provincia, con una bancada disciplinada en el Congreso, y un peso creciente en los municipios. Además, al sacar de las listas a Moyano, a muchos de los caudillos del PJ, y a algunos dirigentes sociales K, les “lava la cara” a esas listas, ante sectores sociales que están en disputa, y se “indigestan” con Moyano, Guillermo Moreno, etc. La derecha opositora trata de aprovechar para sumar fuerzas entre los “heridos” sin puestos en esas listas.

Esa “renovación” o el “rejuvenecimiento” de esas listas, se hizo con dos grupos de “jóvenes”. Uno es la dirección de La Cámpora, en el que se suman los hijos de los jerarcas kirchneristas.

El otro grupo es el los economistas nacidos en las filas del peor liberalismo, el de Alsogaray, uno de los jerarcas de la fusiladora del 1955 que derrocó a Perón, que siguieron con la política de Menem de unir “los de más arriba con los de más abajo”. Claro que los que tienen “la manija” y “las cajas” son los de más arriba. El “modelo” es Boudou, el flamante candidato a vicepresidente, con sus amigos y socios que manejan el Anses, vaciándolo para garantizar la campaña electoral de la presidenta, y también se amontonan en la AFIP y en cuánto lugar hay caja. La alianza del Kristinismo con el menemismo va más allá de lo que parece. O mejor dicho, es tan amplia como cuando Néstor K calificó a Menem como el mejor presidente de la historia argentina, y Néstor y Cristina militaban para la venta fraudulenta de YPF, recibiendo a cambio los 1.000 millones de dólares que los K llevaron afuera del país.

 

3. Una política agotada

El kirchnerismo trata de llegar a octubre manteniendo una imagen ganadora y una economía floreciente. Las cifras truchas del IndeK le permiten mentir sin sonrojarse sobre la inflación (que para el gobierno no existe), la indigencia, la pobreza, y el crecimiento de la producción. Las derechas opositoras combaten esa imagen ofreciendo las recetas clásicas del ajuste, la devaluación y más extranjerización de recursos.

El resultado de la dependencia del mercado chino (con la soja) y el brasileño (armado de automotores), ha llevado al encarecimiento del precio de los alimentos, la destrucción de 12 millones de cabezas de ganado vacuno, la expulsión del campo hacia las villas de las ciudades de decenas de miles de obreros rurales y campesinos pobres, muchos de ellos originarios, y chacareros hacia los pueblos, una brutal concentración y extranjerización de la tierra, la destrucción creciente de ramas de la industria cuya producción es usada como moneda de cambio frente a las presiones de los monopolios chinos y los radicados en Brasil.

La prórroga de los contratos con las petroleras imperialistas, por 40 años, impulsada por los Kirchner, terminó de liquidar el relativo autoabastecimiento de gas y petróleo. El resultado es la creciente importación de combustibles y energía. Con negociados brutales como el del gas con Qatar, que se va a pagar un 50% más del precio internacional y hasta 8 veces lo que se paga en boca de un pozo argentino. Si el petróleo, el gas y la energía fueran nacionales, no habría problemas, porque el costo de producción está muy por debajo de lo que perciben las petroleras. Pero esos monopolios presionan por el precio internacional, y con un gobierno que tiene inversiones en petróleo, aumentan las tarifas de combatibles y energía. Por ahora gradualmente, pero ante la creciente importación, las tarifas saltarán en dirección a los precios especulativos del mercado mundial, donde el petróleo llega a más de 10 veces lo que es su costo de producción en el país.

 

4. Campaña, con la ficha en la mano

Las luchas obreras y populares han seguido, y seguirán antes y después de las elecciones: petroleros y docentes de Santa Cruz y Chubut, desocupados de la CCC como la gran jornada en Santa Fe, entre muchas otras. Los petroleros patagónicos están nuevamente al borde del estallido, ante las maniobras de los monopolios petroleros para no pagar a sus contratistas.

Las dos derechas, la del gobierno K y la de sus rivales de la Alianza de la dirección de la UCR y el duhaldismo, trabajaron para dividir a la tercera fuerza que se esbozó, y buscan ahora sacarla del mapa electoral con sus monopolios mediáticos y encuestadoras a sueldo.

En respuesta a eso, han sido valiosas las actitudes del cordobés Juez acercando posiciones, la presencia de Pino Solanas en el acto de Binner y, según se anuncia, la participación de Binner y Margarita Stolbizer en el cierre de campaña de Pino en Capital Federal. Hay que decir, también, que si las dos derechas trabajan para seguir “embarrando la cancha”, hay, también, actitudes sectarias y hegemonistas (y “vanidades” como dijo Juez), que facilitan las operaciones de esas dos derechas.

El PTP y el PCR estamos en el Movimiento Proyecto Sur, nacionalmente, y en muchas provincias y municipios. En Buenos Aires, San Juan, Río Negro, Santa Cruz, entre otros lugares, integramos frentes provinciales con características propias. Estos acuerdos programáticos alcanzados han sido muy importantes, no solo para las elecciones, sino para la confluencia de fuerzas en la lucha obrera y popular, después de octubre.

Seguimos trabajando por la unidad de ese gran andarivel, amplio y heterogéneo, de fuerzas revolucionarias, reformistas y progresistas, que no se subordinan a las fracciones del bloque dominante. Somos conscientes de que las elecciones de Capital, de Santa Fe y las internas abiertas son fechas claves. En ese sentido, cualquier decisión que cambie los acuerdos tomados, debe ser protagonizada por todas las fuerzas participantes, y debe basarse en un acuerdo programático.

Los más de 33.000 avales y las 11.000 afiliaciones de la campaña por la personería del PTP, han sido el resultado de un gran esfuerzo y son un paso de avance. Pero todo el recorrido que hemos hechos muestra la necesidad de ir a fondo en la campaña por la personería, que ha demostrado su eficacia para avanzar en las empresas de concentración obrera y en el conjunto del trabajo sindical, en los desocupados y mayores, entre las mujeres y la juventud. Lo que crea las condiciones para fortalecer la fuerza de vanguardia y el camino revolucionario.

La continuidad de la crisis mundial, y los vientos rebeldes que vienen de Europa, de los países árabes y de China, y la posibilidad de cambios bruscos en la Argentina, nos muestran que los pasos de avance que estamos dando nos abren el camino para nuevos y mayores desafíos.