Por segundo sábado consecutivo, más de 80 mil personas colmaron las calles de varias ciudades israelíes, manifestando contra la carestía y el alza de los precios de la vivienda. Las concentraciones ya no se concentraron sólo en Tel Aviv sino que abarcaron prácticamente todo el territorio del país, incluyendo desde Haifa y Afula en el norte hasta Beersheba en el sur. Jóvenes, activistas sociales, representantes de comisiones obreras y artistas reconocidos participaron en las marchas.
Por segundo sábado consecutivo, más de 80 mil personas colmaron las calles de varias ciudades israelíes, manifestando contra la carestía y el alza de los precios de la vivienda. Las concentraciones ya no se concentraron sólo en Tel Aviv sino que abarcaron prácticamente todo el territorio del país, incluyendo desde Haifa y Afula en el norte hasta Beersheba en el sur. Jóvenes, activistas sociales, representantes de comisiones obreras y artistas reconocidos participaron en las marchas.
Sólo en Haifa se congregaron al menos 30 mil personas –muchas portando banderas rojas, y por primera vez juntos judíos y árabes– al grito de “Queremos justicia social!” y “El gobierno es responsable de la crisis!”. Otros 12 mil marcharon en Beersheba, y 15 mil en Afula; decenas de marchas más pequeñas tuvieron lugar en Nazareth, Nahariya, Natanya, Ashkelon, Dimona, Eilat y otras localidades.
La Unión Nacional de Estudiantes fletó unos 50 colectivos con estudiantes de la región central a participar en las marchas del sur y del norte. La central reclama la suspensión de las privatizaciones y la limitación del número de trabajadores contratados por agencia. También se reclama la rebaja de las tarifas eléctricas, que el gobierno ultraliberal y ultrarreaccionario de Netanyahu acababa de elevar en un 10% el domingo anterior.