Desde el primer día de conocida la noticia de la desaparición de este joven el pueblo de Jáchal comenzó a organizarse para encontrarlo, es así que su familia, amigos, vecinos y fundamentalmente la juventud comenzó una campaña de información buscando información sobre el paradero de Miguel; se hicieron cadenas por celular, avisos en las radios, en Internet y se organizaron grupos de búsqueda. Así también la familia acudió inmediatamente a las autoridades a buscar ayuda en la búsqueda, según dijo la madre del chico tuvo que casi “obligar” a los policías para que salieran a buscar a su hijo.
Con el transcurrir de los días y ante la falta de respuesta sobre este joven se empezaron a conocer trascendidos en los que se involucraba a la policía en el hecho, ya que según relató también su madre a Miguel lo perseguía mucho la policía y en especial un agente de la comisaría 21 de Jáchal quien lo había golpeado en varias oportunidades.
Bronca acumulada y rebelión popular
Luego de varios días de búsqueda los vecinos, familiares y amigos comenzaron a organizar marchas pidiendo por la aparición con vida del joven. El lunes 22 de agosto se realizó una movilización masiva que culminó frente a la comisaria 21 de la policía, luego por la bronca acumulada vino el ataque de una gran cantidad de jóvenes a la comisaría y posteriormente a las oficinas de la Municipalidad de Jáchal. Un hecho de tal magnitud, con tantas personas enardecidas atacando un destacamento de fuerzas armadas como es la policía no se da de un momento para otro, sino después de mucha bronca acumulada, bronca porque después de más de una semana de búsqueda en un pueblo donde nos conocemos todos no hallan ni siquiera indicios de este joven; bronca por la falta de respuesta de las autoridades que son quienes tienen que garantizar la seguridad de las personas, bronca porque en Jáchal los robos son cada vez más frecuentes pero nunca se aclara nada; bronca porque amenazan en forma mafiosa a una docente por opinar sobre la minería en un medio nacional y “nadie” vio nada y la policía no tiene ningún dato al respecto, entonces si bien la violencia no se justifica y nadie quería esta situación, los hechos muestran el descontento popular por muchas cosas que vienen pasando en Jáchal.
Otra actitud lamentable es la de las autoridades municipales que desviando el verdadero eje de la cuestión que es la desaparición y posterior muerte de un joven de 24 años, en vez de buscar soluciones al problema se encargaron de buscar “responsables” de los disturbios. Llegaron al colmo de intentar responsabilizar a un periodista por incitar a la violencia, no menos desagradable e inoportuna la actitud de algunos medios de comunicación locales y provinciales que hacían centro en los destrozos a la comisaría y no en el verdadero tema que es la vida de un joven.
Persecución y miedo en Jáchal
Lamentablemente el martes 23 justo un día después de la gran marcha y de los incidentes aparece el cuerpo sin vida de Miguel, dudas en el caso son las que sobran, partiendo del hecho que en los canales se cortó el agua apenas se conoció la desaparición de Muñoz, que en los rastrillajes previos el cuerpo no había aparecido.
Pasados estos hechos comenzó a reinar un clima de miedo y persecución. Este clima se instaló luego del ataque a la comisaría. Durante esa noche la infantería que llegó desde la ciudad de San Juan avanzó sobre diferentes calles y plazas del departamento deteniendo a jóvenes por su supuesta intervención en los hechos frente a la comisaría, allí realizaron varias detenciones de pibes que estaban por las calles o reunidos en una plaza.
Pero lo más grave del hecho son las causas que se les imputan a todos estos jóvenes, entre ellas aparece el de asociación ilícita, ahora se les imputa pertenecer a una organización delictiva por el sólo hecho de ser jóvenes que de alguna u otra manera estallaron frente a la inacción de parte del estado para lograr encontrar un joven desaparecido y peor aún cuando aparece la propia policía involucrada en el caso.
Es muy grave esta situación ya que se pretende con esta persecución aplicar un castigo ejemplar a la juventud que se rebela frente a hechos graves que suceden en el departamento. Por otro lado de parte del gobierno municipal no se dice nada al respecto avalando de hecho esta persecución a los jóvenes jachalleros, justamente ahora que se están llevando a cabo los juicios a los represores de la dictadura en San Juan. También algunos abogados despolitizados que asisten a los jóvenes detenidos les aconsejan a las familias no hacer nada público por el tema de las graves acusaciones. Desde ya que este es un grave error intentar callar y ocultar la persecución que se vive en el departamento.
Policía sospechada
Otro hecho que preocupa es que en la población jachallera existe un sentimiento de desconfianza frente a la policía por el hecho de la desaparición de Miguel Muñoz e incluso la misma fuerza reconoce el hecho al trasladar a toda la cúpula de la policía en el departamento y también trasladan a todos los policías que estuvieron de servicio el día de la desaparición de Muñoz.
Esta situación exige que sea denunciada y el pueblo en su conjunto tome en sus manos la denuncia de la situación persecutoria que se vive en Jáchal ya que desde el gobierno provincial José Luis Gioja, su ministro de gobierno Emilio Fernández y el intendente siempre obediente Jorge Barifusa intentan amedrentar a la juventud jachallera y a todos aquellos que se animan y enfrentan a este gobierno.
