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14 de October de 2011

Al salir esta edición a la calle, se estarán realizando las elecciones a Comisión Interna en Terrabusi–Kraft. Reproducimos la carta del compañero Ramón Bogado, dirigente de la CCC, que integra la Lista 1.

Elecciones en Kraft

Hoy 1390 / Ramón Bogado: carta abierta a mis compañeras y compañeros

Queridas compañeras y compañeros, el motivo de esta carta abierta es compartir con ustedes algunas reflexiones de tantos años que hemos estado juntos trabajando, y en la lucha por una vida digna para los obreros de Terrabusi. Recordar tantas cosas que hemos vivido juntos, con los más veteranos en la fábrica, y también compartirlas con los más jóvenes, a los que a pesar de ser más nuevos les han tocado luchas intensas en estos años.

Queridas compañeras y compañeros, el motivo de esta carta abierta es compartir con ustedes algunas reflexiones de tantos años que hemos estado juntos trabajando, y en la lucha por una vida digna para los obreros de Terrabusi. Recordar tantas cosas que hemos vivido juntos, con los más veteranos en la fábrica, y también compartirlas con los más jóvenes, a los que a pesar de ser más nuevos les han tocado luchas intensas en estos años.
Cuando ingresé en la fábrica en el año 1986 el dueño de Terrabusi era Montagna. No había Cuerpo de Delegados, la patronal hacía y deshacía arreglando directamente con el Sindicato.
Los más viejos nos ayudaron a los más jóvenes a ir juntándonos, y así se crea la Comisión Provisoria de Reclamos. Eso creó las condiciones para volver a tener una Comisión Interna y un Cuerpo de Delegados de toda la planta. Ahí tuve el honor de ser elegido por primera vez delegado, por los compañeros de mi sección, Playa de Carga-Depósito, en el año 1991.
En el año 1993, con un grupo de delegados, conformamos una lista que permitió recuperar la Comisión Interna, ganándole a las otras dos listas (una de ellas, la de Daer), con el 70% de los votos.
Fueron años difíciles, con el menemismo vinieron las privatizaciones, millones de desocupados en la Argentina (es bueno recordarlo, porque ahora hay tantos que dicen haber enfrentado a Menem, pero en esa época estaban calladitos, o peor, le chupaban las medias a “Carlitos”).
Ahí llegan los yanquis de la Nabisco, que le compran Terrabusi a Montagna. Como siempre llegan con planes de despidos y tercerización. Fue una lucha muy difícil, ellos trabajaron hombre por hombre, a los delegados, para comprarlos. Ofrecían 300% de indemnización, y el Sindicato y el Ministerio de Trabajo de Menem les aconsejaba agarrar. Y a los que no nos vendíamos nos ponían en el blanco para echarnos. Nos salvaron los compañeros y compañeras que en la elección del ’95 nos vuelven a elegir con el 75% de los votos.
Fueron años de grandes luchas y conquistas: conseguimos aumentos salariales, el 200% en las horas extras, más un adicional por horas extras, y plus nocturno del 50%. Y logramos algo extraordinario: conseguir mantener la Guardería y transformarla en Jardín Maternal. Algo único en la Alimentación. Fuimos la avanzada en la lucha contra la discriminación y el respeto hacia las compañeras. En eso ayudaron mucho las delegaciones que desde hace 16 años vienen participando de los Encuentros Nacionales de Mujeres.
Otra gran conquista conseguida con la lucha de todos fue el comedor de comida caliente.
Todavía recuerdo que, cuando en el año 2004 presentamos la Lista Celeste y Blanca contra Daer en el STIA Capital, las compañeras y compañeros que iban a hacer de fiscales en otras fábricas, veían a los trabajadores comiendo en un vestuario, sin ropa de trabajo, sin zapatos de seguridad, y ni qué hablar de tener guardería o algo parecido. Volvían sorprendidos de lo que veían, y orgullosos, porque esos logros en Terrabusi fueron arrancados con su lucha.
Fueron años de gran unidad de los trabajadores. Fuimos mejorando nuestros salarios que estaban atrasados por los malos acuerdos de paritarias.
Ya en el año 2000 la Kraft había comprado la Nabisco, y conocimos a una nueva patronal, más antiobrera y revanchista. Que trabajaba activamente para dividir a los obreros.
Pero no pudieron quebrarnos, y seguimos defendiendo nuestras reivindicaciones. Hicimos el primer corte de Panamericana con los trabajadores de Ford, Volkswagen, y Alba.
Por eso fuimos al paro y corte de Panamericana en el año 2007. Por esa lucha me procesan, y gracias a la movilización, en primer lugar de mis compañeras y compañeros de Kraft, y a la solidaridad de cientos de organizaciones sociales, sindicales, etc., fui absuelto en la causa penal.
Fue un gran acierto unir la lucha por mejor salario con la lucha de los jóvenes por quedar efectivos. Fueron 50 días de paros, quite de colaboración, asambleas, cortes de la Panamericana. Con esa gran lucha conseguimos romper el tope salarial que había acordado el gobierno con los jerarcas sindicales, y 900 compañeros contratados pasaron a ser efectivos.
Después vino la gran lucha del 2009, cuando en la primera oleada de la crisis económica mundial, la Kraft venía con sus planes de reducir un turno. Empezó sus provocaciones al negarse a tomar medidas con lo de la Gripe A. Y como con eso no pudo dividirnos, siguió estirando las cosas, hasta obligarnos a permanecer 38 días en la planta. A pesar de que el Sindicato nos abandonó a nuestra suerte, y que el gobierno “dejó hacer” a la Kraft, igual nos plantamos contra los despidos que venían.
La única forma en la que la empresa pudo dividirnos fue no dejando entrar la gente a la fábrica. Fue una lucha heroica, con gran solidaridad en todo el país. Más de 100 cortes de ruta hubo en la Argentina cuando fuimos desalojados. Y reincorporamos a 70 compañeros. Pero salimos golpeados.
La empresa le pegó con todo a la Comisión Interna que yo encabezaba, con odio. Todavía enfrentamos más de 14 juicios cada uno con los compañeros Alfonso, María Rosario y Penayo.
Y una parte que estaba en la Interna, encabezada por Hermosilla, también nos puso en el blanco, se puso de “fiscal”, nos acusó de “traidores”, porque no hacíamos lo que ellos querían. Y armó otra lista.
Nos hubiera gustado que esa misma firmeza “de pico” la hubieran mostrado estando al lado nuestro el día que la Infantería y la Caballería nos desalojaron, y golpearon brutalmente, con palos y gases a los que ocupábamos en defensa de los puestos de trabajo, y no mirándola por TV.
Recuerdo el día de las elecciones de Comisión Interna en el 2009. Daer anunciaba que habíamos ganado por la urna del sindicato. Pero nosotros no aceptamos eso. Si habíamos perdido en la fábrica por 16 votos, había que aceptarlo, y no ganar con una urna que nosotros mismos habíamos impugnado. No es eso lo que aprendí en tantos años de lucha junto a mis compañeros. Así fue que anuncié el triunfo de Hermosilla.
Es cierto que la empresa había hecho múltiples maniobras para evitar que los que estaban en las líneas fueran a votar. Pero también hay que ser autocrítico y pensar cómo no vimos venir que esta patronal, que nos odiaba tanto por ponernos a la cabeza de la lucha de los trabajadores, iba a hacer cualquier cosa para que no ganemos.
Así volví a trabajar, con orgullo. Con ese orgullo que me da que mis compañeros de la Interna, María Rosario, Alfonso, Penayo, y yo, no aceptamos la parva de plata que nos ofreció, para irnos, esta patronal negrera, que cree que todo se compra y todo se vende. Y volvimos a trabajar, como uno más, como corresponde. Hoy cualquier compañero podrá decirnos que estuvimos bien, o que nos equivocamos en algo, pero ninguno podrá decirnos que nos vendimos, y eso no me lo quita nadie.
Termino esta carta diciendo que voy a ser parte de una lista para las elecciones de Comisión Interna este 12 de octubre, la Lista Nº 1. Y voy a participar porque creo que es necesario recuperar la Comisión Interna para unir a la fábrica y defender nuestro salario y nuestros derechos. Durante estos dos años he sufrido como uno más, las injusticias de esta patronal, a la que no le ponen freno, ni el Sindicato ni la actual Comisión Interna.
Frente a esta patronal que con la robotización cree que los trabajadores también se convierten en robots, y te mata en las líneas, no hay conducción que nos una para plantarse. Cuando la presidenta se reía de la tendinitis de los trabajadores, sería bueno que conozca cómo trabajan las compañeras en las líneas de Kraft.
Frente a un salario que se achica mes a mes por la inflación, no hay una conducción que nos una para luchar por aumento.
He visto estos dos años una conducción gremial que es  dura de palabra, y blandita en los hechos. Que en vez de pelear por unir a los trabajadores, ha sido la que lleva al enfrentamiento entre los distintos turnos. Que es capaz de juntarse con los del gremio, para hacer votar 8 veces en una asamblea, para poder levantar un paro. Que es capaz de hacernos trabajar un 24 de marzo, si le conviene a la empresa, insultando la memoria de los 30.000 desaparecidos por la dictadura, algunos de los cuales fueron obreros de Terrabusi.
Creo que vienen momentos duros, ya todos hablan de cuándo vamos a sentir con todo la crisis mundial en la Argentina. La historia de los trabajadores de Terrabusi nos enseña que si nos unimos para luchar todos juntos, podemos conseguir grandes logros. Por eso quería compartir con ustedes estas reflexiones. Un abrazo grande a todas las compañeras y compañeros.