María Antonia de los Santos fue una de nuestras compañeras más antiguas. Ejemplo de lucha, valentía, y entereza para todos nosotros.
Miembro de nuestro Comité Zonal, dirigente del MIJP, de esos compañeros que están en todas y que no afloja nunca dando fuerza a los demás. Estuvo con nosotros 20 años, incorporándose al Partido en la época de Menem, y lo levantaba con orgullo. Fundó nuestro primer Centro de Jubilados, junto a Magda y otros compañeros.
María Antonia de los Santos fue una de nuestras compañeras más antiguas. Ejemplo de lucha, valentía, y entereza para todos nosotros.
Miembro de nuestro Comité Zonal, dirigente del MIJP, de esos compañeros que están en todas y que no afloja nunca dando fuerza a los demás. Estuvo con nosotros 20 años, incorporándose al Partido en la época de Menem, y lo levantaba con orgullo. Fundó nuestro primer Centro de Jubilados, junto a Magda y otros compañeros.
Encuentrera desde entonces, nunca dejó de ir a un solo Encuentro, y nunca faltó a todos los plenarios de jubilados, participando de su Mesa Nacional.
Estuvo en las Marchas Federales, con firmeza llevando la bandera siempre al frente. Cuando la represión arreció y muchos se iban, ella levantando en alto la bandera gritaba, “¡vuelvan, nuestro lugar está aquí!”.
Aún con el paso de los años fue la encargada de nuestro local, recibiendo y distribuyendo la mercadería del comedor del barrio diariamente. Y cuando en las reuniones nocturnas le decíamos “Vieja, es tarde, andate a tu casa”, se ofendía y enojaba diciendo “¿No me querés aquí?”
Ya no está más. La tendremos en nuestros corazones, y en nuestra militancia de todos los días. Ella era de las “imprescindibles”. Nos deja su ejemplo, su conducta su vida al servicio de los demás. Cuando llegue el día del triunfo ella estará entre nosotros levantando en alto la bandera.
Antonia de los Santos, hasta la victoria siempre.
