La posición de Cristina y Tomada de no homologar el acuerdo salarial del 35,7% entre la Uatre y las cuatro entidades patronales agrarias, y hacerlo por el 25%, cuando ese acuerdo lleva el mínimo a $3.000 menos de la mitad de la canasta familiar real, indica la decisión política de imponer topes salariales desde ahora, como lo hizo con el servicio domestico.
La posición de Cristina y Tomada de no homologar el acuerdo salarial del 35,7% entre la Uatre y las cuatro entidades patronales agrarias, y hacerlo por el 25%, cuando ese acuerdo lleva el mínimo a $3.000 menos de la mitad de la canasta familiar real, indica la decisión política de imponer topes salariales desde ahora, como lo hizo con el servicio domestico.
Cristina tiene muy en cuenta que en enero y febrero tiene la reapertura de paritarias de la UTA, Bancarios y la UOM y que seguramente se adelantará a discutir con la Ctera el salario marco nacional de los docentes, que están cerrando el año con paros en varias provincias.
Se empiezan a ver con claridad las “medidas anticrisis” y el ajuste del gobierno después del amplio triunfo electoral de octubre. Medidas para hacerle pagar a los trabajadores y al pueblo los efectos sobre Argentina de la crisis Mundial de sobreproducción relativa.
Ha sido muy positiva la reacción de la conducción de la Uatre de convocar a las jornadas de lucha en todo el país con cortes de ruta en algunos lugares y volanteo en otros, la movilización al Ministerio de Trabajo la semana pasada y la convocada para este martes 22, ha sido limitada, pero importante.
Nuestras fuerzas han participado activamente en estas jornadas de lucha. Sin embargo esto ha puesto nerviosa a Cristina que atacó los cortes de ruta y quiere sacar la gente de la calle. Y algo muy grave: habla de no atentar contra el país. No le basta con la represión policial, de patotas, la muerte y la judicialización de los luchadores. ¿Estará pensando en aplicar la ley antiterrorista de Néstor Kirchner, por eso habla de “atentado”? Esta semana la tercerización de la represión cobró una nueva víctima: Cristian Ferreyra en Santiago del Estero.
Muy malas son las señales de Cristina: congelamiento salarial frente a la inflación y judicialización, represión, muerte, amenazas frente a la lucha.
Los rurales en una movilización histórica, han dicho bien: “Sra. Presidente: no atente contra los salarios”. Todo el movimiento obrero debe ayudar a romper ese tope del 25%. Este 23 de noviembre, a un año del asesinato de Roberto y Mario López, debemos hacer una movilización masiva amplísima en todo el país que le pare la mano al gobierno de Cristina.
Debemos seguir preparando y desarrollando la lucha gremio por gremio por las cifras de fin de año, por otro aguinaldo, que ayude a cubrir el defasaje por inflación de los salarios más bajos; y a la vez pelear para que los patrones paguen el impuesto a los salarios al gobierno, que se queda con el aguinaldo de los trabajadores de sueldos más altos.
Debemos empujar asambleas de sección de fabricas, interfábricas, cuerpos de delegados, y medidas de fuerzas pasando por arriba a los traidores, para lograr el doble aguinaldo y las cifras de fin de año, preparándonos para enfrentar suspensiones, despidos y el ajuste K.
