El miércoles 16 asumió como primer ministro griego Lucas Papademos, un ex vicepresidente del Banco Central Europeo. Asumió con la misión de llevar hasta el hueso las medidas de “austeridad”, eufemismo con que las dirigencias imperialistas aluden a los despidos, privatizaciones, recortes presupuestarios y salariales y aumentos de impuestos que el mismo Banco y los otros dos integrantes de la siniestra “troika” imperialista -el FMI y la Unión Europea- descargan sobre Grecia para que pague las descomunales deudas que ellos mismos y sus socios internos le impusieron o alentaron durante años. Los dos principales partidos que dominaron el escenario político griego desde el fin de la dictadura -el socialdemócrata y el conservador “Nueva Democracia”-, son igualmente responsables de la escalofriante deuda externa de 370.000 millones de euros, equivalente al 160 por ciento del PBI del país.
Papademos asumió el miércoles 16, y el jueves 17 más de 40.000 personas volvieron a marchar por el centro de Atenas en repudio a esos planes. Batiendo redoblantes y ondeando banderas rojas, al grito de “¡Fuera la UE y el FMI!”, conmemoraron el histórico y sangriento levantamiento estudiantil del 17 de noviembre de 1973 que marcó el comienzo del fin de la “Dictadura de los coroneles”, la infame tiranía proyanqui que asolaba a los griegos desde hacía seis años. La misma consigna de entonces: “Pan, enseñanza y libertad”, fue coreada ahora contra las políticas que los acreedores internacionales le imponen a Grecia y que han llevado la desocupación a un nivel histórico del 20 por ciento.
El ex banquero Papademos –una especie de Domingo Cavallo local– es apoyado por una coalición antipopular de socialdemócratas, conservadores y fascistas, y es rechazado por fuerzas como el PC reformista, el frente de izquierda Syriza y el KOE (Organización Comunista de Grecia). Papademos dijo que su prioridad hasta las elecciones convocadas para febrero es la ratificación del plan de rescate internacional por 130.000 millones de euros (177.000 millones de dólares) acordado el mes pasado en una cumbre de la UE. A cambio Grecia debe efectivizar medidas de sometimiento nacional y de hambreamiento popular que convertirán al país poco menos que en una semicolonia de las potencias rectoras de la “troika”. ¡Y así y todo la deuda de Grecia sólo bajaría para el año 2020 del 160 al 120% del PBI!
Grupos de jóvenes encapuchados apedrearon a la policía frente al Parlamento enfrentando los gases lacrimógenos. “La Junta (militar) no se fue en 1973, ¡rebelarse contra el gobierno UE-FMI!”, coreó la multitud. “El actual gobierno no salió de elecciones. Si no es una junta (militar), ¿qué es?”, dijo una manifestante.
Y las pancartas revivían aires de nuestro Argentinazo de 2001: “¡Los vamos a echar a todos!”.
