Noticias

30 de November de 2011

Más de 70 familias, después de más de 15 años de reclamar tierras fiscales se vieron obligadas a ocupar para no tener que abandonar el campo.

Ocupar, producir, resistir

Hoy 1397 / Pampa del Indio, Chaco

La gran Marcha de El Impenetrable que unió por primera vez a qom, wichi y criollos, logró arrancar al gobierno provincial un acuerdo de siembra de 3.350 hectáreas en 27 Parajes para casi 1.000 campesinos. Se recibieron ya 4 tractores con equipo, el gasoil y la semilla para unidades de producción de 4 hectáreas por campesino. Serían dos para algodón, una para maíz, media de sementera baja y media para huerta. Con esfuerzo y superando demoras en el cumplimiento se realizan sostenidamente las tareas.

La gran Marcha de El Impenetrable que unió por primera vez a qom, wichi y criollos, logró arrancar al gobierno provincial un acuerdo de siembra de 3.350 hectáreas en 27 Parajes para casi 1.000 campesinos. Se recibieron ya 4 tractores con equipo, el gasoil y la semilla para unidades de producción de 4 hectáreas por campesino. Serían dos para algodón, una para maíz, media de sementera baja y media para huerta. Con esfuerzo y superando demoras en el cumplimiento se realizan sostenidamente las tareas.
En la zona de Pampa del Indio, rodeada por los más grandes terratenientes de la provincia, Eurnekián y Comega, que suma más de 100 mil hectáreas, falta tierra para los pequeños campesinos y originarios. A pesar de lo conseguido, un gran sector no puede sembrar ni un pequeño pedazo. Ante ello, el 6 de noviembre pasado, más de 70 familias, después de más de 15 años de reclamar tierras fiscales o por lo menos la identificación de las vendidas a 60 centavos la hectárea a los amigos del poder de los gobiernos anteriores, se vieron obligadas a ocupar o tener que abandonar el campo. Se detectó un predio de 1.000 hectáreas a 40 km de Pampa del Indio y a 7 de la entrada del Parque Provincial.
El campo, mayoritariamente monte, estaba sin alambrados en un frente de 5 Km sobre el camino vecinal, sin mejoras ni ocupantes, es decir sin posesión por años. Las familias armaron precarias carpas y casi de inmediato se inició la arada en un sector de limpiada. Entre las familias ocupantes está la señora de Mártires López con parte de sus hijos, que quieren trabajar el campo como les enseñó su padre y que no se quieren ir a la periferia de las ciudades donde también faltan tierras y son acusados de “usurpadores”.
Los tenedores del título realizaron la denuncia y se presentó el fiscal Sorabella de San Martín. La policía tomó declaraciones a algunos e informaron que se debían retirar. Por las características descriptas, el caso debió ser encuadrado en el fuero Civil y no en el Penal, por la falta de posesión de los tenedores del título. A pesar de ello, estos comienzan a alambrar desde una punta. Los compañeros hacen la denuncia en la Policía de Pampa del Indio y la tarea se detiene.
Días más tarde fueron detenidos dos hijos de la familia Torales, vecinos criollos que hace más de 40 años viven en campo lindero y fueron despojados, al trasladar campesinos en su camión.

 

Amenaza de desalojo
El viernes pasado, se presenta el fiscal en el predio con chaleco antibala y dice que deben salir porque de lo contrario se desalojaría el día Sábado 26 al mediodía y podríamos lamentar muertes. Se pasa el día en una tensa calma y espera. El desalojo no se realiza, pero se anuncia que se realizará este martes 29 (al cierre  de esta edición).
Se llama a la solidaridad de todas las organizaciones populares, provinciales y nacionales, en particular las que en la semana anterior realizaron dos Encuentros por la Tierra en San Martín y Sáenz Peña, para impedir nuevos hechos de sangre a los que nos quieren ir acostumbrando cuando se ofrecen decenas de miles de hectáreas fiscales a poderosos de adentro y de afuera con ocupantes ancestrales.
El gobierno provincial y nacional deben tomar de inmediato el tema para solucionarlo en el marco de la medida cautelar resuelta por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que impone a estos, medidas urgentes tendientes a resolver la denuncia de “genocidio silencioso” de los pueblos originarios de la zona, presentada por el defensor del Pueblo de la Nación.
Que no corra más sangre de los pobres del campo en la justa lucha por la tierra. Que crezcan decenas de miles de chacras que hagan desarrollar los pueblos como fue históricamente y no un puñado de pooles, grupos de inversión y grandes terratenientes sojeros, que impulsan lo que hoy llaman “agronegocios” desforestadores y contaminantes.