La grave sequía que se registra desde el mes de diciembre en la zona núcleo de la producción agrícola-ganadera pampeana dio origen a la Comisión de Emergencia que el 26 de enero pasado se reunió por tercera vez, en la cual participó Eduardo Buzzi.
La grave sequía que se registra desde el mes de diciembre en la zona núcleo de la producción agrícola-ganadera pampeana dio origen a la Comisión de Emergencia que el 26 de enero pasado se reunió por tercera vez, en la cual participó Eduardo Buzzi.
Al finalizar, el presidente de la Federación Agraria Argentina manifestó que ahora el mapa está mas claro y que el daño es muy grande. Como producto de la reunión se logró que el Fondo de Emergencia se incremente en $2.300 millones por sobre los $500 millones que ya se habían asignado, para el otorgamiento de créditos y asistencia directa a través del Banco Nación y Banco de la Provincia de Buenos Aires, lo que consideró insuficiente tal como se demostrará a partir del mes de marzo. El problema, señaló, es que la mayoría de los pequeños y medianos productores no están bancarizados y por lo tanto es dudosa la posibilidad de que puedan recibir créditos. Lo que se logró como compromiso del gobierno es que no se cobraran intereses sobre los impuestos que no se paguen a tiempo.
Como solución superadora de esta situación Buzzi destacó que en el artículo 23 de la Ley de Emergencia se contempla que el Estado puede eximir de impuesto a los damnificados por la sequía y posteriormente anticipó que si a partir de la semana que viene, ocasión en que supuestamente se tiene que empezar a instrumentar la asistencia a los pequeños y medianos productores, no se ven soluciones concretas el sector que representa puede volver a la ruta ante la gravedad de la situación.
Para dicha reunión el INTA reconoció que la sequía afectará seriamente los rendimientos, aunque no cuantificó las pérdidas. El cultivo más afectado será el maíz que se sembró temprano, entre septiembre y comienzo de octubre, y que la cosecha oscilará entre las 17 y 21 millones de toneladas cuando se habían pronosticado 29 millones. La soja cuya superficie sembrada sigue creciendo bajo el gobierno kirchnerista que dice estar en contra de la “sojización”, en esta campaña 2011/2012, se incrementó el área sembrada un 7% por sobre el promedio de los últimos cinco años. Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, se cosecharán 46,2 millones de toneladas de soja, con una caída del 2% respecto a las 49,2 millones cosechadas en la campaña 2010/2011.
El programa de la asamblea del Distrito 7
La cuestión con este tipo de estimaciones generales sobre la caída de los volúmenes de producción es que no diferencian regiones y tamaño de los productores y ocultan que siempre el que produce en gran escala, como terratenientes o pooles de siembra que manejan fondos de inversión tiene espalda para superar la situación. Por ello ha sido muy importante la Asamblea del Distrito 7 de Federación Agraria realizada en Rufino a fines de enero. El programa que aprobó la Asamblea exige subsidios y políticas diferenciales para pequeños y medianos productores consistentes en:
• 1.000 por hectárea sembrada y por hectárea ganadera por un monto de $ 80 millones, cifra que está por debajo de los $ 100 millones que se llevo el gobierno del Distrito con las retenciones.
• Por colmena y para contratistas, transporte y servicios afectados.
• Para tasas financieras.
• Baja de retenciones y segmentación en situación de desastre como la que se vive.
• Anulación del Anticipo del Impuesto a las Ganancias del año 2012 (que tiene que liquidarse entre mayo y junio).
• Reducción o anulación de impuestos, tasas nacionales, provinciales y municipales.
Este tipo de práctica y posicionamiento es el que puede impedir que la crisis económica mundial que golpea a la Argentina, agravada por las consecuencias de la sequía, plantea la necesidad de la coordinación de las luchas que conversaron Pablo Micheli por la Central de Trabajadores de la Argentina y los dirigentes de la Federación Agraria Argentina, a la que es imprescindible sumar a otras organizaciones de trabajadores y de pequeños y medianos campesinos de la zona pampeña y otras regiones del país que realizan otro tipo de cultivos, para ganar las calles y las rutas en procura de impedir el ajuste que lanzó el gobierno para que la crisis la paguen los sectores populares de la ciudad y obligar a la asistencia real a los pequeños y medianos productores perjudicados por la sequía.
