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08 de February de 2012

Página 12 informó el 29/01/2012 que, ante el abuso de posición dominante y cartelización de precios por parte de las petroleras, se empezó a plantear la alternativa de estatizar YPF.

¿Estatización petrolera?

Hoy 1405> Hablando de operaciones de prensa…

No sabemos que habrá de cierto en esa información. Tememos el doble discurso de este gobierno. “La realidad se construye”, afirman sus voceros. Entonces, no hay desigualdad social ni inflación. Se construye un “relato” que dice lo contrario.

No sabemos que habrá de cierto en esa información. Tememos el doble discurso de este gobierno. “La realidad se construye”, afirman sus voceros. Entonces, no hay desigualdad social ni inflación. Se construye un “relato” que dice lo contrario.
De esta manera, la adquisición del 25% de YPF por el grupo Eskenazi, mientras Repsol conserva el 59%, constituyó un acto de “argentinización”. No importa que el grupo Eskenazi participe en la explotación, con capitales imperialistas, de nuestro petróleo. Argentinización curiosa, porque la compra del 25% se efectúa con las ganancias que produce YPF y que, anualmente, se giran al exterior aumentando la carencia de dólares en el país por la remisión de los mismos, en una típica relación que sufren los países dependientes como el nuestro: la libre remisión de utilidades.
Y así como se instaló un “relato” al respecto, tememos estar asistiendo a un nuevo “relato”.
Porque si no, estaríamos ante un giro de 180 grados en un punto estratégico de la política nacional.
Nos cuesta creer que quienes apoyaron la privatización petrolera de Menem, y que la han profundizado en estos años, se conviertan en seguidores de Mosconi. Que den tal viraje quienes han entregado a Panamerican Energy el Yacimiento Cerro Dragón, hasta el año 2047. Recordemos que esta empresa es 60% de la British Petroleum inglesa y 40% de Bridas, a su vez propiedad de los Bulgueroni, que explotan en el Caspio subordinados a Putin, y de la empresa estatal China Cnooc.
Lo que hemos cuestionado en estos años no es la velocidad con que se hacen las cosas, sino la dirección hacia la cual nos movemos.

¿Hacia dónde vamos?
¿Vamos hacia un proyecto de independencia nacional o se remacha cada vez más la dependencia? ¿La política de entrega minera es coherente con esta estatización petrolera que se anuncia?
¿Cómo se compatibiliza este viraje con las declaraciones de la Sra. presidenta, cuando habló del buen trato que reciben las empresas inglesas en el país?
¿Será que se reestatizará YPF y no Panamerican?
La Sra. presidenta “descubrió”, este 25 de enero, que el costo argentino es mucho menor que el que se les reconoce a las empresas petroleras. Implican ganancias para ellas superiores al trescientos cincuenta por ciento, en el cálculo más tímido.
Entonces teníamos razón cuando decíamos que con lo que se embolsaban las petroleras había dinero de sobra para pagar a los jubilados el 82% móvil. O cuando decíamos que es imposible ser un país soberano con el petróleo en manos de monopolios imperialistas españoles, ingleses, rusos, chinos, yanquis, franceses, etc.
Claro que, si se va a realizar ese giro de 180 grados, sería conveniente una autocrítica por lo actuado. Y que se investigue el origen de algunas fortunas de nuevos petroleros amigos como Cristóbal López y Lázaro Báez. Y que algunos sean penalmente responsables por lucrar con el patrimonio nacional.

¿Gato encerrado?
Nos alegraría el cambio. No queremos creer que sean ciertos algunos comentarios y rumores de pasillo que dicen que de lo que se trata es que, como hay algunas diferencias con Eskenazi cuyos motivos desconocemos, se haga “un tránsito a la nacionalización de YPF transfiriéndola, primero, al grupo Cristóbal López (OIL)”, empresario del juego convertido en petrolero por este gobierno. O que se trate de implantar el modelo Sonangol, empresa estatal de Angola que está asociada a grupos privados y que en realidad es controlada por China. O que volvamos al viejo modelo de la patria contratista que tanto denunció el Dr. Adolfo Silenzi de Stagni, que consistía en que la YPF estatal invertía en exploración para luego hacer concesiones de las áreas en producción a los contratistas, que extraían el petróleo cobrando precio internacional por el mismo. Así crecieron Pérez Companc, Bridas, Gruneinsen, y otras.
Raras coincidencias: Pérez Companc pasó de empresa naviera a petrolera con beneficios que empezaron en la dictadura de Onganía y perduraron después. De la misma manera en que Cristóbal López pasó de empresario del juego a petrolero. Y Eskenazi de banquero a petrolero. De la noche a la mañana. Pastoreando en el patrimonio nacional.

¿Repetición del pasado?
Recuerdo que en épocas de Alfonsín se hizo una reunión de los contratistas privados donde se iba a anunciar el valor que YPF estatal les iba a pagar por el petróleo que extrajeran en las áreas exploradas y puestas en producción por YPF. Yo estaba en el Movimiento Nacional de Defensa del Petróleo Argentino que presidía Adolfo Silenzi de Stagni. Obviamente él no podía asistir por no estar invitado y por ser conocido defensor de la estatización petrolera total. Yo era joven, desconocido… y audaz, y me pude “filtrar” simulando ser periodista. Allí Oscar Vicente (funcionario, entonces, de Pérez Companc) fue el que informó, con sonrisas de satisfacción, que se había conseguido el precio FOB, como si se comprara el petróleo en un puerto del Golfo Pérsico, muy superior (igual que ahora) a los costos internos. Y se lamentó no haber conseguido su propuesta de máxima que era el precio CIF La Plata. O sea, el precio que se pagaría si ese petróleo se trajera desde el Golfo Pérsico al Puerto de La Plata, que incluía un flete y seguros de envío inexistentes.
Después, YPF vendía ese petróleo (pagado a precio internacional) a un 50% menos de ese valor, a las destilerías Shell y Esso. Resultado: pérdida para YPF de 6.000 millones de dólares en diez años. “Ineficiencia del Estado”, dijo Menem después, para privatizarla… con el apoyo de Néstor Kirchner y algunos funcionarios actuales.
Así crecieron fortunas…
Esperamos no ver surgir una nueva patria contratista, esta vez proveniente del “capitalismo de amigos”, con esta supuesta estatización. Si se realiza…
No sea cosa que se cree una empresa estatal que se asocie a capitales imperialistas (no sólo yanquis o ingleses) o que se trate de una empresa que se dedique a otorgar concesiones a monopolios imperialistas y empresarios de intermediación amigos.

¿O simple cortina de humo?
A lo mejor, estamos ante un simple “relato” para mantener convencidos a ciertos adeptos que empiezan a vacilar y ya no saben cómo justificar como “nacional y popular” la docena de asesinatos políticos ocurridos en el último año en los que están implicados algunos que, parece, son amigos del gobierno. O la nueva ley antiterrorista…
¿Sabe Sra. presidenta que en Argentina está vigente la Ley de Hidrocarburos de la dictadura de Onganía (Nº 17.319)? Esa ley establece (artículo 59) regalías de un 12% mensual a las empresas petroleras, sobre el petróleo que éstas “dicen” que extraen. ¡Muy poco!
En épocas de aquel presidente boliviano (Sánchez de Lozada) que era tan cipayo que hablaba con acento inglés (derrocado por la pueblada boliviana de octubre de 2003) las empresas petroleras privadas pagaban un 25% mensual de regalías. ¡Más del doble que en la Argentina actual!
Y hay un dato interesante: el artículo 34 de esa ley de Onganía, establece que: “Ninguna persona física o jurídica podrá ser simultáneamente titular de más de 5 concesiones de explotación, ya sea directa o indirectamente y cualquiera sea su origen.”
Si fuera cierto que YPF Repsol y Panamerican Energy tienen más de treinta áreas en concesión, se les podrían quitar las que tienen en exceso, aplicando la Ley de Onganía. Y con esas áreas hacer una petrolera estatal, ya mismo.

La solución necesaria
Los generales Mosconi y Baldrich, así como Scalabrini Ortiz y Silenzi de Stagni, comprendieron (sin doble discurso) que era necesaria la estatización total de la industria petrolera en nuestros países oprimidos como parte de la lucha para terminar con la expoliación de todas las potencias. Hoy sabemos que esto integra la lucha por la segunda independencia que barrerá con este Estado-gerente de la entrega, la sumisión nacional y la opresión popular, y que parirá el nuevo Estado argentino de democracia grande para el pueblo y soberanía para la nación.
En un mundo en profunda crisis económica los pueblos ponen sobre el tapete la pregunta: ¿quién pagará la crisis? ¿Los que se enriquecieron rapiñando a los pueblos y países oprimidos o estos últimos?
La política petrolera de este gobierno, como la de anteriores gobiernos de la dependencia, es de entrega del patrimonio hidrocarburífero argentino.
Españoles, rusos, ingleses, chinos, yanquis, franceses, asociados a los “amigos de siempre” como Eskenazi, Cristóbal López, Lázaro Báez, etc. lucran en nuestros yacimientos en la tierra, en el mar y en los territorios usurpados por Inglaterra.
El único camino es la reestatización de YPF y Gas de Estado y la propiedad y gestión estatal, monopólica y eficiente, en todos los eslabones de la cadena productiva, desde la exploración a la comercialización, con control de sus obreros y técnicos y del pueblo argentino, de todos los hidrocarburos líquidos y gaseosos de la Argentina.