El ministro de Justicia Julio Alak celebró que el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) “felicitó en forma unánime a la Argentina”, por los cambios en la legislación. Entre estos cambios exigidos por este organismo vinculado al FMI está la “ley antiterrorista” aprobada en el Congreso a instancias del gobierno kirchnerista, que encuadra como “terrorismo” a cualquier conflicto gremial, social o político.
El ministro de Justicia Julio Alak celebró que el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) “felicitó en forma unánime a la Argentina”, por los cambios en la legislación. Entre estos cambios exigidos por este organismo vinculado al FMI está la “ley antiterrorista” aprobada en el Congreso a instancias del gobierno kirchnerista, que encuadra como “terrorismo” a cualquier conflicto gremial, social o político.
Frente a esto, el miércoles 15, miles de personas marcharon en Capital Federal y en varias ciudades argentinas, reclamando la derogación de esta ley represiva.
Más de 10.000 personas se movilizaron hasta el Congreso, en una marcha convocada por la CTA y un conjunto de organizaciones de derechos humanos, políticas y sociales, entre las que se contaba la CCC y el PCR.
Las altas temperaturas no fueron obstáculo para que miles de compañeras y compañeros se dispusieran a marchar de la Av. 9 de Julio hasta el Congreso, donde se leyó un documento consensuado entre los organizadores. En la cabecera, junto a Pablo Micheli, secretario general de la CTA, Ricardo Peidro, secretario general adjunto de la CTA, Darío Perillo, secretario de Organización de la CTA, marcharon Nora Cortiñas, Elia Espen y Mirta Baravalle, integrantes de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Cristina Cabib, de la Comisión de Homenaje a las Madres de Quilmes, Diana Kordon, de Liberpueblo, Antonio Sofía (PCR), Amancay Ardura (CCC), y el diputado Víctor de Gennaro, entre otros dirigentes.
Una ley de gravedad inusitada
Durante la marcha, el coordinador de la CCC, Amancay Ardura, nos decía: “Esta es una ley que estuvo acordada en la reunión que tuvo la presidenta con Obama, y es exigida por el GAFI. Es una ley de una gravedad inusitada, ya que duplica las penas de los cortes de ruta, etc. Ataca la financiación y la solidaridad de los movimientos sociales. Es una ley que trastoca hasta el retrógrado Código Penal. Esta ha devenido en un repudio muy amplio, incluso en el propio Congreso hubo muchas fuerzas que se opusieron. Hay un frente que no alcanzó para rechazar la ley, pero que es muy amplio, y la derogación exige una convocatoria muy amplia. Porque esto se da en el marco de 18 muertos en poco más de un año, y con el crecimiento de la represión en la medida que van al ajuste, que es el camino del gobierno para enfrentar la crisis. El gobierno pretende aterrorizar y maniatar al movimiento obrero y popular, que enfrenta sus planes de ajuste. Porque estas luchas le traen problemas: quiere imponer topes salariales y no está pudiendo. Tiene que mantener el impuesto a las ganancias y hay una gran cantidad de sectores en contra. Tiene que mantener la minería a cielo abierto, luego de haber sustentado durante algún tiempo el corte contra Botnia, y ahora no puede sostener ante millones que el cianuro es bueno y Botnia es mala. Por eso hay que articular las luchas del movimiento popular.”
La jornada mostró como crece en amplitud el repudio a los avances represivos del gobierno, y se expresó en que tanto en la marcha, como firmando el documento, aparecen gran cantidad de organizaciones, como la CTA, la CCC, la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, la FUBA y la FULP, APEL, Ceprodh, Liberpueblo, Frente Darío Santillán-COMPA, MST, PCR, Proyecto Sur, Libres Del Sur, OLP, UCR, PRML, CUBA-MTR, PTS, PO, Nuevo MAS PSTU, Che Pibe, Unión Popular, ATE, el PTS, el Frente Amplio Progresista, Asambleas Populares y la LADH.