Encabezados por el Cuerpo de delegados del Ferrocarril Sarmiento, acompañados por trabajadores de varias líneas de ferrocarriles del Conurbano bonaerense y organizaciones sociales y políticas, miles marcharon desde el Congreso de la Nación hasta la Plaza de Mayo para exigir “castigo a los verdaderos responsables” de la masacre de Once, la organización de “una comisión investigadora independiente” que investigue a fondo las causas del siniestro, “que se vaya TBA”, y “reestatización de los trenes bajo control, gestión y administración de sus trabajadores y usuarios”.
Al finalizar la movilización en Plaza de Mayo, las organizaciones convocantes leyeron un contundente documento que entre varios puntos plantea el profundo dolor e indignación por la masacre contra el pueblo trabajador y llama a la más amplia unidad para que esta masacre no quede impune.
Entre sus párrafos, plantea: “51 asesinados y más de 700 heridos son hoy por hoy el saldo de esto que algunos siguen llamando “accidente” o “tragedia”. Pero nada fue culpa de la fatalidad.
La falla en los frenos, el uso de coches podridos, los subsidios millonarios del gobierno para engordar las ganancias de Cirigliano, la falta de inversión y de control por parte del Estado, entre otros hechos delictivos a lo largo de estos años, son los que ha provocado esta masacre que no puede quedar impune. (…)
La señora presidenta dijo el otro día que “40 millones de argentinos necesitan saber qué pasó”. ¡Los trabajadores y el pueblo ya sabemos qué pasó y quiénes son los responsables: el asesino Cirigliano y el propio gobierno nacional! Por eso marchamos hoy para exigir, en primer lugar, que vayan presos Cirigliano, Schiavi y todos los responsables. Decimos: ¡Cárcel a los verdaderos responsables! ¡Comisión investigadora independiente!
El gobierno intervino la empresa con funcionarios que vienen siendo cómplices en todos estos años, trabajaron para el menemismo y la Alianza, no controlaron y nunca hicieron lugar a ninguna de las denuncias.(…)
Cristina en su discurso de ayer elogió su política ferroviaria, defendió el tren bala y los millonarios subsidios a las empresas. Y volvió a hablar de las bondades de su modelo. Pero este “modelo” viene de lo más profundo del menemismo.
El kirchnerismo no sólo mantuvo el saqueo de las empresas estatales en manos de empresarios privatizadores, sino que directamente subsidió sus ganancias con plata del pueblo y sin ningún control. Todo con la complicidad de la burocracia sindical ferroviaria. (…)
Según la propia CNRT, dos años después de haber obtenido la concesión, TBA ya registraba 200 accidentes en el Sarmiento y el Mitre. Y a los diez años, contaba en su haber con 818 muertos en el Sarmiento y 554 en el Mitre. (…)
La presidenta dijo que no pudo recomponer el sistema ferroviario porque le pusieron “trabas”. Miente. ¿Quién le impidió reestatizar los ferrocarriles? Nadie, más que su complicidad con los empresarios que hicieron del ferrocarril un negocio. También dijo que no invirtió en los ferrocarriles porque no tenía plata. Otra mentira. Plata hubo, pero la destinó a subsidiar las ganancias de los Cirigliano, salvar a los bancos y pagar la deuda externa al FMI.”
Para finalizar, el documento menciona que se acordó un petitorio para hacer firmar masivamente a nivel nacional, exigiendo la anulación de contrato con TBA, juicio y castigo a los responsables y la organización de una comisión investigadora.