Corresponsal
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La situación de fondo se encuentra en las consecuencias de la privatización de YPF, con la precarización del trabajo, los despidos y el menor poder adquisitivo de los sueldos. A partir de esta situación se avanzó en la tercerización del trabajo, incrementando la explotación y las pésimas condiciones de laborales (crecen los accidentes de trabajo, las enfermedades cancerígenas, etc). Con la tercerización ingresaron más de una docena de empresas que realizaban trabajos para Repsol y permitieron el ingreso de tres sindicatos (Supeh, Petroleros y Uocra), dividiendo y fragmentando a los trabajadores (una sola empresa podía tener dos convenios sindicales). Esta situación permitió una gran explotación y bajos salarios. Mientras Repsol facturaba por día 35 millones de pesos en la provincia, se pagaban en Destilería sueldos de $4 mil pesos.
La situación no da para más
Durante los últimos años se venían incrementando los reclamos de los trabajadores pero en los últimos meses se han producido luchas de gran importancia. En febrero los trabajadores de las tercerizadas de Supeh arrancaron un paro desde abajo cuando les cortaron las cuotas en negro que estaban cobrando de las paritarias 2011. Los obreros se organizaron al margen del sindicato, realizaron asambleas, eligieron a sus propios voceros que los representaran porque los delegados eran traidores y cortaron la entrada de destilería dos días. Repsol y las empresas tuvieron que sentarse a negociar y firmaron un acta con las exigencias de los obreros, que hasta el día de hoy intentan no cumplir.
En abril los trabajadores de obra pertenecientes a la Uocra que están realizando trabajos de infraestructura en destilería comenzaron un reclamo exigiendo $8 mil pesos para el ayudante y $12 mil para el oficial y que la empresa se haga cargo del impuesto a las ganancias que pagan. Estos trabajadores temporarios (por obra) cumplen 12 horas mal reconocidas, en condiciones de total explotación. El paro desbordó al sindicato, los trabajadores fueron eligiendo sus representantes y mantuvieron cortada la entrada de la planta por dos días. La empresa tuvo que ceder y otorgó una importante parte del reclamo.
La semana pasada Skanka, una de las empresas contratista de obra, despidió a más de 50 trabajadores y la Uocra aprovechó para sacar a varios representantes de la lucha. El sindicato, con acuerdo con la empresa, ingresó una patota (en la que se encontraban varios delegados de la Uocra) para golpear y amenazar a los representantes de la protesta. Varios compañeros fueron brutalmente golpeados en pleno trabajo. Cuando la noticia comenzó a circular entre los trabajadores, se organizó la autodefensa de masas, se abandonaron los puestos de trabajo, se cortó la entrada de la empresa y se acorraló a una parte de la patota que sintió en carne propia la respuesta de los obreros. Tuvo que ingresar la policía y la gendarmería para salvar a la patota y a los delegados traidores de la furia popular. Los trabajadores han continuado con el paro, exigiendo la reincorporación de los compañeros, el aumento de sueldos, que se vaya la Uocra y buscan elegir delegados propios.
La nueva situación después de la expropiación a Repsol
Los anuncios de Cristina han sido recibidos con expectativa, se mezcla el gran sentimiento por recuperar YPF, la desconfianza con las responsabilidades de los Kirchner en la privatización y en mantener a Repsol, el papel de Eskenazi, la preocupación por los puestos de trabajo, etc.
Ahora el gobierno es patrón mayoritario de los trabajadores, hay varios reclamos pendientes, están por arrancar las paritarias y la empresa hablaba de un 20% de aumento totalmente insuficiente. Hay un nuevo momento y muy buenas condiciones, los trabajadores vienen realizando paros y protestas de gran combatividad desbordando a los gremios traidores, hay un nuevo estado de ánimo en la masa, se ha perdido el miedo al sindicato. Hay una nueva situación, más que nunca se vincula la lucha por una YPF 100% estatal con control de los trabajadores con las reivindicaciones propias de los trabajadores.
Nadie mejor que los trabajadores conocían el saqueo de Repsol y el rol de YPF estatal que comentaban los obreros de mayor antigüedad. Si la voz de los trabajadores la representa uno de los jerarcas traidores como el secretario de petroleros de la provincia Dante González, que es diputado nacional por el FPV, estamos perdidos. Hay que pelear por una empresa totalmente estatal con control obrero, que sean elegidos por las bases en asambleas para asegurar que el gobierno no vacíe a YPF como hace con Anses, y poner fin a la tercerización y precarización laboral, pasando a planta a todos los tercerizados, garantizando equipos de trabajo y condiciones laborales, aumentando los sueldos y eliminando el impuesto a las ganancias.
Por ese camino, avanzar en la lucha por una YPF verdaderamente estatal que controle la producción, expropiando al resto de las petroleras privadas sin indemnización, que permita lograr el autoabastecimiento, incrementar la exploración, generar nuevas fuentes de trabajo, reducir los precios de los combustibles y volcar al pueblo y la patria los beneficios de la renta petrolera.
