A las 6 de la mañana del 6 de junio y al borde de un conflicto generalizado, la CGT de San Lorenzo y la Cámara de Industrias Aceiteras de la República Argentina, firmaron un acuerdo por el que se establece un básico de $5.800 para todos los trabajadores del puerto hasta el 1º de marzo del 2013, por sobre los $5.000 del acuerdo anterior.
A las 6 de la mañana del 6 de junio y al borde de un conflicto generalizado, la CGT de San Lorenzo y la Cámara de Industrias Aceiteras de la República Argentina, firmaron un acuerdo por el que se establece un básico de $5.800 para todos los trabajadores del puerto hasta el 1º de marzo del 2013, por sobre los $5.000 del acuerdo anterior.
El polo sojero
Como señala la publicación regional Sursuelo: “Las empresas asentadas en la zona nuclean casi la totalidad del procesamiento de porotos de soja y sus derivados (aceite y harina), que tienen en un 90% destinos de exportación a países como China, India o la Unión Europea. En la zona están instaladas grandes plantas como la de Vicentín, Dreyfuss, Terminal 6, Bunge, Noble, Molino, Nidera y otras, la mayoría de ellas grandes empresas multinacionales o de capitales mixtos, y se estima que el complejo oleaginoso tuvo el año pasado ganancias cercanas a los 30 mil millones de dólares. Siendo el mayor complejo agroexportador de Argentina y uno de los más grandes del mundo, todo lo que suceda repercute no sólo en la zona, sino en el país a través de lo que representa para las arcas nacionales y provinciales, y en el mundo por la gran dependencia del exterior que esta producción y organización significan.
En este marco, es que año a año se vienen dando las discusiones salariales y paritarias que incluyen a cerca de 8 mil trabajadores de todas las ramas vinculadas a la producción, acopio, traslado y embarque de cereales. Y acá es cuando la ecuación de dos patas se complica, ya que no todos los trabajadores están encuadrados en los mismos convenios o sindicatos. Y es que la gran atomización a la que fueron sometidas las organizaciones de trabajadores desde los años ‘90, cuando el complejo oleaginoso tomó impulso, ha llevado a que las negociaciones salariales no sean únicas.
El conflicto actual
Continúa Sursuelo: Los trabajadores aceiteros de la región acordaron a fines del año pasado con las cerealeras el pago de una gratificación de fin de año que va desde los 5 mil a los 7 mil pesos, de acuerdo a las diferentes categorías, y una nueva escala salarial para el 2012.
Con respecto a las expectativas de incrementos para lo que queda del año, en charla con Sursuelo, Reguera aseguró que “hasta ahora entendemos que el sueldo que conseguimos en enero no se ha visto afectado, aunque de seguir así los aumentos en la canasta familiar los vamos a sentir en un par de meses. En julio tendremos una evaluación más ajustada para llegar a diciembre a las paritarias”.
Por su parte, los gremios nucleados en la CGT San Lorenzo parecen tener una visión distinta de la situación. Según planteó Quiroga en entrevista con este diario: “Aceiteros negocia muy por abajo y tapona las discusiones salariales. Hablamos de un complejo que factura anualmente 30 mil millones de dólares, y empezar con 6 mil pesos de sueldo es poco y nada. Las empresas parten de ese tope y eso hace que la discusión esté trabada”.
No sólo en la cuestión de posiciones sindicales están enfrentados ambos sectores, sino que también en el diagnóstico y análisis de cuántos y en qué condiciones están los trabajadores del complejo.
Mientras que Edgardo Quiroga habla de 8 mil trabajadores en todo el complejo (incluyendo a Comercio, Uocra, Urgara, Vigiladores, etc.), de los cuales 4 mil o 5 mil estarían incluidos en el convenio COPA, al quedar por fuera de aceiteros, el líder de la 17 de Octubre aseguró que en aceiteros está el 95 o 96% de los trabajadores, relegando a vigilancia y a algunos recibidores de granos, sobre un total de 4 mil obreros.”
El río parado
Junto con la Intersindical Marítima Portuaria (compuesta por los gremios Urgara, SUPA, marina mercante, amarradores, patrones fluviales, SOMU, y camioneros que influye en todos los puertos y vías navegables), creada el 25 de octubre del año pasado, la CGT San Lorenzo impulsó un paro total de actividades por falta de respuestas por parte de las empresas nucleadas en la Cámara de Industria y Comercio en reclamo de la actualización del COPA para este 2012.
Finaliza Sursuelo: “Mas allá de las discusiones sindicales de los trabajadores y sus organizaciones, es preocupante ver cómo desde el gobierno nacional y provincial se pide (como hizo públicamente la presidenta durante un discurso en los días del paro del año pasado) “moderación” y “responsabilidad” a los trabajadores en sus reclamos mientras las empresas que se han transformado en la última década en el corazón y el motor de este modelo económico reportando ganancias millonarias, con costos laborares de no más del 1,38% (esto quiere decir que por cada 10 pesos que ingresaron a las empresas, éstas pagaron sólo 13 centavos de salarios a los trabajadores aceiteros que producen la mercancía estrella de la economía nacional), sigan haciendo oídos sordos a los legítimos reclamos de los trabajadores. Reclamos tan básicos como el derecho de un sueldo digno para una vida digna”.
Histórico triunfo en el puerto de la ciudad de Rosario
Simultáneamente con los hechos anteriores, el Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) decretó el mes pasado una huelga en reclamo de mejoras salariales. Los portuarios exigieron un aumento del 35 por ciento y el pase a planta de los contratados.
Actualmente, en la Terminal Puerto Rosario hay unos 550 trabajadores entre efectivos y temporarios, un plantel que varía de acuerdo con la actividad del puerto. Desde 1998 que las terminales I y II del puerto local, que mueven contenedores y cargas generales, no vivía una huelga de esta magnitud que logró torcer el brazo de las patronales y de los enviados del gobierno.
En plena huelga el Ministerio de Trabajo envió un representante a dictar la conciliación obligatoria y a plantear que el pedido de aumento del 35 era desproporcionado, ofreciendo en consonancia con las empresas un arreglo del 22%. Los trabajadores desconocieron la medida y al enviado por considerar que no representaba los intereses de ambas partes y prosiguieron la lucha. Después de tres semana de paro lograron el porcentaje exigido del 35% para los trabajadores del puerto de Rosario, más un adicional de 2.500 pesos para fin de año y la promesa de efectivizaciones.
Por otra parte, la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (Fempinra) acordó un aumento salarial remunerativo del 20 por ciento sobre los haberes básicos de convenio o empresa con la Cámara de Puertos Privados Comerciales (CPPC).
Nuevos triunfos de la clase obrera, en la lucha por impedir que la crisis que arriba a nuestras costas, se descargue sobre sus espaldas y las de todo el pueblo.