Tuvo un fuerte impacto la marcha convocada por la Unión Campesina de Corrientes en la localidad de San Miguel. Se inició en la rotonda sobre la ruta 118, donde se sumaron campesinos que llegaban de los parajes hasta la plaza frente a la Municipalidad, con más de 200 participantes.
Tuvo un fuerte impacto la marcha convocada por la Unión Campesina de Corrientes en la localidad de San Miguel. Se inició en la rotonda sobre la ruta 118, donde se sumaron campesinos que llegaban de los parajes hasta la plaza frente a la Municipalidad, con más de 200 participantes.
El 2 de junio la Unión Campesina realizó una asamblea ordinaria donde participaron 120 compañeros que abordaron principalmente la demora por parte del gobierno provincial para entregar los títulos de los lotes. En el balance se dio mucha importancia a las marchas realizadas a la capital de Corrientes, donde se arrancó el compromiso de donación de 150 lotes fiscales y regularizar el resto de tierras privadas a través de la prescripción veinteañal.
En esa asamblea se remarcó que la lucha no es corta, ni fácil. Para mensurar las tierras se tuvo que realizar una marcha para que vengan los agrimensores y comiencen el trabajo en 260 lotes aproximadamente. Esto se tenía que terminar en tres meses y se alargó 11 meses. El gobierno propuso que aceptáramos las que estaban terminadas. Se decidió que no; faltaban pocas para finalizar pero esa propuesta nos dividía.
Por eso por unanimidad se decidió cortar la ruta con troncos a todos los camiones que circulan desde las grandes empresas forestales. El corte se realizó y tuvo una gran repercusión en los medios provinciales. A la ruta vinieron funcionarios del Ministerio de Producción con 60 carpetas terminadas y la promesa de que en 15 días terminaban el resto. No se aceptó y se tomó la decisión de esperar movilizados el 28 de junio en la plaza de San Miguel para que entreguen las 260.
El gobierno da subsidio para la forestación y no para los campesinos
Para la concentración viajó y estuvo presente el ministro de Producción Jorge Vara, quien se comprometió ante todos los campesinos que el 3 de agosto finalizan las mensuras. Muchos campesinos plantearon al ministro que se impida la forestación dentro de las colonias porque nos chupa el agua, aumentan los riesgos de incendio y empobrecen la tierra.
Luego se realizó una asamblea de cierre, donde todos estaban muy contentos con la fuerza y el coraje de mostrarse ante los gobernantes. No es un hecho menor en este lugar dominado por partidos ligados a grandes terratenientes. Los delegados de los parajes estaban con mucha fuerza y plantearon que en los próximos días viajarán para entrevistar a los bloques de legisladores, para que con las mensuras terminadas voten la ley de donación sobre tablas. Se afirmó que este día fue un paso más, pero el festejo lo haremos el día que tengamos el título en nuestras manos. Los presentes se comprometieron viajar a la capital cuando traten la ley.
Algunos pobladores remarcaron que era la primera vez que se hacía una movilización con estas características en la zona norte del Iberá, muy cerca de los esteros donde el yanqui Douglas Tompkins posee más de 200.000 hectáreas; y empresas monopólicas chilenas con 150.000 hectáreas forestadas en la provincia, poseen alrededor de San Miguel, Bosques del Plata con 30.000.
Los 400 campesinos impulsan sus pasos por amor a su tierra y saben que la lucha es dura y desigual. En la zona ningún campesino pobre tiene tractor. ¡No hay ayuda para semejante gasto!
Mientras el gobierno “nacional y popular” de Cristina Kirchner entrega subsidios a los forestadores ($3.200 por hectárea plantada), y el gobernador radical Ricardo Colombi sueña con la construcción de una pastera como Botnia.
