El acto se desarrolló el viernes 6 de julio en el colmado salón de actos de la Escuela EES Nº5 “Alfonsina Storni” (ex AUPI), tan querida por ella, y donde estudiaron y militaron sus tres hijos. Hasta allí llegó su familia, así como muchos amigos y compañeros de distintos ámbitos. Estaban los docentes, los desocupados, las compañeras del movimiento de mujeres, los jóvenes, y una gran cantidad de camaradas del PCR y la JCR venidos de distintas zonas de la Capital Federal, el Gran Buenos Aires, e incluso desde Córdoba y Tucumán. Se hicieron presentes también numerosos amigos de otras fuerzas sociales y políticas: delegados ferroviarios del Sarmiento, CTA de Ituzaingó-Hurlingham-Morón, CTA de Moreno-Merlo, MST, Proyecto Sur, PSA, GEN y PS. Llegaron adhesiones del PCR de Chubut y de Corrientes.
Una mujer valiente
Durante cerca de dos horas pudimos acercarnos más a la vida de esta compañera, madre, hermana y amiga fallecida hace un año, primero a través de los testimonios volcados en un video, y con las palabras del compañero Luis Torres, de la dirección del PCR de la zona Oeste; Edgardo Reynoso, dirigente del Cuerpo de Delegados del Ferrocarril Sarmiento; Arnoldo Gómez, del Comité Central del PCR; y finalmente Otto Vargas, secretario general del PCR.
Como recordaron los compañeros en el inicio, se eligió esta fecha, la del cumpleaños de Amalia, porque de lo que se trataba era de celebrar una vida dedicada a la lucha revolucionaria. Pudimos ver un video que combinó testimonios (de sus hijos y otros familiares, de compañeros y amigos de variados ámbitos en que se desarrolló), con bellas canciones y fotos de distintos momentos y facetas de la vida de Amalia. Allí quedaron plasmados algunos de los rasgos más relevantes de esta compañera que combinaba una gran calidez en el trato, con la más absoluta firmeza en sus convicciones.
Supimos de los inicios de su militancia como estudiante secundaria en los inicios de los ´60 cuando se afilia a la FJC, su paso como dirigente universitaria en la Facultad de Filosofía, luego como parte de los miles de jóvenes que rompen con el oportunismo del PC y forman el PCR, la crianza de sus hijos a través de los recuerdos de éstos, su valentía en los momentos difíciles de la militancia durante la dictadura de Videla y después, su preocupación por los compañeros, sean jóvenes o mayores, su rol en el gremio docente, la amistad brindada sin reservas, el impulso que dio al movimiento de mujeres, y su labor en la construcción del PCR, del que era fundadora, en distintas tareas, hasta su rol en los últimos años como secretaria del Partido en la Zona Oeste. Fue emocionante el testimonio de una compañera mayor, que recordaba: “No sé leer, no sé escribir, no sé hablar bien. Ella me abrazó y me dijo, no siga atrás, mi compañera. Tiene que ser adelante. Ese consejo yo seguí. Yo seguí adelante. Por eso ahora que pasó un año de su fallecimiento le pido que toque el corazón de todos los compañeros y sigan adelante con la lucha”.
Tras el video, coronado por un largo aplauso, tomó la palabra el compañero Luis Torres, quien la recordó en nombre de sus compañeros de la zona oeste. Arrancó afirmando que “Amalia tenía una manera franca, casi brutal de plantear las cosas, pero sin ofender ni agraviar jamás”. Destacó la “capacidad tremenda” que tenía para escuchar y su pelea constante por la unidad dentro del Partido y la Juventud, y “para que nos unamos con todos los sectores populares”, recordando hitos en el crecimiento del Partido en la región “al calor de la lucha”, así como su valentía para enfrentar la enfermedad. Por último Torres le agradeció a Amalia “haberme ido a buscar en un momento complicado de mi vida y permitirme marchar a tu lado”.
Amalia es de todos los luchadores
El compañero Edgardo Reynoso, dirigente del cuerpo de delegados del Ferrocarril Sarmiento, planteó que participaba del homenaje con mandato del Cuerpo de Delegados. Destacó Reynoso de Amalia “la capacidad de vincular, de establecer, de tejer la solidaridad, la combatividad, y ese toque sensible y cálido”, y “la solidaridad con la que cubrió este cuerpo de delegados todavía está vigente”. Dijo a los presentes “sepan que Amalia ha trascendido su partido. También es parte nuestra y de todos los luchadores”. Recordó cómo Amalia acompañó “todo nuestro proceso”, sin plantear ninguna crítica ni opinión soberbia, respetando las resoluciones del Cuerpo de Delegados. “Es un ejemplo de militante revolucionaria. Hoy, que es tan imprescindible la unidad de los trabajadores, cuando surgen nuevas direcciones que enfrentan a la burocracia y a los gobiernos de doble discurso, es tan vigente el legado de Amalia”, finalizó Reynoso agradeciendo el acompañamiento a la lucha de los ferroviarios.
El compañero Arnoldo Gómez recordó cuando conoció a Amalia, en los tiempos en que estudiaban en la Universidad, y cómo se incorporaron, cada uno por su camino, al PCR, los años de lucha contra la dictadura, y la tragedia de la restauración del capitalismo en los países socialistas. Luego se refirió a los años de militancia conjunta en la vieja zona oeste de La Matanza-Moron en tiempos del menemismo: “Amalia fue la primera que vio la traición de Menem en la región”, y el desarrollo de la lucha contra el hambre.
Destacó Gómez que “Amalia nunca parecía tanto como lo que era”, y que “fue capaz de construir un destacamento comunista en esta situación, un destacamento que no llegó a esta instancia para ser observador”.
Finalmente, afirmó que tanto el neodesarrollismo kirchnerista como los que vienen con planes devaluacionistas “subestiman al pueblo, porque este pueblo que ha hecho sonar tanto escarmiento, va a hacer posible con este partido que ese rumbo se interfiera y que el ocaso yanqui termine con la revolución en la Argentina por la que soñó Amalia”.
Para finalizar el homenaje, tomó la palabra el secretario del PCR, Otto Vargas (ver aparte).
Luego, los hijos de Amalia agradecieron la presencia de tantos amigos y compañeros, y el amor y acompañamiento que le dieron a ella en tantos años, dando por finalizada una velada cargada de emociones, y que retempló el compromiso revolucionario de seguir levantando en alto las banderas por las que peleó hasta el último día la querida Amalia Silberberg, la camarada Mirta.
