El hecho por el cual el Tribunal de Ética del Colegio de abogados cuestiona a la abogada Vargas es un escrache realizado por un grupo de mujeres a la Empresa Autolux, donde trabajaba Antonio Salvador Sánchez, acusado de someter a su sobrina desde los 7 a los 14 años. Mariana Vargas es la abogada de esta mujer, y se la acusa de haber violado su ética profesional con el escrache, del que la abogada no participó.
El hecho por el cual el Tribunal de Ética del Colegio de abogados cuestiona a la abogada Vargas es un escrache realizado por un grupo de mujeres a la Empresa Autolux, donde trabajaba Antonio Salvador Sánchez, acusado de someter a su sobrina desde los 7 a los 14 años. Mariana Vargas es la abogada de esta mujer, y se la acusa de haber violado su ética profesional con el escrache, del que la abogada no participó.
Como recuerda una declaración de la Secretaría de Género de la CTA Jujuy: “El Dr. Mario Mallagray, es presidente del Colegio de Abogados y también abogado de la empresa Autolux donde trabajaba Sánchez. Que cada uno/a saque sus conclusiones”. La CTA, refiriéndose a un “Colegio de Abogados, que uno podría llegar a pensar, que intenta disciplinar a aquellos abogados que actúan vulnerando lo tradicionalmente establecido”, se pregunta “¿dónde estaba el Tribunal de Ética cuando el Dr. Olivera Pastor, hacía dormir las causas de lesa humanidad en la provincia, durante casi siete años?”, luego de lo cual reivindica los escraches como medidas de acción directa “con el objeto de conseguir la condena social”.
Petitorio
Desde hace un tiempo está circulando un petitorio, al que ha adherido decenas de personalidades y organizaciones de todo el país, y que instamos a seguir firmando, dirigido al Colegio de Abogados de Jujuy. Su texto es el siguiente:
El Consejo Directivo del Colegio de Abogados de Jujuy elevó al Tribunal de Ética de esa entidad dos denuncias contra la abogada Mariana Vargas intentando sancionarla. Una fue presentada por Salvador Antonio Sánchez acusado de abuso sexual de una nena durante siete años y otra por el médico Martin Aramayo de San Pedro acusado de abusar de sus pacientes.
El presidente del Colegio de Abogados Mario Mallagray, quien además es abogado de la empresa en que trabaja el hombre acusado de abuso y en la que organizaciones de mujeres realizaron un escrache, pretende acallar al movimiento de mujeres y a las organizaciones sociales, marcando un castigo ejemplar persiguiendo en el ejercicio de su profesión a aquellos que se comprometan con la defensas de las víctimas. La abogada Mariana Vargas no violó la ética profesional comprometiéndose personalmente con la condena social a un violador: ejerció el derecho a la militancia social y de género, y ese derecho debe ser protegido por el Colegio de Abogados.
Si sancionan a Mariana Vargas, golpean a todo el movimiento de mujeres, a las víctimas de violencia de género, a las organizaciones sociales que cuentan con profesionales que ponen su profesión al servicio del pueblo.
Por eso repudiamos y exigimos que cese esta persecución, y que no exista sanción alguna contra ella.