La masiva concentración en Plaza de Mayo, donde se hizo el acto de cierre “en la víspera del último día de libertad de los pueblos originarios”, estuvo precedida de cortes de ruta en distintos puntos de acceso a la Capital Federal, en el Gran Buenos Aires y La Plata. La jornada de lucha fue nacional, con paros, cortes de ruta y marchas en varias provincias y localidades, en los que también se vio la amplitud multisectorial de los convocantes. En algunos lugares hasta pararon trabajadores de gremios alineados con Yasky, y con la CGT oficialista.
La jornada, bajo la consigna “Unidad para frenar el ajuste”, y un programa avanzado de reivindicaciones (ver hoy 1439), fue convocada de manera conjunta por la CTA, Federación Agraria Argentina, la FUA, la Federación Nacional Campesina, Originarios en Lucha, la Corriente Clasista y Combativa, Barrios de pie, MST, y la Organización de Trabajadores Radicales. En Plaza de Mayo, y en otros lugares del país, el Sindicato de Camioneros, y otros gremios de la CGT se sumaron a la movilización.
Pasado el mediodía, en el centro porteño se conformaron tres grandes columnas para avanzar hacia el acto a espaldas de la Casa de Gobierno. Muchos venían de protagonizar los cortes en la subida de la Autopista La Plata-Buenos Aires, acceso Oeste (Vergara y Gaona), Puente La Noria, Puente Pueyrredón, Cruce Varela, Puente 12 y Ricchieri, Puente Saavedra, Ruta 8 y 202 (Pacheco), y en General Paz y Constituyentes.
Camioneros y otros gremios de la CGT como Uatre, Dragado y Balizamiento, entraron primero a la Plaza. Otra columna estuvo compuesta por la CCC, el MST y Barrios de Pie, con miles de compañeras y compañeros; aquí marchó el PTP-PCR y la JCR. Por la Av. De Mayo ingresó la columna principal, con los dirigentes de las organizaciones convocantes al frente, encabezando columnas de trabajadores estatales, docentes, productores agrarios, pequeños campesinos, estudiantes secundarios y universitarios, judiciales, etc. Una importante columna de trabajadores del Astillero Río Santiago llegó hasta el palco, y se unieron a los camioneros, contagiando al resto de la plaza las consignas de “Unidad de los trabajadores”, y “Es para Cristina que lo mira por TV”.
Acto en Plaza de Mayo
Como cierre del gran paro, y ante cerca de 80 mil personas, se realizó un acto, en el que hablaron Margarita Peñailillo por Originarios en Lucha, Emilio Cornaglia, presidente de la Federación Universitaria Argentina (FUA), Gustavo Giménez, del MST Teresa Vive, Daniel Menéndez, de Barrios de Pie, Juan Carlos Alderete, coordinador de los desocupados de la CCC, Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria Argentina, el secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, Juan Carlos Schmidt, y cerró Pablo Micheli, secretario de la CTA.
La compañera Peñailillo saludó la unidad “de los diferentes sectores populares de este país que luchamos contra la opresión social y plurinacional… Estamos desnudando el relato mentiroso del gobierno de Cristina, que en los hechos golpea duramente con el ajuste y sigue descargando la crisis sobre nuestras espaldas”… Recorrió Peñailillo las luchas de los originarios contra el genocidio de Roca y Victorica, y las actuales, por tierra, salud, educación, y contra la represión que ha causado 14 “hermanos originarios muertos en los dos últimos años”. (ver completo en Internet).
Emilio Cornaglia reivindicó el camino de lucha como en los 90, denunciando la política del gobierno, porque “estamos cansados de que haya compañeros que abandonen las aulas porque tienen hambre, no tienen vivienda digna, o trabajo”. Denunció que en el Presupuesto 2013 se reduce un 50% el monto destinado a becas de los estudiantes universitarios, y reafirmó la pelea por la educación pública, en unidad con los demás sectores populares.
Gustavo Giménez dijo: “Hoy estamos aquí para decirle a la Presidenta que con 6 pesos no se come y que con el 30% de inflación no se vive. Esta plaza es la plaza más grande de protesta, por eso venimos a exigir 5 mil pesos de básico, el 82% móvil, decimos que el salario no es ganancia y que se termine con el tope a las asignaciones familiares”. Por su parte, Daniel Menéndez afirmó: “Es un verdadero orgullo compartir esta jornada con los productores, los estudiantes, los trabajadores ocupados y desocupados, las organizaciones populares”, y exigió el despido del secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, por la escalada represiva creciente.
Reagrupar las fuerzas populares
Juan Carlos Alderete desarrolló cómo “Nuestra presidenta justifica su política de ajuste sobre nuestro pueblo diciendo que “el mundo se nos cayó encima”, pero que “el mundo no se cayó arriba de todos en la Argentina”, describiendo cómo la política kirchnerista beneficia a la Barrick Gold, a Monsanto, las cerealeras, los Bancos, los grandes terratenientes, las petroleras. “Todos ellos, como bien dijo la señora presidenta, con su política se la llevaron en pala y se la siguen llevando con pala. El mundo se cayó encima, como dice usted, de los millones en Argentina que no tienen un trabajo digno, del 80% de los jubilados que cobran una jubilación por debajo de la línea de pobreza, de los millones que en Argentina necesitan tierra para trabajar o para vivir, de los que se mueren por falta de atención en los hospitales. El mundo se cae arriba de nuestros hermanos originarios que siguen postergados… Estamos acá, para instalar en el centro de la escena política las urgencias y necesidades de los trabajadores y el pueblo argentino y para eso nos unimos, porque es necesario reagrupar las fuerzas populares, patrióticas y democráticas para que confluyan las luchas y los reclamos” (ver completo en Internet).
Paro general antes de fin de año
En representación de los pequeños y medianos productores rurales, Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria Argentina, dijo que era una enorme alegría para los chacareros “volver a estar en esta plaza espalda con espalda con el movimiento obrero, con los trabajadores ocupados y desocupados, con los originarios y con los estudiantes”. Denunció la política del gobierno, que tiene ganadores y perdedores, mencionando entre los segundos a las Pymes del campo y la ciudad, los trabajadores”. Una política que mira el campo por la producción sojera, y por las multinacionales de exportación, mientras se deja en la crisis a las economías regionales. Buzzi pasó revista a algunas cifras que desenmascaran la política de este gobierno: “Nosotros recibimos $1,50 por litro de leche mientras en el supermercado se vende a $6 y $8; 2 pesos por kilo de papa y por kilo de yerba”, finalizando “el verdadero campo se junta con los obreros, con los laburantes”, por un país con justicia social.
El anteúltimo orador fue el secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, Juan Carlos Schmidt, quien recordó que “la mayoría de los que estamos aquí nos hemos conocido en otros tiempos y hemos transitado otras luchas”. Analizó que lo que hace que se junten sectores tan heterogéneos es “que se han cometido muchos errores, y hay una cerrazón en este modelo”. Schmidt planteó los puntos en común con la CTA, como una asignación familiar de carácter universal, el rechazo al impuesto al salario, la necesidad de realizar una reforma impositiva “porque rige el sistema tributario que nació con Martínez de Hoz, y ningún gobierno lo modificó”, y que se termine con la tercerización y la precarización laboral.
Frente a una plaza que se unía en el canto de “unidad de los trabajadores”, Pablo Micheli comenzó afirmando “Eso estamos construyendo aquí. Mucho se discutió sobre la unidad en la acción y después de esta jornada me siento orgulloso de haberla convocado desde la CTA”. “Hay una sola CTA y una sola CGT y esto se demuestra en la calle, en esta jornada nacional de lucha que se sintió desde La Quiaca hasta Ushuaia”, remarcó Micheli. Afirmó que más de medio millón de personas se movilizaron en todo el país, y denunció a los que quisieron carnerear. “Mañana van a decir también que los trabajadores somos destituyentes, acá el único destituyente es el gobierno que nos hambrea, que mantiene un salario mínimo vital y móvil que no alcanza a cubrir la canasta básica. La unidad no suma, multiplica”, agregó Micheli quien al finalizar contó que Hugo Moyano, secretario general de la CGT, en una conversación telefónica le dijo: “No va a terminar este año, Pablo, sin que hagamos el paro nacional en el que no se mueva ni una pluma”.