El sábado 20 de octubre se cumplen dos años del crimen del joven militante de la FUBA y del Partido Obrero, Mariano Ferreyra, quien fue asesinado de un balazo tras una manifestación que reclamaba el pase a planta permanente de trabajadores ferroviarios de la línea General Roca.
El sábado 20 de octubre se cumplen dos años del crimen del joven militante de la FUBA y del Partido Obrero, Mariano Ferreyra, quien fue asesinado de un balazo tras una manifestación que reclamaba el pase a planta permanente de trabajadores ferroviarios de la línea General Roca.
El crimen de Mariano es uno de los 19 casos de muertos por luchar durante el gobierno kirchnerista, y reveló la trama siniestra de complicidades entre los jerarcas sindicales de la Unión Ferroviaria, los empresarios que operan los trenes metropolitanos, y el gobierno nacional.
Por este crimen están presos José Pedraza, ex secretario general de la Unión Ferroviaria, y otros 9 acusados, entre ellos el segundo de Pedraza Juan Carlos Fernández, Cristian Favale (el que se sacaba fotos con el vicepresidente Boudou), y otros integrantes de la “patota ferroviaria”.
Está en curso el juicio a estos personajes y policías acusados de hacer “zona liberada”, y día a día se revelan nuevos datos del manejo de la política ferroviaria del gobierno, en complicidad con los jerarcas de la UF. El secuestro de uno de los testigos del juicio, Alfonso Severo hace pocos días, mostró además que la operatoria de las patotas está impune, y que el gobierno nacional mantiene la misma política, cambiando apenas algunos nombres de los que la ejecutan.
A dos años del crimen de Mariano Ferreyra, seguimos reclamando en las calles juicio y castigo a sus responsables materiales y políticos.
