El sábado 20, miles se movilizaron en Plaza de Mayo, Córdoba, Rosario, Neuquén, Río Negro y otras localidades, reclamando castigo a los responsables del crimen de Mariano Ferreyra.
El sábado 20, miles se movilizaron en Plaza de Mayo, Córdoba, Rosario, Neuquén, Río Negro y otras localidades, reclamando castigo a los responsables del crimen de Mariano Ferreyra.
En la Capital Federal, organizaciones políticas, gremiales, sociales, estudiantiles y de derechos humanos marcharon desde el Congreso hasta Plaza de Mayo. Junto a los dirigentes y militantes del Partido Obrero, en el que militaba Ferreyra, se encolumnaron miles de compañeras y compañeros, muchos de ellos trabajadores ferroviarios y del subte. Entre los dirigentes estaban Pablo Micheli (CTA), Rubén Sobrero (Ferroviarios del Sarmiento), entre otros.
En un acto en la Plaza, se leyó primero un documento de los familiares de los 51 muertos en la masacre ferroviaria de Once, y luego un documento firmado por decenas de organizaciones, entre ellas el PO, Nuevo Mas, PSTU, PTS, MST, Libres del Sur, FUBA, FULP, Barrios de Pie, Asociación Ex Detenidos Desaparecidos, Liberpueblo, la Naranja de Prensa, y el PCR. Allí se exigió cadena perpetua para José Pedraza, ex titular de la Unión Ferroviaria, hoy detenido y enjuiciado por ser uno de los presuntos instigadores del asesinato de Mario Ferreyra.
El documento afirma además que “Fue un crimen político. Porque involucró al Estado, a las burocracias sindicales que le sirven, a sus aparatos de represión y a los capitalistas que usufructúan el ferrocarril privatizado”, y las organizaciones firmantes reclamaron que “se investigue al ex secretario de transporte, Juan Pablo Schiavi, quien se encontraba junto a Pedraza al momento de producirse el ataque, y al ex subsecretario de trasporte ferroviario Antonio Luna”, agregando “Mientras en el juicio se acumulan pruebas contra la cúpula de la Unión Ferroviaria, sus personeros continúan ocupando puestos claves en la gestión del sistema ferroviario”.