Como vienen denunciando en las últimas semanas, los vecinos del asentamiento, están cansados de que nadie les escuche. Cerca de 130 familias viven en un total desamparo. El martes se encontraron con inmensas máquinas perforando las calles donde viven y al no tener información sobre que estaban haciendo allí, decidieron salir a cortar el acceso sur y las obras a Yaciretá. Nadie ha dado explicaciones sobre las obras llevadas adelante y temen por el desalojo.
Como vienen denunciando en las últimas semanas, los vecinos del asentamiento, están cansados de que nadie les escuche. Cerca de 130 familias viven en un total desamparo. El martes se encontraron con inmensas máquinas perforando las calles donde viven y al no tener información sobre que estaban haciendo allí, decidieron salir a cortar el acceso sur y las obras a Yaciretá. Nadie ha dado explicaciones sobre las obras llevadas adelante y temen por el desalojo.