Congresistas nacionales y legisladores porteños que responden a Cristina K y a Mauricio Macri votan juntos leyes antiobreras y negociados gigantescos. Con discursos “progres” los del Frente para la Victoria (FPV), y de derecha los del PRO, a ninguno se les mueve un pelo ni se ponen colorados cuando pactan políticas y negociados.
El 24 de octubre los diputados nacionales del FPV y del PRO levantaron juntos las manos para aprobar la ley de ART pactada entre el gobierno K y las patronales de la UIA, que usa las urgencias de los trabajadores que han sufrido accidentes de trabajo para cerrarle el camino a una indemnización justa.
Pactado por el viceministro de Economía K, Kicillof y el dirigente de PRO, Ritondo, se firmó el acuerdo votado el 2/11 por el bloque del PRO y del FV (lo preside Cabandié, de La Cámpora); también por las fuerzas de Aníbal Ibarra y Nuevo Encuentro de Gabriela Cerruti y Sabatella.
Son negociados escandalosos: rezonificación de la isla Demarchi y utilización de la ex Ciudad deportiva de la Boca, venta del edificio del Mercado del Plata, rezonificación de terrenos del ferrocarril en Caballito, Liniers, Patricios, Pompeya y Palermo, la autorización de un shopping, etc. También, un préstamo de 216 millones de dólares para que la empresa francesa Alstom construya vagones de subte que podrían fabricarse en la Argentina.
La isla Demarchi
La instalación de un “polo audiovisual” en la Isla Demarchi es nada más que una pantalla para encubrir un gigantesco negociado inmobiliario del grupo K, IRSA y Soros con la rezonificación de la isla y el proyecto Solares de Santa María en la ex Ciudad Deportiva de la Boca. IRSA fue creada por los ahora empresarios K, Elsztain y Mindlin, con fondos del usurero Soros, un húngaro radicado en Estados Unidos, sospechado de manejar parte de la fortuna que a la disolución del PC de la URSS, salió de Rusia para invertirse en varios países, uno de ellos, se decía, es la Argentina.
Soros es un usurero típico, invirtió en la Argentina, y cuando le convino retiró sus fondos. Ahora, con los K, ha vuelto a invertir en la soja y en negocios inmobiliarios. Cristina K se entrevistó con Soros en su reciente viaje a Nueva York: ¿habrán hablado de la Isla Demarchi? Soros suele festejar su cumpleaños en la mansión suiza de otro “amigo”, con el que gusta fotografiarse Cristina K: Peter Munk (“Pit” lo llama, amistosa, Cristina K). Munk es la cabeza de la Barrick Gold, minera que roba nuestro oro por monedas y contamina las aguas.
En la Isla Demarchi funciona un centro estratégico para el dragado y balizamiento de las vías navegables, por donde sale el 80% de las exportaciones del país. Menem liquidó la Marina Mercante nacional y avanzó en la liquidación del sector de vías navegables. Ahora, el gobierno de Cristina K profundiza el vaciamiento de este sector estratégico (ver hoy, 28/11/2012). Y el Congreso Nacional, dominado por el kirchnerismo, no trata los proyectos de ley para la reconstrucción de una marina mercante nacional, por los que luchan los trabajadores del Astillero Río Santiago.
La lucha contra los negociados
Los negociados inmobiliarios pactados entre el kirchnerismo y el macrismo pintan bien cómo Cristina K y Macri conciben a la Ciudad de Buenos Aires como el semillero de grandes negocios para los grupos de más altos recursos; esos que, según reconoce Cristina K, “juntaron la plata con pala” durante su gobierno. La presidenta, su vice Boudou, y gran parte de su gabinete, han realizado numerosos negocios inmobiliarios en Puerto Madero, al igual que la cúpula macrista y Franco Macri, el padre de Mauricio. Ahora “van por más” con la Isla Demarchi y la Ciudad deportiva de la Boca, el Mercado del Plata, etc.
Los trabajadores de dragado y balizamiento y los estatales de ATE vienen realizando paros y movilizaciones para impedir el negociado y el desguace de un centro clave para la soberanía sobre nuestros ríos. Confluyen con movimientos como los Arquitectos de a pie, entre otros, que resisten el avance reaccionario de los gobiernos de los K y de PRO con propuestas en pos de un hábitat social y vivienda popular.
