Queremos informar que estos tres compañeros, luego de negarse, de hecho, a participar en la discusión interna y romper las normas de funcionamiento orgánico, fueron excluidos del PCR por su actividad fraccional dirigida a romper el PCR; hecho que ahora se evidencia con la constitución del citado "comité".
Queremos informar que estos tres compañeros, luego de negarse, de hecho, a participar en la discusión interna y romper las normas de funcionamiento orgánico, fueron excluidos del PCR por su actividad fraccional dirigida a romper el PCR; hecho que ahora se evidencia con la constitución del citado "comité".
Lamentamos que los compañeros se hayan marginado de la discusión democrática de las diferencias que tenemos. Los llamamos a reflexionar, y a no utilizar argumentos agraviantes que no son propios de revolucionarios, ni se corresponden con la historia en común que hemos recorrido.
¿Cuáles son las diferencias reales que tenemos?
Para acabar con la dependencia del imperialismo y el latifundio terrateniente, que son la base de los sufrimientos del pueblo y la opresión nacional, nosotros luchamos por la revolución democrática popular, agraria y antiimperialista, en marcha ininterrumpida al socialismo, que sea hegemonizada por la clase obrera. Desde la Revolución de Mayo, con distintos momentos y nuevos protagonistas, la lucha por acabar con "toda dominación extranjera" (como ya señaló la Declaración de la Independencia en Tucumán), por una reforma agraria que liquide el latifundio terrateniente (como viene reclamando el movimiento campesino desde hace más de un siglo), y la destrucción del Estado oligárquico-imperialista en que se sustentan esas dos lacras, son las condiciones fundamentales para conquistar la nueva y definitiva independencia, acabar con la opresión terrateniente, y abrir el camino hacia una sociedad sin explotadores ni explotados.
Pero hay una característica de la Argentina que hay que tener en cuenta. A partir del gobierno de Menem se constituyó un bloque dominante: un puñado de monopolios imperialistas y de burguesía intermediaria del imperialismo dominan el petróleo, la minería, el acero, las comunicaciones, etc.; y una "rosca sojera" integrada por otro puñado de grandes pooles, grandes terratenientes y monopolios de la comercialización de granos y la agroindustria, son dueños y señores del campo. Ese bloque dominante es el blanco de la lucha popular.
En ese bloque dominante, sin embargo, siempre hay un sector que es hegemónico. En la actualidad,el grupo económico y político de los Kirchner, que gobierna el país, hegemoniza ese bloque con alianzas que han tejido con los monopolios petroleros, mineros, la "rosca sojera", y otros sectores. Por lo tanto, el blanco de la lucha popular es el bloque dominante, y a partir de ahí, impulsamos el golpe principal de la lucha popular a ese grupo hegemónico en el bloque dominante, que se expresa a través de la política del gobierno kirchnerista. Esa es la discusión con estos compañeros.
Ellos dicen que hacemos mal al dirigir el golpe principal a la política del gobierno kirchnerista. Sostienen que el blanco es la "falsa polaridad entre el gobierno kirchnerista y la derecha opositora, y el golpe principal hay que dirigirlo al sector que tiene la iniciativa en cada momento". En los hechos, lo que hacen, es no golpear (o diluir el golpe) al gobierno kirchnerista. Hay casos en los que para no enfrentar la política del gobierno kirchnerista hablan de que se trata de "problemas estructurales", como si no hubiera gobierno. Todas las clases dominantes apoyaron la ley que modificó las ART. Pero ¿quién presentó el proyecto? El gobierno kirchnerista.
A partir de no enfrentar, como centro de la lucha de las masas, a la política del gobierno kirchnerista, discuten nuestra política de frente único, rechazan la necesidad de la unidad de acción de la clase obrera y la necesidad de la confluencia de la lucha obrera, campesina, estudiantil y popular.
En la política, las trincheras no son "puras" como en los libros. En los hechos, defendiendo los intereses de la clase obrera y pueblo, a veces golpeamos juntos con sectores que no son del campo popular. Pero no confundimos lo que es un frente único con las fuerzas obreras y populares, con golpear juntos. Al mismo tiempo, como se vio apenas terminó la lucha agraria del 2008, estas situaciones de golpear juntos se rompen rápidamente. Desde ya, cuando el escenario político exige meterse en el barro, no hay que embellecer a nadie. Tampoco hay que perder de vista el juego de los otros sectores del bloque dominante que pugnan por conquistar la hegemonía. Pero nada de eso justifica no impulsar el golpe principal a la política del gobierno kirchnerista.
Metiéndonos en el barro hemos cometido errores, que discutimos y de los que tratamos de aprender (se aprende más de los errores que de los aciertos, dice Mao). Pero no hay que usar los errores para pretender "justificar" una política que no impulsa el golpe principal de la lucha de las masas contra la política del gobierno kirchnerista.
Los compañeros dicen "hay que golpear a todo el bloque", y corren del golpe principal al gobierno kirchnerismo. Ahí está la discusión.
Esperamos que los que están confundidos reflexionen. Si no es así, hay lugar en la política argentina para nuevas fuerzas. Esperamos que no persistan en la calumnia contra el PCR, y que la razón de su existencia no tenga como blanco al PCR sino a los enemigos del pueblo. Esperamos que actúen con sinceridad: que se presenten con los méritos que consideran tener, no con los cargos que han tenido en el PCR, lo que puede llevar a confundir sobre la dimensión real de la fractura. Una fractura muy reducida, como reconoce el designado "coordinador nacional" del "Comité" en el video de presentación del "Comité" en Internet.