Al compás de los cacerolazos, bombos y cornetas, el pasado sábado 12 de enero las isleñas e isleños se manifestaron cansados de tantos cortes de luz, por los cuales ni la empresa ni las autoridades ofrecen solución.
Al compás de los cacerolazos, bombos y cornetas, el pasado sábado 12 de enero las isleñas e isleños se manifestaron cansados de tantos cortes de luz, por los cuales ni la empresa ni las autoridades ofrecen solución.
A las 10 de la mañana fue la hora donde se concentraron más de 50 embarcaciones en la intersección de los Ríos Luján y Tigre. El reclamo de los vecinos isleños está sujeto a bajadas de tensión eléctrica, cortes de luz muy frecuentes, arreglos de la empresa cada vez más infrecuentes, y los muchos días de demora de Edenor en reparar el servicio. Los isleños también han sufrido picos de alta tensión y la quema de numerosos electrodomésticos.
Todo esto sucede en momentos en que la primera sección del delta de Tigre está siendo ofrecida a grandes grupos inversores para negociados inmobiliarios nacionales asociados a extranjeros. Esto promueve el desalojo de sus habitantes, como en el caso de los isleños del arroyo Anguilas, desalojados violentamente por el “mega emprendimiento” inmobiliario del barrio privado Colony Parq (320 has.). Hay que destacar que la lucha de las organizaciones socio-ambientales logró frenar momentáneamente las obras.
Estos proyectos vienen de la mano del gobierno municipal, que al igual que otros municipios, el gobierno provincial y el nacional, quieren transformar la costa del Río de La Plata con grandes negociados inmobiliarios: Venice (ex astillero Astarsa) en Tigre, Bosque Alegre en San Isidro, Vial Costero en Vte. López, Isla Demarchi en CABA, etc.
La bronca es mucha, y provocó el corte, porque los isleños son “electro dependientes”, ya que por la falta de luz quedan incomunicados: no funcionan los teléfonos, ni las bombas con las que puedan extraer el agua para abastecer sus casas, un problema que se agrava por las altas temperaturas y la falta de agua.