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29 de January de 2013

El gobierno K debió hacer concesiones al malhumor, la bronca y la lucha que crecen por abajo.

 

 

¿Buena onda?

Hora Política / 30-01-2013

1. Los anuncios del gobierno K

Al cierre de esta edición, la presidenta anunció dos medidas de alto impacto que se aplicarán a partir del 1/3, que habrá que analizar en profundidad.

1. Los anuncios del gobierno K

Al cierre de esta edición, la presidenta anunció dos medidas de alto impacto que se aplicarán a partir del 1/3, que habrá que analizar en profundidad.

El piso del impuesto a las ganancias que pagan los trabajadores sube el 20%. Ese piso pasa a ser de $8.360 para un trabajador soltero, y de $11.573 para uno casado con dos hijos. Ese “piso” llevaba dos años congelado; dos años en que la inflación real sumó alrededor del 50%. Cristina K dijo que solo el 17% de los trabajadores pagarán este impuesto injusto; no dijo que, con los aumentos en las paritarias, lo seguirán pagando alrededor más de tres millones asalariados.

Las jubilaciones y pensiones se aumentarán el 15,19% a partir de marzo. Este aumento es uno de los dos que se aplican en el año, luego de que la presidenta vetó la ley de 82% móvil.

Los paros y movilizacionesimpulsadas por la unidad en la acción de la CGT, la CGT Azul y Blanca, la CTA, la CCC, FAA, FNC, Originarios en Lucha y FUA, y el descontento creciente de los trabajadores de la CGT Balcarce y la CTA Balcarce, forzaron al gobierno a abrir la mano, y anticipar estos anuncios, que son insuficientes. No anunció ninguna medida para los desocupados.

 

2. Buena onda

“Aterricemos” y “pongamos buena onda”, había dicho antes la presidenta a los reclamos de aumentos salariales en las paritarias. Y para las compras no lo había dicho mejor: “caminar para encontrar mejores precios”. Ante el descontento y la bronca crecientes en el movimiento obrero, el gobierno debió ceder algo, tratando de frenar las luchas e evitar que se produzcan rebeliones desde abajo en los gremios de los dirigentes colaboracionistas.

Ahora la presidenta pidió buena onda. ¿Cuál es la “buena onda” del gobierno, cuando la inflación fue del 50% y el piso del impuesto a las ganancias solo sube el 20%? ¿O cuando saquea la ANSES y le niega el 82% a los jubilados? ¿Cuál es la buena onda del gobierno cuando se niega a tomar medidas para que aterrice la inflación, que este año rondará el 30%? Sigue mintiendo con las cifras truchas del Indec, que acaba de aplicar al piso de ganancias: el 20% en dos años.

El obrero no provoca inflación, crea valor con su trabajo. Su salario es apenas una parte de ese valor que creó: la más chica. La parte más grande va a monopolios, bancos, terratenientes y el Estado: ninguno de ellos crea valor y todos ellos son los responsables de la inflación.

 

3. Ajuste y devaluación

El gobierno fabrica billetes sin parar, en un año aumentó el dinero circulante en un 40%; usa las reservas de moneda extranjera para pagar deuda; saquea “cajas” que son de los trabajadores como la ANSES($80.000 millones de pesos en los últimos 4 años), o las obras sociales sindicales a las que les debe más de $15.000 millones.

El gobierno no sólo avanza con el ajuste, también permite que funcione el mercado paralelo (el “dólar blue”, que el 28/1 llegó a $ 7,59), que es el que toman en cuenta, cada vez más, los monopolios formadores de precios, a los que el gobierno debería controlar y no controla. Además, el secretario de Comercio, Moreno, anunció que el dólar “oficial” se irá a $6 a fin de año, lo que significa una devaluación del 21,5%.

 

4. Grietas y enfrentamientos

Hasta el Indec tuvo que reconocer que la industria cayó el año pasado. Dice que cayó el 1,2%; la UIA da una cifra casi el doble: 2,1%. Los economistas del gobierno (se supone que son optimistas), estiman un crecimiento, este año, del 4%; lejos del crecimiento con “tasas chinas”.

Inflación alta y crecimiento “mediocre” no es un buen panorama para un año con elecciones que definirán la suerte del plan de re-reelección K. Se agudizan las contradicciones dentro del bloque dominante, y las contradicciones de los de arriba con los de abajo.

Crecen los forcejeos dentro del frente gobernante, entre el gobierno K (y los sectores más disciplinados: La Cámpora, Kolina, los partidos de Credicoop, etc.), y gobernadores como Scioli, Peralta, Bussi, (intendentes como Massa). De la Sota pasea su candidatura presidencial tejiendo acuerdos en los centros de poder.

Tampoco le va bien al gobierno con la CGT Balcarce, cada vez más presionada por sus bases.

Ante esa agitación en el frente interno, el gobierno K adelantó los anuncios y contragolpeó con una nutrida reunión con 400 intendentes; reunión en la que la ministra Alicia Kichner prometió financiamiento, planes y obras.

 

5. Continuar el plan de lucha

En la CGT, la CGT Azul y Blanca, la CTA y la CCC, se van produciendo definiciones sobre los nuevos pasos a dar para enfrentar la política del gobierno K sobre las paritarias; pasos que apuntan a la continuidad del plan de lucha. Para ese objetivo la CCC propone un paro nacional multisectorial de 36 horas, y toma como base el programa de la multisectorial (CTA, CCC, Barrios de Pie, FAA, FNC, Originarios en Lucha y FUA).

Gran triunfo de los telefónicos tercerizados de La Matanza. Sigue la lucha de aceiteros santafesinos, y de los trabajadores de la salud de Montegrande. Al cierre de esta edición, se definía la situación de los bancarios, que acordaron con las patronales un preacuerdo con un aumento del 24,2% para los próximos tres meses, y el gobierno K maniobra para impedirlo porque rompe su tope del 20% para todo el año.

Además, sigue la lucha de los qom y otros pueblos originarios enfrentando la persecución y muerte directa o disimulada de originarios que se suma al genocidio silencioso del que son objeto por la falta de alimentos, agua y de las condiciones de vida más elementales.

 

6. La campaña del PTP y los frentes

La campaña electoral ya está en marcha: afiches, pintadas, mesas en las esquinas, programas de radio y TV, promoción de candidatos en las playas, negociaciones por todos lados…

La situación es compleja. Hay negociaciones de algunas fuerzas de izquierda (y presiones de sectores de fuerzas de centroizquierda) para un frente con la UCR y la Coalición Cívica, que abandonan el programa de la multisectorial en cuestiones claves. También hay esfuerzos por parte de fuerzas de Proyecto Sur y del FAP, para un frente popular y programático como el que ya se formó en Río Negro (y que tiene una participación activa en la lucha contra la represión y el encarcelamiento de luchadores).

La clave sigue siendo, para los comunistas revolucionarios y clasistas, antiimperialistas y antiterratenientes, seguir avanzando con la campaña por la personería del PTP, yendo al encuentro de miles de trabajadores, campesinos, jóvenes y mujeres, que buscan un puesto para la lucha social y la lucha política electoral. Es el camino, tanto para trabajar por la unidad de las fuerzas populares, patrióticas, democráticas y antiimperialistas, como para su reagrupamiento programático, público y equitativo.

 

7. Un programa y una salida

El hecho de que el resultado de las elecciones de este año (que probablemente se adelanten) definirán la suerte de los planes continuistas K, le pone “pimienta” al escenario político. Todas las fuerzas preparan planes para una u otra situación. Las clases dominantes trabajan, en un terreno minado por ellos (legislación proscriptiva, control de los medios, etc.), para dirimir sus conflictos.

En un terreno abonado por las luchas y la unidad en la acción, trabajamos para hacer en las elecciones una gran batalla política, para llegar a las grandes masas con un programa y una propuesta de salida a estas políticas que descargan el ajuste, la inflación, y la crisis sobre los trabajadores y el pueblo.

En la lucha social y en la lucha política trabajamos para acumular fuerzas para profundizar el camino del Argentinazo y la Rebelión Agraria y Federal. Conscientes de que es imposible acabar con estas políticas que tienen sus raíces en la opresión imperialista y terrateniente, sin acabar con el Estado oligárquico-imperialista, al servicio de monopolios imperialistas como Cargill, Barrick, Pan American, etc., y de terratenientes y pooles como El Tejar, Soros y demás. Un Estado podrido hasta los tuétanos por la corrupción y el narcotráfico. Solo así podremos llevar adelante las tareas de la segunda independencia que nos legaron los patriotas de Mayo de 1810, y las nuevas tareas trazadas por la lucha obrera y popular.